El día abrió con una conjunción de malas noticias. La primera fue el derrumbe de los bonos de la deuda con ley extranjera ante el informe favorable de la Universidad de Buenos Aires sobre el canje de los títulos en poder de la Anses. La caída de las paridades coincidió con una fuerte demanda de divisas que hicieron que los dólares financieros perforen con holgura los $400, porque la tasa de interés atrasada ante la inflación, se sumó a los rumores, muchos de ellos absurdos, y la escasez de dólares.
La resurrección del dólar llegó en un mal momento, a pesar de que no existen momentos adecuados para estos avatares. La licitación de las Letras del Tesoro de hoy serán un examen que deberán aprobar porque encontrarán del otro lado una demanda privada hostil que tiene en su poder 67% de los casi $200 mil millones que deben cubrir. No es una cifra importante, pero es un desafío grande por las tasas que les van a pedir para renovar los títulos ante el imán que representa el dólar como cobertura.
Hay fondos de inversión que están viendo como se reduce su cartera por la salida de inversores ante tasas que no los conforman. Para estos fondos crearon una Lelite que vence el 19 de mayo y admite $40 mil millones. El problema es qué tasa van a pedir los inversores por un instrumento que vence en menos de un mes.
El trader Esteban Monte resumió la rueda cambiaria. “Quisieron parar los dólares con una fuerte intervención oficial que por momentos fue barrida por la demanda. El monto operado en bonos GD30 para frenar los dólares, alcanzó a más de $22 mil millones nominales, en medio de rumores que involucraban hasta la estabilidad del ministro de Economía. A pesar de la fuerte suba, el dólar en todas su versiones sigue siendo barato porque tiene un fuerte atraso contra la inflación. A medida que nos acercamos a las PASO, la dolarización estará a la orden del día. El Gobierno no tiene los instrumentos suficientes para frenar esta alza y lo sabe. En dos ruedas el dólar acabó con los que hacían carry trade que se deshicieron de los pesos tomando ganancias, y volvieron al dólar”.
Lo cierto es que el “blue” subió $10 a $418, después de haber tocado $421 y en dos días acumuló una suba de 4,8%. Los dólares financieros, que el día anterior estuvieron apaciguados por la intervención del Central, esta vez fueron imparables. Se operaron USD 231 millones, 15% más que la rueda anterior y el MEP aumentó $13,41 (+3,4%) a $408,86. El contado con liquidación subió $16,93 (+4,1%) a $425,90.
El dólar mayorista subió 56 centavos a $216,94. Los productores y exportadores de soja estuvieron ausentes porque liquidaron apenas USD 36 millones, de los que el Central cedió $35 millones a los exportadores y llevó 1 millón para sus reservas que cayeron 100 millones a USD 33.631 millones. De las 7 ruedas hábiles, desde que nació el nuevo dólar soja, solo hubo liquidaciones plenas en 3.
El analista financiero Andrés Reschini en su informe cambiario diario señaló que la devaluación se aceleró a 7,62% efectiva mensual porque “probablemente responda a una decisión de tasa de política monetaria que el Banco Central dará a conocer el jueves, algo que para mi gusto debió anticiparse”.
“El MULC (Mercado Único y Libre de Cambio) tuvo un volumen muy bajo hasta para una rueda sin dólar soja, pues solo se operaron USD 180 millones. El tipo de cambio que quedó por la diferencia de comprar USD 36 millones a $300 y venderles 35 millones a $216,44 a los importadores, fue de $318,40 por dólar”, agregó.
El dato sobresaliente para Reschini, fue el mercado de futuros: “Hoy fue la segunda rueda consecutiva con más de 1 millón de contratos operados. Pero el mayor ajuste se dio desde agosto en adelante. Absolutamente todas las posiciones se ubicaron en su máximo de tasa implícita desde que cotizan”.
Un ejemplo de las afirmaciones de Reschini es que el dólar a fin de año cerró a $460 con una suba de 3,29% que solo fue superada por el alza de fin de noviembre, el mes inmediato posterior a las elecciones, de 4,43% a $424. Hace una semana, diciembre cotizaba a $422. En 7 días aumentó 9%.
La suba de los dólares crocantes, como los llaman en la jerga, fue acompañada por expectativas de devaluación. Las culpas y las causas del movimiento se repartieron en opiniones de todo calibre. Desde las declaraciones de Milei de volar el Banco Central hasta del retiro de depósitos. Ambas situaciones fueron inocuas. El Central entregó a través de los camiones de caudales USD 36,8 millones una suma que no excedió la de días anteriores en un sistema que tiene depósitos privados por USD 16 mil millones.
De todo lo que sucedió, lo más preocupante fue la ausencia de los productores de soja lo que presagia una menor liquidación de divisas a futuro que afectará a las reservas. Es que ante la suba del MEP, los productores encuentran que los precios que ofrecen los exportadores son menores porque les permiten comprar menos dólares en ese mercado. Por lo tanto, prefirieron quedarse sentados sobre su producto antes que venderlo a $101 mil por tonelada que, medida en dólares MEP, es 14% más barata en términos reales de lo que era 24 horas antes.
Los bonos al caer sus paridades por la intervención del Banco Central y por la opinión favorable de la UBA sobre el canje de títulos de la Anses, perdieron hasta 3% de su valor. De esta manera, el riesgo país creció 71 unidades (+2,8%) a 2.474 puntos y hoy puede perforar el techo de los 2.500 puntos.
La Bolsa, pese al negativo momento de los mercados de Nueva York, pudo subir en pesos, pero cayó en dólares. Se negociaron $7.661 millones´, 25% más que el lunes. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 1,06% en pesos, pero bajó 2,9% en dólares.
Los negocios en ADRs -certificados de tenencias de acciones de las Bolsas de Nueva York- crecieron a $7.684 millones. El saldo fue negativo porque predominaron las bajas en particular la de los bancos.
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