La variación del índice de precios de marzo publicado este viernes por el Indec terminó cumpliendo con creces con las expectativas, ya de por sí pesimistas, del mercado.
Los datos mensuales se mueven desde hace meses en un nuevo y más alto escalón que vuelven cada vez más difícil proteger el valor adquisitivo de los ahorros. Y, con las distintas cotizaciones del dólar moviéndose por debajo de la tasa de avance del nivel general de precios, tampoco las opciones dolarizadas ayudan en el corto plazo, aunque se mantienen como una excelente opción para los más conservadores y minoristas.
Infobae consultó a tres especialistas cuáles son sus estrategias favoritas para enfrentar precios que según las expectativas de mercado se mueven a una velocidad del orden del 110% anual. Más allá de los depósitos bancarios indexados, los paquetes de letras, bonos y fondos comunes de inversión ajustados por CER forman parte del menú habitual de alternativas para defenderse ante la inflación. Pero los plazos y perfiles de inversor son clave: ante la incertidumbre que genera la deuda soberana en pesos, hay que tener bien en claro quién invierte y con qué horizonte.
En manos de ahorristas, minoristas, claro, el plazo fijo UVA pasa a ser cada vez más una opción. Pero, además, hay alternativas más flexibles en el mercado.
Nuestra lectura sobre la inflación es negativa, no encontramos argumentos que expliquen una estabilización (Sosa)
“Nuestra lectura sobre la inflación es negativa, no encontramos argumentos que expliquen una estabilización. A su vez, cualquier salto discreto sobre el tipo de cambio, llevaría a la inflación al borde de una hiperinflación Por esa razón, en nuestra cartera preferimos tener más porcentaje de deuda CER que de dollar-linked”, dijo Norberto Sosa de Invertir en Bolsa (IEB).
“Tambien somos conscientes que en la medida que nos acercamos a agosto, hay más temor sobre la deuda en pesos en general, Por tal motivo la recomendación de instrumentos cortos”, agregó. En esa línea, en la financiera desarrollaron un fondo CER y, para los clientes más sofisticados, recomiendan letras Lecer de corto plazo.
“Lo que sucede es que algunas tesorerías solo prefieren instrumentos cortos, por lo que se sienten incómodos con los fondos, que si bien tienden a tener la menor duration, son más largos que una Lecer”, dijo Sosa.
“Nuestra carteral general para tesorerías, la tenemos bastante dolarizada: 71% dólar y 29% pesos”, concluyó.
Siempre sin descartar la dolarización vía MEP como alternativa conservadora, más orientada a hacerse un lado del mercado más que como una cobertura directa contra la inflación, Pedro Siaba Serrate de Portfolio Personal Inversiones (PPI), también opta por las Lecer y bonos ajustados por inflación.
Preferimos mantenernos en una posición de muy corto plazo (previos a las PASO) para mitigar el riesgo de un cimbronazo en la deuda en pesos (Siaba Serrate)
“Dado que esperamos que la inflación en los próximos meses pueda incluso empeorar, sugerimos Lecer de corto plazo para mejorar el retorno esperado del portfolio en pesos de corto plazo (en los posible con vencimientos previos a las PASO) para mitigar el riesgo de un cimbronazo en la deuda en pesos”, destaca el idóneo del mercado.
Claro que, una vez superado el corto plazo, ¿Cómo sigue la estratregia?
“Para la liquidez que se pueda extender en el tiempo, dentro de las alternativas CER, pueden ser los bonos más largos de curva (los cuales podrían llegar a evitar una situación de estres y a su vez tienen la menor paridad). Por eso el portfolio de pesos CER nosotros preferimos verlo como una estrategia en donde balanceamos una posición de muy corto plazo (las Lecer) y bonos muy largos, con vencimientos posteriores a los años donde el mercado cree que habrá problemas”, explicó Siaba Serrate.
Esquivar el período electoral y de cambio de Gobierno, punto en el que el mercado concentra sus dudas, es la consigna. Así, Maximiliano Donzelli de IOL Invertir Online propone una estrategia por plazo.
Para el tramo corto, menor a 6 meses, el especialista prefiere una Letra a descuento del Tesoro nacional S31Y3 con vencimiento el 31 de mayo de 2023. “Es un instrumento con volumen considerable que paga tasa fija y a la fecha tiene un rendimiento efectivo anual del 132,9%, ampliamente superior al rendimiento que ofrece un plazo fijo”, destacó.
Para un mediano plazo -menor a 9 meses y mayor a 6- la opción pasa a ser el “bono del gobierno nacional T2X3 que ajusta su capital por CER, logrando así acompañar a la inflación. Este bono con vencimiento en agosto del 2023 opera con un volumen considerable y a la fecha tiene una TIR de CER+2,8%, con una TIR estimada del 129,4 por ciento”.
En cuanto al largo plazo, 9 meses o más, la preferencia de Donzelli se traslada al bono del gobierno nacional DICP: “Ajusta su capital por el CER, logrando así acompañar a la inflación. Este bono con vencimiento en 2033 amortiza en 20 cuotas semestrales a partir de junio de 2024 y a la fecha cuenta con una TIR de CER+13,2 por ciento”.
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