El crédito bancario al sector privado creció 7,9% en marzo, algo por encima de las estimaciones de inflación para el período. Cuando el viernes próximo el Indec de a conocer el índice de precios al consumidor, si la cifra da por debajo de ritmo de avance de los precios, se habrá interrumpido un período de nueve meses en los que el financiamiento en la economía no paró de contraerse. La falta de crédito, señalan especialistas, disminuye el consumo y la inversión, afectando la actividad.
Un informe de First Capital Group en base a datos oficiales del Banco Central relevó que en marzo el saldo total de préstamos en pesos al sector privado alcanzó los $8,183 billones. De esa manera, en los últimos 365 días el stock de préstamos aumentó en $3,594 billones lo que significa un aumento del 78,3% anual, valores que se encuentran por debajo de la inflación del período que corre por encima del 1005 anual.
Sin embargo, en los 31 días del mes el crecimiento fue de $598.660 millones, lo que representa un aumento del 7,9% mensual. “Un valor que se piensa estará por encima de la inflación esperada de acuerdo a estimaciones que las consultoras económicas adelantan. De esta manera se quiebra una tendencia a la baja del crédito al sector privado de 9 meses consecutivos, dado que desde junio del año pasado que no encontrábamos un mes con variación real positiva”, señaló el reporte de First.
El crédito al sector privado creció 78,3% interanual, muy por debajo de la inflación del 100 por ciento. Pero en marzo trepó 7,9 por ciento
La dinámica fue distinta según la línea de crédito que se mire. La línea de préstamos personales aumentó un 6,6% mensual, el saldo subió a $1,255 billones para el total acumulado, presentando un crecimiento interanual del 65,3%.
“Este mes encontramos que la variación de los saldos se acerca mucho a la inflación esperada, indicando un repunte de las colocaciones y dando fin a lo que denomináramos temporada baja del rubro debido a la influencia que el sueldo anual complementario que se percibe en diciembre y las vacaciones durante enero y febrero reducen las necesidades de financiamiento por un lado y restringen la oferta por el otro”, explicó Guillermo Barbero, socio de First.
La deuda contraída a través de tarjetas de crédito, mientras tanto, tuvo un aumento del 5,2% nominal respecto al cierre de febrero, unos $ 121.774 millones por encima de febrero y muy por debajo de la inflación esperada para este período. El crecimiento interanual, llegó al 81,8%, y tampoco alcanzó los niveles de la inflación estimada del año, arrojando en consecuencia una baja de la cartera en términos reales.
“A pesar del incremento de los precios de los bienes que se adquieren con tarjeta de crédito, observamos que los saldos financiados no crecen en el mismo ritmo. Pensamos que varios factores influyen para que se de este fenómeno: una menor oferta de cuotas por parte de las Entidades Financieras debido al alza del costo de los fondos para las mismas, una autolimitación por parte de los consumidores a comprar en cuotas debido a los mayores costos por financiamiento, un parque de tarjetahabientes que tiende a achicarse por el incremento del riesgo crediticio y por último, pero no menos importante, límites de crédito que no crecen con la frecuencia y en el importe necesario para absorber los mayores gastos”, continuó Barbero.
En cuanto a las líneas de créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por UVA, durante marzo tuvieron un incremento del 2,8% con respecto al stock de $ 384.793 millones del mes anterior, acumulando un saldo total al cierre de $ 395.579 millones y una suba interanual del 28,2% todo en términos nominales. Directamente, un derrumbe del stock de crédito en términos reales.
Una de las más dinámicas del mes fue la línea de créditos prendarios, los destinados a la compra de automotores y vehícuos. Creció 89,4% frente al mismo mes de 2022, otra caída en comparación con le inflación. En marzo, sin embargo, mostró señales de vida.
“Ya no es la cartera que más creció en el año, producto de la baja en términos reales que venía mostrando en meses anteriores, sin embargo, la variación con respecto al saldo del mes anterior marcó un alza del 7,9%, acumulando más de dos años de incrementos mensuales consecutivas y un incremento mensual que se estima que será mayor que la inflación. El lanzamiento de las nuevas líneas de vehículos y el cambio en el año de patentamiento, le han otorgado fuerza comercial al producto financiero”, aseguró Barbero.
En cuanto a los préstamos comerciales, los que se le conceden a empresas, el saldo aumentó 10,8% respecto al que se observó en febrero, ubicándola con un stock de cartera de $3.038.977 millones. Respecto del mismo mes del año anterior el alza es de 92,4%, por debajo de los valores de la inflación esperada del período.
“El crecimiento anual mostrado este mes le ha permitido a esta línea obtener el liderazgo en crecimiento entre todos los rubros analizados. Ya son dos meses consecutivos de alza en términos reales, las cuales pueden estar originadas en una mayor actividad industrial y comercial o en la capitalización de intereses que no pueden ser cancelados en su totalidad”, dijo First.
En relación al producto
La cotinua contracción del crédito muestra un pais que opera casi sin financiamiento, no solo para el sector público sino también para las empresas. Una análisis privado mostró que hoy por hoy el país opera casi sin financiamiento, algo nocivo para la actividad económica.
“Una consecuencia de argentina por sus Defaults recurrentes es que el sector privado se queda sin financiamiento”, escribió el econmomista Fernando Marull de FMyA en su cuenta de Twitter.
“Hoy la deuda de Familias más Empresas y Bancos solo es el 25% del PBI, cuando en America Latina es 90 por ciento. Familias, solo 3,5% del PBI, empresas 13% del PBI. Menor deuda, menor inversión”, agregó el especialista.
Seguir leyendo: