El Gobierno, a través del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), aprobó un plan de contingencia ante una eventual emergencia por Peste Porcina Africana (PPA).
La Resolución 275/2023, publicada este lunes en el Boletín Oficial, establece las acciones previstas que “deben ser aplicadas ante la confirmación de uno o más casos de PPA en cualquier parte del Territorio Nacional”, con el objetivo de “contener y disminuir el impacto que tiene esta enfermedad en las poblaciones de cerdos domésticos, en la producción porcina y en la cadena agroalimentaria”.
El Gobierno explicó que “un plan de contingencia funciona más eficazmente como un dispositivo de respuesta rápida ante una detección temprana de la enfermedad (cuando aún no se ha diseminado por amplias zonas del territorio)”. “Por tal motivo es muy importante que todos los actores que están en contacto con la producción porcina y la fauna silvestre estén sensibilizados con la detección y notificación al SENASA ante las sospechas de la enfermedad”, remarcó el Poder Ejecutivo a través de un comunicado emitido en las últimas horas.
Argentina posee un estatus sanitario diferencial respecto a PPA, una enfermedad que desde 2007 se ha expandido por Asia y Europa, diseminándose por países del Cáucaso, Europa del este, Rusia y en 2018 por la República Popular de China; afectando luego a otros países asiáticos vecinos, como también de Europa Central -Bélgica en 2019 y Alemania en 2020-, y a fines de julio del 2021, se confirmó en diferentes puntos de República Dominicana.
En este marco, el SENASA cuenta con un sistema de respuesta ante emergencias sanitarias, el cual se adapta a las medidas sanitarias según las características de la enfermedad que debe contener y erradicar. En este sentido, la norma se fundamenta en las recomendaciones de la Organizacion Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en materia de medidas sanitarias de sacrificio humanitario, restricción de movimientos y continuidad del comercio.
Antes de la publicación de la resolución en el Boletín Oficial, el proyecto de plan de contingencia fue puesto en consulta pública. Su oficialización esta madrugada establece entre sus puntos principales: la definición de caso confirmado de PPA, conformación de zonas epidemiológicas para una contención efectiva de los brotes, los procedimientos de limpieza y desinfección para eliminar los elementos contaminados con el virus de PPA, el sacrificio sanitario (bajo conceptos de bienestar animal) para eliminar cualquier fuente de virus, el tratamiento de los cerdos silvestres para minimizar la dispersión y las medidas sanitarias para la restitución de estatus sanitario de libre.
“Esta nueva Resolución establece el marco normativo para la interacción y coordinación, tanto de los servicios veterinarios, como los sectores relacionados a la fauna silvestre, las fuerzas públicas y fundamentalmente el sector privado”, indicó el organismo a cargo de Diana Guillen.
“Cuidar el patrimonio sanitario porcino es responsabilidad de todos y todas, contamos con la colaboración los actores involucrados para resguardar la salud de los animales y la provisión de alimentos”, concluyó el SENASA en el comunicado.
Qué es la Peste Porcina Africana y cómo se contagia
La Peste Porcina Africana es una enfermedad exótica infecciosa, altamente patógena, transfronteriza, hemorrágica, que afecta a porcinos domésticos y silvestres, con un alto índice de contagio. Causa hasta el 100% de mortalidad en los cerdos, lo que lleva a graves pérdidas económicas.
En cuanto al peligro de contagio para las personas, la PPA no representa ningún riesgo a la salud humana, ni por contacto directo con animales infectados, ni por medio del consumo de algún producto de origen porcino, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés).
Esta enfermedad es altamente transmisible porque el virus que la provoca tiene la capacidad de permanecer viable en materia orgánica por largos períodos (sangre, alimentos cárnicos no procesados térmicamente, cadáveres, etc.). Se trata de un virus que tiene alta letalidad y del cual no existe una vacuna eficaz que permita la contención de la enfermedad.
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