Lejos de apaciguarse y tomarse un respiro, las cotizaciones del dólar en sus distintas variantes registraron hoy otro día de furia, con el billete libre alcanzando los $445, en sintonía con el dólar Bolsa que se operó hasta en $440 y el contado con liquidación superando los 450 pesos.
Factores económicos de fondo como el exceso de pesos en la economía y la falta de reservas, sumado al magro resultado del dólar soja 3 en el contexto de una presión inflacionaria cada vez mayor se combinaron con las internas políticas dentro del Gobierno y las complejas negociaciones con el FMI ante la necesidad de revisar el acuerdo para disparar, tal vez anticipadamente, la ola dolarizadora pre electoral.
Aislar una sola variable para explicar la corrida cambiaria resulta insuficiente, sino que se pueden identificar varios motivos que derivaron en el escenario actual. A saber:
1. Exceso de pesos. El combustible estaba disponible en la economía para que cualquier chispa encendiera la mecha. El dato de inflación de marzo, de 7,7% sorprendió y la falta de reacción oficial empezó a generar desde el lunes los primeros movimientos. Para citar como referencia, de acuerdo los cálculos de la consultora 1816, si se computa la base monetaria más el stock de pases y Leliqs, al cotización teórica del CCL se ubica en los $480, valor que todavía no alcanzó.
2. La suba de la tasas de interés. La medida dispuesta por el Banco Central, de 3 puntos, resulta insuficiente para convencer a los ahorristas e inversores a mantenerse en pesos porque sigue siendo negativa en relación a la inflación pasada -la de marzo- y la esperada para abril. La tasa de 81% nominal anual equivale a un rendimiento mensual de 6,7%, un punto por debajo del registro del último IPC. A esto se suma, como señalan diferentes analistas, que el valor del dólar todavía está atrasado respecto a la inflación desde julio del año pasado. El economista Juan Pablo Albornoz proyectó que, ajustado por inflación, el nivel del dólar que se alcanzó durante la última crisis cambiaria tras la salida de Martín Guzmán es hoy equivalente a 550 pesos.
“Aunque pegó un salto, todavía está lejos de los valores de pánico que tocó en algún momento. Otra discusión es si están arrancando para volver a niveles de crisis cambiarias anteriores”, advirtió Albornoz.
3. Las internas políticas. Con la crisis cambiaria gestándose en el inicio de la semana, las internas dentro del Gobierno, que incluyeron rumores de devaluación y cambio de ministro, escalaron la crisis. La desconfianza entre el Ministerio de Economía y el Banco Central, cuyos titulares fueron alcanzados por versiones de alejamiento que no se concretaron, sino alimentaron la dolarización, al menos no contribuyeron en nada para frenarla. Para Nery Perschini, jefe de Estrategia de GMA Capital, es determinante “el cortocircuito en Casa Rosada en un contexto sin confianza ni dólares”.
4. Pobre desempeño del dólar soja 3. La herramienta por la que Sergio Massa esperaba obtener unos USD 5.000 millones indispensables para fortalecer las reservas y cumplir en junio las metas con el Fondo Monetario aportaron grandes dosis de incertiumbre en el mercado. “El mal diseño del dólar agro, un recurso ya remanido que en el contexto de la sequía que hay ya le qeudaba poco para exprimir y encima el precio no seduce”, señaló Pablo Repetto, de Aurum Valores, como una de las causas centrales de la disparada de los diferentes tipo de cambio, a la que las últimas medidas del BCRA de mayor restricción a las importaciones, en el caso de los pagos a fletes y servicios, también presionaron.
5. La incierta renegociación con el FMI. Repetto también apuntó a la revisión del acuerdo con el Fondo Monetario, cuya meta de déficit fiscal se confirmó ayer se incumplió con un desvío de 56% respecto del monto estipulado. Tal como está la meta actualmente, el desequilibio permitido es de 1,9% del PBI. En el primer trimestre, el rojo fue equivalente a 0,7% del PBI. En el mercado advierten las dificultades para sostener ese acuerdo, aun cuando nadie cree que deje de tener vigencia. “Recalibrar las metas no va a ser gratis y, si encima se buscan adelantos de desembolosos, más costoso le va a salir al Gobierno”, opinó Repetto.
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