Aunque el viernes es un día laborable en Estados Unidos, por tradición los mercados cierran. Por eso la actividad bursátil quedó congelada y no hubo novedades para la Argentina.
Sin embargo, el país deberá afrontar una semana difícil porque lo que suceda en EEUU afectará directamente a los bonos y al valor del dólar.
Durante la semana se darán a conocer los balances de los principales bancos norteamericanos. El índice KBW, que representa a las acciones bancarias, a pesar de que el jueves aumentó 1,06%, refleja que la crisis no terminó; desde finales de febrero hasta hoy, este índice perdió 30% de su valor. El mismo porcentaje en que cayeron en promedio las acciones de los bancos.
La economía norteamericana no se enfría
Tras estos balances, el miércoles se conocerá el índice de precios al consumidor en EEUU y el viernes el informe mensual de ventas minoristas, datos clave para ver cómo sigue la política de suba de las tasas de interés de la Reserva Federal. Este último día, además, se dará a conocer la inflación de marzo en la Argentina.
El dato de desempleo norteamericano del viernes no fue favorable porque marcó 3,5% de desocupación contra 3,6% que esperaban los analistas. Es decir, la economía no se enfría y alienta a que la inflación de EEUU se mantenga elevada.
En la Argentina hoy comienza la tercera versión del dólar soja y hay pesimismo. Las reservas que tiene el país en este momento cubren 15 días de importaciones y es clave que empiecen a ingresar los dólares del agro. Los últimos informes muestran que va a ser difícil reunir 25 millones de toneladas de soja para hacerse de USD 5.000 millones porque en las principales zonas el rendimiento de la soja de segunda fue nulo y en otras apenas alcanza a rendir 18 quintales por hectárea.
La carrera inflación-devaluación
Por otra parte, la depreciación del nuevo dólar mes a mes va a ser alta. La inflación de abril y mayo se puede quedar con la mitad de la diferencia entre el dólar mayorista y el dólar soja. Ni hablar de las economías regionales que tendrán el dólar especial hasta fin de agosto. Si sigue este ritmo de devaluación oficial de 6% mensual y la inflación rondando o superando 7%, el productor se va a encontrar con que no ganó casi nada con el nuevo dólar. Cultivos como el del maní se producen en junio. Cuando salgan a exportarlos ese dólar soja equivaldrá a un dólar de $250 a valores de hoy. Con los cítricos sucede algo similar.
Hay que comenzar a buscar campos para la próxima campaña y no están dadas las condiciones económicas para hacerlo. Más allá del dólar soja, hay productores quebrados
El otro dato oculto pero importante, es la situación de los productores. El 70% arrienda los campos y pagan con productos que se guían por el precio de pizarra. Los que hicieron trigo o maíz están perdidos, porque prorrogaron los embarques para facilitar la tarea de los exportadores en detrimento de los productores. Los que sembraron soja se van a encontrar con que deberán pagar el arriendo con el dólar a $300, en lugar del dólar mayorista, porque la Cámara Arbitral no desdobló las cotizaciones. El problema es que hay que comenzar a buscar campos para la próxima campaña y no están dadas las condiciones económicas para hacerlo. Más allá del dólar soja, hay productores quebrados.
La inflación será creciente porque están preparando un dólar más caro para los fletes de los importadores y para los importadores. La necesidad de dólares obligó a sacrificar el objetivo de una inflación controlada. Los que liquiden hoy irán inmediatamente tras el dólar MEP y ese frente lo tendrá que enfrentar Economía al mismo tiempo que soportará la mayor emisión de pesos por el creciente tipo de cambio. Nada indica que se viva una buena apertura. Hay cautela y pesimismo. Los bonos, las acciones y el dólar reflejarán en sus precios lo que puede suceder.
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