Pablo González, el presidente de YPF, está exultante del otro lado del teléfono. Habla a punto de embarcar el vuelo que lo traerá a Buenos Aires desde Nueva York, Estados Unidos, donde el jueves se oficializó un acuerdo en el llamado caso Maxus, una petrolera americana que YPF compró en 1995 y que luego fue acusada de contaminación. La demanda tenía resarcimientos proyectados de unos USD 14.000 millones y la petrolera local, y también su ex socia Repsol, acordaron pagar USD 287,5 millones cada una, el 2% del potencial de la demanda, sin admitir responsabilidades y quedando eximidas de culpas.
La medida fue celebrada por el Gobierno. “Gran logro de YPF, un éxito de Pablo González, una gran victoria para nuestro país. ¡Felicitaciones!”, tuiteó el ministro de Economía, Sergio Massa.
La semana pasada también se comunicó que la petrolera de bandera quedó eximida en otra causa judicial que se tramita en EEUU, la de la expropiación de la empresa que Cristina Kirchner ordenó en 2012, y en la que el Estado argentino fue condenado a pagar una suma millonaria que se definirá en los próximos meses.
De esas causas judiciales, de los planes de la empresa y hasta de rumores que hablan de una precandidatura presidencial habló González con Infobae. Ex vicegobernador de Santa Cruz y ex senador, González asumió en la petrolera en hace poco más de dos años, cuando reemplazó a Guillermo Nielsen.
— ¿Es el candidato presidencial “tapado” del kirchnerismo, como se mencionó en los últimos días?
— No, no, no. La verdad, no. Me sorprendí con el rumor. Primero no me lo tomé muy en serio, me divirtió, después no tanto. Nadie me habló.
— ¿Con Cristina Kirchner no habló del tema?
— No, de este tema no. Sí hablo con ella, pero no de esto.
— ¿Le gustaría? La mayoría de los políticos en algún momento de sus carreras lo piensan.
— Si digo “me gustaría” mañana estoy todo el día dando explicaciones. Mi aporte es hacer el mejor trabajo en esta responsabilidad, que es avasallante y a veces me supera. No soy ningún tapado. El tapado es otro, hay que buscarlo en otro lado… si existe.
“La solidez financiera que alcanzó YPF hace que podamos asumir este gasto sin ningún problema financiero”
— ¿Qué significa para la empresa la culminación del proceso de la causa Maxus?
— El año pasado había salido la decisión del juez Sontchi (Christopher Sontchi, de la corte de Bancarrotas del Distrito de Delaware) de limitar la responsabilidad de las partes y descartó la figura del ‘alter ego’. Uno de los argumentos del trust era que YPF había tenido una conducta fraudulenta durante el proceso y con eso buscaba una mayor indemnización. El juez dijo que cada parte tenía que hacerse cargo de la contaminación real que había generado. La demanda de hasta USD 14.000 millones bajó de manera exponencial y se empezó a negociar. Nos pusimos de acuerdo el trust, Repsol, la agencia ambiental americana (EPA) y Oxy (por Occidental Petroleum, una de cuyas compañías había comprado una división química de Maxus, que asumió el compromiso de indemnizarla si surgía algún reclamo). Las partes creemos que el acuerdo es aceptable y ahora lo tiene que homologar el juez, por eso somos prudentes aún. Hay temas ambientales, no es sólo algo de derecho privado. Creemos que el acuerdo es justo, todas las partes y EEUU así lo creen, pero esperaremos al juez.
— Lo celebraron como un gran logro…
— Es que lo es. Soy muy crítico de la decisión que tomó Estenssoro en 1995 (por el fallecido ex presidente de YPF José Estenssoro), cuando compró Maxus. Nos metió en ese proceso muy complicado con potenciales consecuencias muy negativas. Es difícil pensar cómo iba a seguir la empresa con una condena y todos los proyectos que tiene para este año.
— ¿Cómo van a pagar los USD 287,5 millones en este contexto del país?
— El año pasado tuvimos una rentabilidad de USD 2.000 millones, y estamos teniendo Ebitdas trimestrales de USD 1.500 millones. No es poco. Facturamos USD 18.000 millones con un Ebitda anual de USD 5.000 millones. Ya habíamos destinado USD 80 millones para el caso Maxus. Los otros USD 200 millones los vamos a tomar del Banco Central, con fondos nuestros. Vamos a calzar un crédito de la Corporación Andina de Fomento que ingresa el mes que viene y el país no va a ver disminuidas sus reservas, vamos a reponer lo que usemos. La solidez financiera que alcanzó YPF hace que podamos asumir este gasto sin ningún problema financiero. El fallo favorable en el caso Maxus fue una gran noticia y vamos a pagar sin afectar las reservas del Banco Central.
“Mi aporte es hacer el mejor trabajo en esta responsabilidad, que es avasallante y a veces me supera. No soy ningún tapado”
— La semana pasada también se supo que la empresa fue exculpada –no así el Estado– en otro caso en EEUU, el que lleva la jueza Preska en Manhattan por la expropiación de 2012.
