El Gobierno trabaja en estas horas, un día después del anuncio de la implementación de la tercera ventana de dólar diferencial para la exportación agropecuaria, en la letra fina de los decretos que verán la luz el lunes, día en que dará puntapié la medida, estiman en despachos oficiales. En el equipo económico esperan una reacción inmediata de liquidación desde el complejo sojero y un tiempo de adaptación para las economías regionales, ya que antes de ingresar al programa deberán firmar un compromiso para no derramar en el mercado local el valor más alto que conseguirán por sus ventas al exterior.
La secretaría de Agricultura y la de Comercio estaban abocados en las últimas horas a determinar la reglamentación de la medida, que a diferencia del dólar soja de septiembre y diciembre, sumará a una treintena de economías regionales, que también reclamaron, tras las experiencias recientes para los productores sojeros, una oportunidad similar. La marcada pérdida de reservas en los primeros tres meses del año apuraron la decisión tras la negociación con el Fondo Monetario Internacional. El consenso del último ida y vuelta fue apuntalar, lo antes posible, medidas para sumar dólares en el Banco Central y, no menor, para frenar la sangría.
El esquema de la soja será similar al que ya rigió en las dos ventanas temporales anteriores, por lo cual el paso a paso está delineado. La novedad de las economías regionales le insume por estos días al equipo económico un tiempo mayor para adaptar operativamente el sistema de dólar diferencial, porque cada economía tiene sus características particulares, su peso más o menos marcado en el paisaje exportador y una influencia más o menos decisiva en los precios internos.
La marcada pérdida de reservas en los primeros tres meses del año apuraron la decisión tras la negociación con el Fondo Monetario Internacional. El consenso fue apuntalar medidas para sumar dólares en el Banco Central y, no menor, para frenar la sangría
Para evitar que el precio más alto del frente exportador ponga una presión adicional a los precios domésticos el equipo económico buscará sumar, de manera individual a cada productor de cada economía regional, a la firma de acuerdos como los de Precios Justos que tiene ya rubricados con medio millar de compañías de consumo masivo o de insumos. Habrá una adaptación de sistemas para incorporar a esos nuevos jugadores en el acuerdo de precios, y se prevé también una suerte de firma “marco” con cámaras empresarias, más allá de que los compromisos de Precios Justos son asumidos por cada compañía de manera particular.
Además de lo operativo -cada empresa deberá firmar su ingreso a través de un portal web especial de Comercio o desde AFIP-, el equipo de Matías Tombolini trabajaba en estas horas en determinar cómo se sumará cada economía regional al acuerdo. Precios Justos trabaja con dos supuestos: una canasta, reducida, de valores fijos durante los meses de vigencia del programa -la etapa actual, hasta el 30 de junio-, mientras un muestro más amplio de bienes siguen una pauta de incrementos mensual de 3,2 por ciento.
La idea del congelamiento fue desestimada esta semana por el secretario de Agricultura Juan José Bahillo, tras la presentación del dólar agro. “Es difícil trabajar con precios congelados con esta inflación. Es un acuerdo con cada empresa, y con pragmatismo y sentido común se va a llegar a convenios para que si hubiese precios congelados, también exista algún mecanismo de actualización”, dijo en conferencia de prensa.
El hecho de que se sumen a los controles de precios es uno de los tres criterios de elegibilidad que determinó el Ministerio de Economía para las economías regionales. Las otras serán mantener su plantilla de empleados y, en tercer lugar, asegurar el abastecimiento de esos productos en el mercado local.
Consultados por Infobae, desde Comercio y desde algunas de las empresas que estuvieron este miércoles en el Palacio de Hacienda durante la reunión con Massa en que se anunció el nuevo dólar agro, aún no existía una agenda puntual de reuniones entre las partes para afinar el ingreso de esa masa de compañías a Precios Justos.
Tal como informó Infobae, el listado de economías regionales estaría conformado por las siguientes actividades: Maní, Vino, Uva, Pera, Manzana, Arroz, Pesca, Nuez Pecán, Frutos Secos, Frutas con Carozo, Cítricos, Arándanos, Tabaco, Yerba Mate, Té, Aceitunas, Forestación, Maíz Pisingallo, Miel, y Girasol Confitero.
Bahillo aseguró que a esos USD 5.000 millones de la soja deberían agregarse USD 3.500 millones de economías regionales, un número al que llegó al observar registros históricos de liquidación en esos meses de cada año. Para el funcionario las economías regionales podrían tener incluso incrementos sobre esa base histórica de entre 25 y 30 por ciento más, aseguró.
Algunas proyecciones estiran el potencial de liquidación hasta los USD 10.000 millones con todas las ventanas (soja, economías regionales y saldos pendientes) y un elemento adicional será a qué ritmo se hagan esas operaciones y qué ingreso efectivo de divisas al Banco Central implicarán.
Para Analytica, por ejemplo, entre abril y mayo podrían liquidarse unos USD 6.000 millones entre abril y mayo. EcoGo, por su parte, trabaja con tres escenarios: el más conservador estima liquidaciones de soja por USD 3.500 millones y el más elevado, de USD 4.500 millones.
Un mayor ingreso de derechos de exportación en el segundo trimestre del año podría ayudarle al Gobierno a encauzar el objetivo de reducción de déficit tras un primer trimestre con fuertes presiones fiscales por la menor recaudación de retenciones. Según EcoGo, el esquema de dólar diferencial podría implicar hasta unos $450.000 millones adicionales al fisco por el tipo de cambio más alto.
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