Aunque el “dólar agro” de $300 incluyó esta vez a la pesca, sector que llegó a exportar más de USD 2.000 millones anuales, la actividad se encuentra paralizada en el puerto de Mar del Plata justo cuando debía iniciarse la primera etapa de la zafra del langostino, la principal especie del Mar Argentino, que llegó a aportar hasta el 60% de las ventas externas del sector y genera un promedio de USD 1.000 millones al año.
El sábado 15 era la fecha marcada por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) para el inicio de la zafra langostinera en zona “fuera de veda”, básicamente al norte del paralelo 41, mediante la incursión de buques fresqueros y congeladores concentrados en torno del puerto de Mar del Plata. Más adelante, hacia fines de mayo o principios de junio, comenzará la zafra de la misma especie en las llamadas “zonas de veda”, más al sur.
Los “fresqueros” son buques cuya captura se procesa luego en plantas terrestres, mientras los “congeladores” o “buques factoría” procesan y congelan la captura del crustáceo enteramente a bordo, hasta su envasado en cajas de dos kilos, listas para enviar a los mercados del mundo.
Pero he aquí que el Sindicato de Conductores Motoristas Navales (Siconara) encabezó un reclamo que mantiene paralizada la flota pesquera marplatense.
Sin alivio de Ganancias
Todo por la incidencia que en los ingresos de los afiliados tiene el impuesto a las Ganancias, pues la reciente medida de Economía de aliviar el peso del tributo sobre los trabajadores de mayores ingresos mediante la eximición de adicionales no incluye el concepto de “producción” que engorda muy significativamente los ingresos de los trabajadores del sindicato: a mayor captura, mayores ingresos, pero también mayor mordida impositiva de la AFIP en concepto de impuesto a las Ganancias.
La situación ingresará en una nueva etapa si los sindicatos convocan a un paro nacional, tras lo cual las cámaras y empresas pesqueras podrían pedir una conciliación obligatoria en el Ministerio de Trabajo
“Los trabajadores embarcados no ganan, sino que obtienen mejores salarios en relación a otras actividades en base a un mayor esfuerzo físico y psicológico, asumiendo mayores riesgos de salud y de vida que los expone a un desgaste prematuro. Desarrollan su prestación laboral en un medio que no es el natural para el ser humano y sacrifican su vida social y la de sus familiares para obtener un mejor salario”, había dicho Siconara en un comunicado de fines de marzo, en un comunicado suscripto también por el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, el Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante y el Sindicato de Obreros Martítimos Unidos (SOMU). Eso fue antes del anuncio del gobierno sobre el alivio fiscal en el impuesto a las Ganancias para unos 600.000 trabajadores. Pero la forma de alivio fiscal que días después dispuso el gobierno no los alcanza.
Asamblea en la Boca
Los gremios en paro mantendrán este lunes por la tarde una Asamblea en un Club del barrio porteño de la Boca, en la que decidirán los pasos a seguir. Las empresas y cámaras del sector pesquero han estudiado la posibilidad de pasar al menos parte del plus por producción al rubro “Horas extra”, que sí está contemplado en la eximición impositiva que anunció el gobierno, pero por ahora no hay nada en firme. ¿Cómo medir “horas extra” en una actividad que se realiza mar adentro, en jornadas extensas, pero solo algunos meses al año?
La situación se produjo después de que otorgaron un reajuste salarial del 55% para el período marzo-septiembre, refrendado por la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura
La situación ingresará en una nueva etapa si los sindicatos convocan a un paro nacional, tras lo cual las cámaras y empresas pesqueras podrían pedir una conciliación obligatoria en el Ministerio de Trabajo. Por ahora, sin embargo, la flota está parada de hecho en el inicio de la temporada del principal recurso del Mar Argentino.
Hay en armadores y empresas molestia contenida: la situación se produjo después de que otorgaron un reajuste salarial del 55% para el período marzo-septiembre, refrendado por la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura. Había mucha expectativa por el inicio de esta etapa de la zafra de langostino, después de los récords de captura registrados en los ingresos de buques a Rawson y Puerto Madryn, en Chubut, en la pesca en aguas provinciales, hasta 12 millas de la costa.
Disparos a los pies
La situación también a afecta a trabajadores de otros gremios involucrados en la actividad pesquera, incluso aquellos que acuerdan con el reclamo, aunque no con parar la flota, pues la consideran un disparo a los pies. Significa pagar menos impuestos, pero al costo de resignar ingresos por producción.
De las “economías regionales” a las que se aplicará el “dólar agro”, hasta fines de agosto, la pesquera es la segunda de mayor potencial exportador, muestra un estudio de Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez, investigadores del Ieral de Fundación Mediterránea (gráfico).
Algunos gremios afectados mascullan su enojo con Juan Carlos Schmid, del sindicato de Dragado y Balizamiento y secretario de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), en la que se refugió tras perder el apoyo de los Moyano y el cargo de secretario general en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Schmid tiene como aliado a Armando Alessi, el secretario general de Siconara, el sindicato que paralizó la flota pesquera, y simula así una musculatura que no le provee su gremio de origen.
En las últimas 10 campañas (2013 a 2022) las exportaciones de langostino (cola y entero) sumaron USD 9.671 millones. En 2018 contribuyeron con USD 1.304 millones de los USD 2.155 millones de exportaciones pesqueras totales, el máximo histórico. Cada día que la flota pesquera sigue parada y se demora la zafra del langostino, esos números van quedando más lejos.
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