— Sí, aún hay dos instancias de apelación. Si termina y nos eximen de responsabilidad nos vamos a sacar otro peso grande de encima.
— ¿Cuál es la foto del negocio de la petrolera hoy?
— La posición es muy sólida en términos financieros, con una deuda de 1,2 puntos del Ebitda. El año pasado tuvimos un salto de producción orgánico muy importante, con proyectos desafiantes y concretos que generan mucho entusiasmo, como el GNL, Vaca Muerta sur, OTA (Oleoducto Trasandino Argentina) y la fractura de Palermo Aike con CGC. Proyectos de expansión que ahora miramos mucho más tranquilos y con muchas más posibilidades de conseguir financiación. Los socios de YPF ahora también respiran mucho más aliviados. Venimos con récord de fracturas y un aumento de la producción interanual en petróleo no convencional del 47 por ciento. Vamos a esperar a que el juez homologue el acuerdo y ahí sí será una gran noticia.
— ¿Cómo es el día a día de manejar una empresa del tamaño y potencial de YPF en este contexto económico?
— El sector energético en general viene creciendo mucho en el país, no sólo la empresa. Pasa que durante los cuatro años del gobierno anterior crecieron la mayoría de las energéticas e YPF no. Deberían explicar ellos por qué pasó eso y por qué hicieron caer la producción.
— ¿Qué va a pasar este año con el precio de los combustibles? Vienen aumentando casi todos los meses...
— No podemos preverlo, se discute trimestre a trimestre por la volatilidad de nuestra economía. Siempre tratamos de hacer equilibrio, pero un 42% del downstream lo tienen otras empresas.
— Pero la tendencia de precios la fija siempre YPF.
— Sí, está bien, pero otras aumentaron antes que nosotros. Hoy no está tan ordenado como en momentos de más tranquilidad de la cuestión económica. Somos un país productor. Ahora el Brent bajó y eso le saca presión al mercado interno. Somos una empresa integrada y por eso hay que ver qué les pasa a los otros que no lo son. Cuando empecemos a exportar, este año, los números van a mejorar. Nuestro market share creció el año pasado porque salimos a ponerle el pecho a la falta de producto. Del 15% total que aumentó la demanda de gasoil, nosotros pusimos el 70 por ciento.
— ¿Qué pasa con la ley de GNL?
— Es un tema de Economía que trataremos esta semana, desde el lunes con Massa. Es una ley compleja, pero en paralelo ya trabajamos con Petronas el desarrollo de la ingeniería del proyecto. Cuando esté la ley firmaremos la decisión final de inversión.
“Durante los cuatro años del gobierno anterior crecieron la mayoría de las energéticas e YPF no. Deberían explicar ellos por qué pasó eso y por qué hicieron caer la producción”
— La ley es compleja, pero ¿cuál es el resorte principal que debe tener la nueva norma?
— Hay que garantizar estabilidad fiscal y tributaria, y reglas del juego claras. Es una ley que tiene que incentivar una inversión que sólo en plantas y gasoductos es de USD 30.000 millones. Es la inversión más grande de los últimos 50 años y habría que mirar para atrás. Va a producir 25 millones de toneladas de GNL en su pico de producción: España consume 21 y Francia 30 millones de toneladas por año. Es un proyecto muy, muy grande, que va a transformar la economía argentina.
— ¿Con la ley aprobada qué pasará con el acuerdo con Petronas?
— Se firmará la inversión y hay que hacer 3 gasoductos. El primero, de 36 pulgadas y 640 kilómetros, se licita y tardará dos años en construirse. A partir de ahí se usará para producir 5 millones de toneladas por año, la mitad con un barco de Petronas y el resto con una planta onshore. El resto, será con otras plantas que se irán haciendo. Cada tres meses hay reuniones con los vicepresidentes ejecutivos de ambas empresas, se avanza en el desarrollo y la ingeniería.
— ¿Cree que llegarán a finalizar el gasoducto Néstor Kirchner a mediados de año?
— Lo veo bien, pero esa respuesta la tiene que dar Agustín (Gerez, presidente de Enersa). Creo que llegan bien.
— Usted mencionó antes a Palermo Aike, en Santa Cruz. Se habla de que es una suerte de “hermano menor” de Vaca Muerta. ¿Cuál es su real potencial?
— En Vaca Muerta hay 16,6 miles de millones de barriles de petróleo de reservas, según la Agencia de Energía americana y en Palermo hay 6,6 miles de millones. En gas, 308 trillones de pies cúbicos contra 130 en Palermo. Tiene mucho potencial. Vamos a tratar de fracturar antes del invierno con CGC, pero no sé si llagaremos.
— Volverán a exportar gas a Chile.
— Sí, pero cuando se habilite el oleoducto. Esperamos que sea a partir de mayo.
Seguir leyendo: