El Índice de Producción Industrial (IPI) cayó 3,1% en marzo y se contrajo 0,3% en el primer trimestre del año, dando claras señales de estancamiento, según un estudio realizado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
De acuerdo al informe, tuvo mucho que ver en ese resultado el bajo nivel de reservas y las consecuentes restricciones sobre las importaciones. “En perspectiva, la nueva edición del Programa de Incremento Exportador no remueve el obstáculo del faltante de dólares, al adelantar liquidaciones antes que elevar los volúmenes de cosecha perdidos”, indicaron desde el organismo.
Para los expertos de FIEL, la medida podría introducir mayor presión sobre los mercados alternativos al dólar oficial, donde productores recurren para importar insumos y sostener su actividad. “La mayor demanda en estos mercados no contribuirá a contener las brechas de cambio y al anclaje de la inflación por presiones de costo”, señalaron.
Por otro lado, recordaron que la activación de los tramos del intercambio de monedas con China no alcanza a todas las actividades industriales, al tiempo que el mecanismo de financiamiento de importaciones con Brasil se demora en su aplicación. “Con todo, la industria seguirá mostrando desempeños sectoriales diversos, enfrentando un escenario de mayores restricciones en el acceso a las divisas en el que se profundizará la contracción de la actividad agregada”, apuntaron.
La lectura de los especialistas concuerda con el escenario que describió la Unión Industrial Argentina (UIA) en su primera encuesta de expectativas (marzo de 2023). En la presentación, la UVA planteó que el crecimiento que venía manifestando la actividad industrial comenzó a mostrar una desaceleración hacia fines de 2022, en un contexto de mayores restricciones a la importación de insumos, elevados niveles de inflación y suba de tasas de interés, sumado a una mayor base de comparación.
Ahora, los números presentados por FIEL confirman que la desaceleración se terminó convirtiendo en estancamiento en los primeros tres meses de 2023. Habrá que esperar al jueves 4 de mayo para conocer el dato oficial de Indec de marzo, pero ya el estudio previo mostró una retracción interanual del IPI del 1,4% en febrero, aunque el valor acumulado del primer bimestre aún registraba un crecimiento del 2,5%.
Cómo le fue a cada sector
Según el informe elaborado por FIEL, el desempeño de los sectores industriales en el primer trimestre fue muy desigual en Argentina. En detalle, el ranking de crecimiento es liderado por la industria automotriz, que acumula una mejora de 28.1%, seguida de la producción de minerales no metálicos, que registró un avance de 18.6%.
Por su parte, la refinación de petróleo creció 16.2% y la producción de las industrias metálicas básicas acumuló un aumento de 12.9% en el período.
Más atrás se colocan las ramas de papel y celulosa (+6.1%), la de insumos textiles (+1.9%) y los despachos de cigarrillos (+1.5%). Con un retroceso ligeramente inferior al promedio de la industria se ubica la rama de los alimentos y bebidas (‐0.5%).
En tanto, la metalmecánica acumula en el primer trimestre una caída de 8.2%, al tiempo que el ranking de crecimiento lo cierra la producción de insumos químicos y plásticos, con un retroceso del 18,7% en la comparación con el primer trimestre de 2022.
Queda claro en el análisis de los resultados que los tres sectores que cayeron durante el primer trimestre tienen en forma conjunta mayor peso relativo en el IPI que los siete crecieron. Por ese motivo es que el resultado general fue negativo, pese al repunte marcado de algunas actividades económicas en particular.
Por otro lado, diferenciando la actividad industrial de acuerdo al tipo de bienes producidos, se destaca que los bienes de capital acumulan un avance de 14.2% en el primer trimestre, a partir del aporte de la producción de vehículos utilitarios, material de transporte pesado, equipo y maquinaria agrícola.
Fue diferente el resultado para la producción de bienes de consumo no durable, que se coloca en el mismo nivel (‐0.2%) que un año atrás a causa del retroceso en el bloque de los alimentos y bebidas. Por su parte, los bienes de consumo durable recortaron la producción 1.1%, mientras que los bienes de uso intermedio se contrajeron 2.2%, en el primer trimestre.
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