El ex ministro Guzmán dio una charla junto a Stiglitz sobre la reestructuración de la deuda

Los dos economistas propusieron un conjunto de soluciones para abordar los problemas inminentes vinculados al endeudamiento en la economía global

Martín Guzmán, ex ministro de Economía, dio una charla en la Universidad de Columbia, el pasado 29 de marzo

El ex ministro de Economía Martín Guzmán reapareció la semana pasada en una charla junto a su mentor, el Premio Nobel Joseph Stiglitz en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York, donde ambos economistas analizaron el aumento de la deuda global.

“Los dos economistas propusieron soluciones para abordar los problemas inminentes de la trampa de la deuda en la economía global. Destacaron el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la mejora de las prácticas de análisis de sostenibilidad de la deuda y la revisión de las políticas de tasas de interés para fortalecer la dinámica para el desarrollo económico y social”, resumió la Universidad estadounidense en un comunicado.

Stiglitz destacó que la postura de la Reserva Federal luego de la pandemia plantea riesgos para los mercados emergentes con deudas elevadas. “La Reserva Federal tuvo una política muy equivocada. Mantener las tasas de interés bajas durante mucho tiempo y luego subirlas obviamente causará muchos problemas en todas partes”, dijo el ganador del Premio Nobel de Economía en 2001.

El economista describió tres efectos principales de los aumentos en las tasas de interés: los países más endeudados tienen que pagar más intereses, la apreciación del dólar mientras que las monedas de los deudores se deprecian y una desaceleración en la economía global. Stiglitz destacó que estos efectos impactan desproporcionadamente a los países en desarrollo y aumentan su probabilidad de sobreendeudamiento.

Guzmán disertó junto a su mentor, el premio Nobel Joseph Stiglitz

“Las finanzas son importantes -agregó-, pero si te endeudas en exceso, entonces pierdes más de lo que ganas porque parte de evitar una crisis de deuda es no endeudarse demasiado. Los gobiernos deben centrarse más en aumentar las tasas de ahorro interno”, aconsejó.

Durante la presentación, destacaron el problema de la complejidad de la composición de los acreedores privados, incluidos los hedge funds, algunos de los cuales tienen conflictos de intereses o ganan dinero con los incumplimientos y, por lo tanto, están perversamente incentivados -señaló Stiglitz-, a que el sistema falle.

Luego, destacaron que la Argentina fue uno de los países que experimentó este tipo de crisis de la deuda de primera mano. Según el ex ministro, “la disputa con los fondos buitre puso de relieve las deficiencias en el ‘no-sistema’ para la resolución de crisis de deuda soberana”, lo que condujo a cláusulas de acción colectiva más fuertes que fueron probadas por primera vez en la reestructuración de la deuda de Argentina en 2020.

“La arquitectura financiera internacional necesita un sistema multinacional para la reestructuración de la deuda soberana basado en principios como los aprobados por la Asamblea General de la ONU en 2015″, dijo Guzmán.

La arquitectura financiera internacional necesita un sistema multinacional para la reestructuración de la deuda soberana, dijo Guzmán

En la charla, destacaron otros factores que contribuyen al sobreendeudamiento mundial como la pandemia de COVID-19, la invasión rusa de Ucrania y el cambio climático, que también representa una amenaza desproporcionada para muchos países.

“A medida que los prestamistas y los deudores hacen un análisis de sostenibilidad de la deuda, se enmarca en torno a la probabilidad de que un país pueda pagarla y, a menudo, no tiene en cuenta las crisis climáticas, como los ciclones o las sequías, que podrían afectar negativamente este calendario de pago”, explicó el Nobel de Economía, quien enfatizó que el análisis de sostenibilidad de la deuda no se ha adaptado para tener eso en cuenta.

Guzmán, que es profesor invitado de la Universidad, enfatizó la necesidad de avanzar hacia un sistema en el que se penalicen las emisiones de carbono. Agregó que esto podría “imponer restricciones en los países que se están desarrollando más lentamente”, lo que podría contribuir a la creación de más desigualdades globales.

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