Luego de un par de año de incertidumbre, la empresa Nike vuelve a poner su foco en expandir su negocio en la Argentina. Poco antes de la pandemia, la empresa estadounidense había tomado la decisión de poner a la venta su negocio en la Argentina. En ese tiempo, se negoció la compra por parte de un grupo mexicano -que nunca llegó a concretarse- y finalmente, en septiembre del año pasado, el 100% del negocio local pasó a manos del grupo panameño Regency, que ya era representante de la marca en varios países de Centroamérica.
Ahora, la estructura de la marca a nivel local quedó bajo el paraguas de la empresa Southbay, que quedó como distribuidor oficial de Nike para la Argentina y Uruguay. Al frente del management local siguen los mismos directivos que en la etapa previa: Jeffrey Mitchell -argentino a pesar de su origen inglés- como gerente general y Federico Tórtora como director comercial. A seis meses del cambio de socios, la empresa se prepara para aumentar su presencia en el mercado.
“Pertenecer al grupo Regency hizo que pasemos a ser una empresa que crezca e invierta. Hablamos de planes de expansión, de cómo llegar a más lugares. Fue aire fresco para todos. En este proceso de transición de pasar de un modelo de Nike a un modelo de distribución hubo un poco de pausa y ahora se aceleró. Están acá a largo plazo para invertir”, afirmó Mitchell.
Este miércoles, la compañía lanzó oficialmente su plataforma de comercio electrónico, con una inversión de USD 1 millón y donde trabajarán unas 100 personas. Es su primera incursión con estructura propia en el e-commerce para el mercado argentino, ya que hasta ahora solo lo hacía a través de otras plataformas multimarca. El año pasado, además, inauguraron un nuevo local en el shopping Unicenter con una inversión de USD 2,5 millones.
“Después de mucho tiempo, lanzamos el e-commerce propio desarollado en la Argentina, trabajando muy de la mano con Nike global y siguiendo sus estándares. En la primera vez que llegamos sin intermediarios a cualquier lugar del país, una relación uno a uno con los consumidores para conocerlos mejor, poder contar membresías, lanzamientos y ofertas exclusivas”, explicó Tórtora.
Desde Southbay calculan que el canal de venta online superará el 25% del volumen de venta total, y además, entre la plataforma de e-commmerce y retail esperan un tráfico de un millón de visitas por semana. La palabra clave para la empresa es “omnicanalidad”, experiencias mixtas entre el mundo físico y el virtual. “El e-commerce potencia la oferta del producto en el mundo físico que cuenta con un límite de espacio”, agregó el director comercial.
En la Argentina -según los datos de los analistas económicos- se espera un año de retracción de consumo, que ya comenzó a mostrar sus primeras señales. Además de las limitaciones para la importación tanto de insumos, que puede limitar la producción, y de productos ya terminados. ¿Cuáles son las expectativas de los nuevos dueños de la empresa en este contexto?
“Estamos sentados arriba de una marca que hace las cosas muy bien y eso ayuda muchísimo a los vaivenes de los años latinoamericanos. Estamos en la industria del deporte, donde la gente sigue saliendo a correr, a jugar al fútbol, a despejarse. Desde ese lugar no hemos sentido temas de consumo porque esas dos patas ayudan a suavizar las idas y vueltas de los años que hemos vivido, ya muchos”, dijo Mitchell.
“Atravesamos situaciones complejas en la Argentina y cada una es distinta, nos son comparables. Creo que la clave es el sentimiento del consumidor, que va a seguir haciendo deporte, cómo lo entendemos para poder servirlo de manera concreta y acorde a sus necesidad”, agregó Tórtora.
Actualmente Nike produce en la Argentina más de la mitad de los productos que comercializa, en volumen. Lo hace a través de tres socios industriales locales: la empresa Dass, en Eldorado (Misiones), dedicada a la producción de calzado; Derwill, en Malvinas Argentinas (provincia de Buenos Aires), que fabrica medias que también se exportan con la marca a Chile, Uruguay y Brasil; y RA Intertrading, dedicada a la indumentaria deportiva.
“Los volúmenes van creciendo. Nike asumió un compromiso con nosotros de poder ir expandiendo esto e incorporar líneas. Entrando Southbay hemos tenido más compromiso con todo lo que es producción. Con la firma de estos contratos hubo compromiso de las dos partes de poder ir expandiendo la producción nacional”, precisó Mitchell.
“El producto argentino y el importado tiene los mismos estándares y te da flexibilidad en este mundo complejo. Esto de producción nacional es algo actual, se habla mucho del nearshoring, de tener industrias más cercas de los puntos. Ayudó mucho en la pandemia cuando se cerraron puertos y eso hizo que nosotros podamos mantener ciertos estándares y volúmenes durante unos meses que fueron críticos”, amplió el directivo.
Otro tema especialmente complejo en el contexto argentino son las importaciones, clave para la producción que Nike busca ampliar. “Tenemos mucha comunicación con los distintos interlocutores. También hay que acompañar las circunstancias que atraviesa el país. Presentamos planes anuales, lo discutimos para que puedan entender, lleva mucho de hablar. Lo llevamos día a día”, indicó Mitchell.
“Hemos puesto en esta conversación una línea de crédito para la producción nacional, donde nosotros tratamos de financiar esa parte como para poder ayudar tanto a la falta de dólares por un lado como al productor nacional. Esos esfuerzos son parte del ida y vuelta entre las dos partes que es lo que hace que se entiendan las dinámicas”, explicó. La empresa también está dentro del programa de Precios Justos, con algunos modelos de calzado, accesorios e indumentaria deportiva desde el año pasado.
Seguir leyendo: