El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) habilitó hoy el desembolso de casi USD 5.400 millones a las arcas del Banco Central. El organismo monetario informó este viernes pasadas las 18 que el nivel de reservas había aumentado en USD 2.500 millones tras el envío de fondos desde Washington y el repago del vencimiento de fines de marzo. Desde que comenzó el nuevo Extended Fund Facilities (EFF), en marzo del año pasado, el FMI ya giró unos USD 29.000 millones.
El board confirmó oficialmente mediante un comunicado el giro del desembolso a la Argentina atado a la aprobación de las metas una hora después, cuando el resumen contable del BCRA ya había reflejado esa operación. El directorio, además, se aprestaba esta tarde a oficializar la modificación en la exigencia de acumulación de reservas para el primer trimestre de este año como consecuencia de la sequía, algo sobre lo que no hubo información oficial hasta el final del viernes. Se esperaba además que acompañe esa dispensa con advertencias sobre la situación económica y los próximos meses para algunas de los variables decisivas, como la inflación y el déficit fiscal.
El máximo órgano de decisión del FMI trató este viernes, en un debate que estuvo precedido por la discusión sobre un nuevo programa para Ucrania, la cuarta revisión técnica de metas que finalizó hace veinte días. En ese examen, el staff evaluó si el Gobierno había cumplido su compromiso de acumulación de divisas en el BCRA, de recorte del déficit primario y de techo a la emisión monetaria para financiar al Tesoro al finalizar el cuarto trimestre de 2022. En los tres casos hubo visto bueno del Fondo, lo que dio paso al desembolso.
Esa discusión, de todas formas, se preveía menos comprometedora. Sucede que el debate del directorio, además de incluir el chequeo de objetivos condicionales del acuerdo -bajo los cuales se aprueban o se traban los desembolsos- también busca determinar si el rumbo de la política de un Gobierno que tiene un programa financiero vigente es el correcto y qué medidas debería tomar o desalentar. La sequía y su impacto en la macroeconomía fue el tema central del ida y vuelta entre Buenos Aires y Washington de los últimos meses. Sin ir más lejos, no aparece como una discusión completamente saldada.
El desembolso que llegó al Banco Central será utilizado en su totalidad para cancelar deuda con el propio organismo. Tal como informó Infobae, una parte del envío que hará Washington será devuelto hoy mismo -por cerca de USD 2.700 millones en total- mientras que la mayor parte del saldo restante dejarán las reservas del BCRA en las próximas semanas, a medida que avance el calendario de repago.
“El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó hoy la cuarta revisión del acuerdo ampliado en el marco del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para Argentina. La decisión del Directorio hace posible un desembolso inmediato USD 5.400 millones (DEG 4.000 millones)], lo que sitúa el total de desembolsos en el marco del acuerdo en alrededor de USD 28.900 millones”, comunicó oficialmente el Fondo Monetario.
El Fondo Monetario ya había advertido a través de su informe de staff, una instancia previa a la discusión en el directorio, algunas luces de alarma que avizoraba para la economía argentina de los próximos meses. Principalmente, por la aceleración inflacionaria, la falta de reservas, la necesidad de mantener a raya el gasto público y, ligado a eso, agilizar la puesta en marcha completa del esquema de segmentación de tarifas que reduzca la cuenta de subsidios.
“Si bien se espera que políticas macroeconómicas más sólidas y esfuerzos para asegurar mejorar la cobertura de reservas y revertir las recientes pérdidas de divisas, se solicita una modificación del objetivo de acumulación de reservas internacionales netas para 2023″, había expresado el staff.
“Esto acomodará parcialmente el impacto cada vez más severo de la sequía, al mismo tiempo que tendrá en cuenta los efectos compensatorios de menores precios de importación de energía y las medidas de políticas acordadas. Se solicita que la mayor parte de esta acomodación se realice a principios de 2023, en consonancia con el impacto adelantado de la sequía”, mencionó el equipo técnico del FMI en ese momento.
Por otro lado, respecto a la inflación, el Fondo consideró que “repuntó en los últimos meses” y aseveró que “las autoridades pretenden mantener positivas las tasas de interés oficiales en términos reales”. “Mientras tanto, continuarán los esfuerzos para asegurar la competitividad externa y fortalecer la cobertura de reservas, que las autoridades planean complementar a través de la oportuna racionalización de la política cambiaria”, continuó el comunicado oficial.
Días después, el portavoz del organismo Julie Kozack había mencionado que el FMI estaba en un proceso de análisis de la medida de canje de deuda en dólares que había anunciado el Ministerio de Economía. “Estamos al tanto de la decisión y la estamos evaluando de acuerdo con los objetivos del programa. En nuestra opinión, en el manejo de la deuda es necesario mejorar el funcionamiento del mercado de bonos interno, pero debe llevarse a cabo de una manera que no aumente las vulnerabilidades en el futuro y también debe ir acompañado de políticas macroeconómicas estrictas y consistentes”, había expresado la vocera del FMI.
El organismo, a través de su vocera, también expresó sus preocupación por el impacto de la sequía, la aceleración de la inflación y el contexto político del país. “En un contexto económico más desafiante, en particular por una sequía cada vez más grave, ahora se necesitan medidas políticas más fuertes para preservar la estabilidad. Estas acciones más enérgicas también son necesarias para abordar el aumento de la inflación y los reveses de la política”, explicó.
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