Las acciones sostuvieron ayer su racha ganadora y estiraron la suba acumulada en solo un mes al 30%, en lo que representa un gran repunte después de la caída que habían sufrido a mediados de febrero. Sin lugar a dudas, el mercado local resultó el gran negocio de las últimas semanas, teniendo en cuenta al mismo tiempo que los dólares financieros, en particular el MEP, aumentaron apenas un 2%.
En otras palabras, posicionarse en acciones argentinas en el peor momento de la crisis bancaria de Estados Unidos resulto una opción quizás muy arriesgada pero rendidora. El índice Merval recuperó así niveles de 675 dólares, aunque aun le falta para tocar los picos de principios de 2023.
El camino para recorrer para volver a los niveles previos a las PASO de 2019 es aún enorme. En el mejor momento del gobierno de Mauricio Macri, las cotizaciones llegaron a niveles equivalentes de 1800 puntos.
Los bonos en dólares también consolidaron su recuperación y ayer subieron entre 1% y 1,5%, aunque les cuesta despegarse de los USD 25, un piso que habían tocado hace un par de semanas.
El índice de acciones lideres subió ayer otro 1,65%, aunque la jornada había arrancado algo más floja para los papeles argentinos. Sin embargo, la deflación mayorista de 0,5% que se registró sorpresivamente en Estados Unidos impulsó fuerte a Wall Street, en especial a las tecnológicas.
En este marco de mayor apetito por el riesgo, el dólar a nivel global se devaluó contra una canasta de monedas y el euro superó por primera vez en mucho tiempo el nivel de 1,10. Esta mayor debilidad del dólar se reflejó en otra suba de las criptomonedas y de las materias primas, con el oro llegando a 2050 dólares la onza.
Los activos emergentes también aprovecharon esta situación y volvieron a tener subas generalizadas. En el caso argentino, los argumentos de las subas tan sostenidas del último mes están bastante repartidos:
Una de las explicaciones más sólidas es que los precios de las acciones siguen muy baratos. Desde el punto de vista de los valores históricos, los valores aún están a una fracción de los niveles históricos. La proyección es que quedarían subas significativas por delante, aunque depende del clima de los mercados internacionales y también como se vaya acomodando el contexto político en los próximos meses.
Los mercados financieros están dispuestos a tomar más riesgo. La perspectiva del fin del ciclo de suba de tasas juega a favor de los inversores, aunque se vienen pruebas importantes con los balances del primer trimestre que se irán conociendo en Wall Street. Hoy, por ejemplo, es una jornada importante porque se divulgarán los resultados de los principales bancos norteamericanos, luego de la gran crisis que afectó al sector por la caída del Silicon Valley Bank y otras entidades regionales. Esos resultados claramente determinarán el comportamiento de las bolsas en las próximas semanas.
Una de las explicaciones más sólidas para explicar la suba es que los precios de las acciones siguen muy baratos
El tercer tema muy relevante tiene que ver con el ciclo electoral y las expectativas por los resultados de las próximas elecciones. El denominado “trade electoral” también tiene un peso importante y seguramente se transformará en el factor principal en el comportamiento de acciones y bonos a medida que se acerquen las PASO, que se realizarán a mediados de agosto.
En este escenario, los bonos vienen bastante más rezagados aunque encontraron un piso en alrededor de USD 25, con una leve recuperación en las últimas jornadas. El canje de títulos en dólares anunciado por el Gobierno provoca que resulte difícil una gran recuperación, en la medida que son utilizados para controlar la cotización de los dólares financieros.
La suba de la inflación y la caída de las reservas, además de la floja actividad económica parecen no afectar por ahora al mercado accionario, aunque sí impactan un poco más en los precios de los bonos. Pero lo más probable es que los inversores casi pasen de largo el duro contexto de la economía argentina en este 2023 y empiecen a concentrarse con la posibilidad de un repunte a partir del año próximo.
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