Ventajas, costos y algunas dudas: qué esperan las economías regionales a partir del nuevo dólar agro a 300 pesos

El ministro de Economía, Sergio Massa, oficializó ayer los detalles del Programa de Incremento Exportador. Los sectores aguardan la reglamentación. El nuevo tipo de cambio no se ajustará en el tiempo

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El ministro de Economía, Sergio
El ministro de Economía, Sergio Massa, junto con los representantes del sector agroexportador y de economías regionales, en el marco del anuncio del Programa de Fomento Exportador

La oficialización del nuevo Programa de Fomento Exportador, con el nuevo dólar a $300 para el complejo sojero y las economías regionales a partir del 8 de abril, generó una primera reacción positiva en todos los sectores, fundamentalmente debido a los severos impactos que dejó la sequía, los incrementos de costos y la pérdida de competitividad que arrastran varias actividades desde hace tiempo. Pero también algunas dudas sobre cómo se implementará, qué costos podría acarrear y si tendrá el efecto buscado por el Gobierno en cuanto al rápido ingreso de divisas y la presión sobre los precios en el mercado interno.

Durante la reunión que el ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvo con los representantes de todos los sectores antes de realizar públicamente el anuncio, se les anticiparon las medidas, pero quedaron sobrevolando algunas cuestiones técnicas de implementación que serán dirimidas cuando se conozca la letra chica, el fin de semana.

“El secreto para no tirar los precios abajo es administrar la oferta e ir entregando mes a mes” (Carbonell)

Lo que sí quedó clarísimo, y de palabras del propio Massa, es que el valor de $300 no tendrá ningún ajuste durante el plazo de vigencia de la medida -en el caso de las economías regionales, se extenderá del 8 de abril al 30 de agosto-, lo que forzará a las empresas a intentar acelerar lo más posible las ventas y cobranzas a los fines de aprovechar la mejora cambiaria. En agosto, con una inflación del 6% mensual, ese tipo de cambio ya no será el mismo. Sucede que no en todos los casos podrán hacerlo, ya que la cosecha de algunos productos todavía no ocurrió y, por otra parte, acelerar demasiado la venta presiona los precios a la baja. Eso sucede con los cítricos, por ejemplo, explicó el presidente de Federcitrus, José Carbonell.

“La cosecha se va a generalizar a fin de abril y vamos a empezar a mandar fruta a mediados de mayo. Al cerrar el trato, te mandan el 60% aproximadamente; el resto se liquida a la llegada, y tenés un flete marítimo de 20 días más el tiempo de nacionalización. Por ende, hay una parte que va a ingresar ahora porque todos necesitan plata, pero no todo. Además, en el caso de la pepita (pera y manzana, por ejemplo), la exportación termina a fin de mayo, pero el limón se exporta hasta fin de agosto, y las divisas entran hasta noviembre”, agregó el directivo y productor.

Carbonell agregó que con los productos industriales, “el secreto para no tirar los precios abajo es administrar la oferta e ir entregando mes a mes”, por lo que la mejora cambiaria, en este caso (que además es lo de mayor valor), debería extenderse más tiempo, sostienen en el sector.

El nuevo dólar agro regirá
El nuevo dólar agro regirá por 45 días para el complejo sojero y hasta el 30 de agosto para unas 30 economías regionales

Una de las dudas que tenían ayer los empresarios de diversos sectores es si la fecha de inicio de la medida será el punto de partida para nuevos contratos o si regirá para las liquidaciones. Una alta fuente del sector agropexportador aseguró que será para “todo lo que ingrese de la empresa a partir del 8 de abril, ya sea anticipos, prefinanciaciones o embarques”. “Si la operación tiene mercadería a fijar o pendiente de cobro es viable. Si no, no puede, pero puede entrar con anticipos de pagos del comprador del exterior”, afirmó la fuente. De todos modos, hasta ayer algunas empresas tenían dudas respecto de esto, que se aclarará cuando se publique el decreto.

Tampoco quedó claro cuáles serán los sectores de las economías regionales que podrán aprovechar esta nueva ventana cambiaria. Según dijo el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, son unas 30 actividades que luego deberán pasar por algunos filtros de la Secretaría de Comercio antes de aprovechar el beneficio. De hecho, en los próximos días serán convocados para firmar acuerdos de abastecimiento y precio, si quieren aprovechar el dólar a $300 para exportar. Pero no será tarea sencilla para el Gobierno, ya que en algunos productos el mero hecho de que exista un tipo de cambio exportador más alto generará presión al alza de la materia prima.

Muchas bodegas exportaban con márgenes negativos para no perder mercados, por lo que el nuevo tipo de cambio llega para mejorarles esa situación

Fuentes de una empresa que produce arroz remarcaron que “es todo un desafío el tema de los precios, ya que es altamente probable que el costo de la materia prima suba a partir del nuevo dólar, ya que es el mismo producto el que se exporta a granel o se vende al mercado local”. De hecho, la problemática ya existe como consecuencia de la sequía y la gran caída en la producción.

Ante la falta de oferta, los precios ya subieron entre 25% y 30% en las últimas semanas y este escenario se agravó frente a la expectativa del anuncio del nuevo dólar. “Los productores suspendieron las ventas de arroz hasta no saber qué sucedería con el nuevo tipo de cambio. Por eso, hay un desafío de que la medida no haga disparar aún más el precio de la materia prima y, por lo tanto, el arroz en góndola”, agregaron las fuentes.

Consultada al respecto, la economista agropecuaria Silvina Campos Carles consideró que este anuncio está dirigido a “ciertas empresas que pueden hacer los acuerdos de precios que busca el Gobierno”. “Pero hacer una generalización de que el beneficio será para toda la cadena es arriesgado. En algunos casos, las empresas podrán trasladar la mejora al productor; dependerá del vínculo de ese productor con la industria. Si tienen, van a presionar para que les suban el precio, pero con cierto límite porque las ventanas de entrega son chicas y muchos productos no se pueden guardar”, afirmó la analista sectorial.

“Yo no veo que haya un incremento del precio de la uva con esta medida”, dijeron, en cambio, en una bodega. Y añadieron: “La industria entera está pagando más cara la uva porque no hay y si el productor no entrega, la uva se pudre, por lo que no veo que el precio pueda subir tanto más”. Por otro lado, las bodegas estaban, en muchos casos, exportando con márgenes negativos para no perder mercados, por lo que el nuevo tipo de cambio llega para mejorarles esa situación. De todos modos, plantean la incertidumbre y el hecho de que en unos meses la mejora quedará diluida con la inflación.

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