“En su última visita nos contó, en una charla extensa y genial, cómo estaba innovando con artesanos de varios países para hacer un teclado de piano ligeramente curvo hacia los costados, para que la forma siga el movimiento del brazo cuando se toca”. El que habla del otro lado de la línea, del otro lado del Atlántico, es Roberto Naldi, el ejecutivo de Corporación América Airports –una de las empresas del holding que comanda Eduardo Eurnekian– quien está a cargo del aeropuerto de Florencia, en Italia, una de las 53 terminales que opera el grupo empresario en 6 países.
La referencia de Naldi corresponde al reconocido y premiado arquitecto Rafael Viñoly, quien falleció a los 78 años a comienzos de este mes mientras trabajaba en Rafael Viñoly Architects, su estudio en Nueva York. El teclado de piano curvado se concretó: se llama Maene-Viñoly Concert Grand y fue realizado junto al fabricante de pianos belga Chris Maene. Además de célebre en su profesión, Viñoly fue un reconocido melómano y un muy buen pianista.
Excéntrico y genial, Viñoly fue uno de los arquitectos más influyentes de las últimas décadas. Quienes lo trataron personalmente recuerdan su simpatía, su clásico atuendo de sacos con remeras y sus infaltables pares de anteojos simultáneos: hasta cuatro al mismo tiempo que colgaban de su cuello, o usaba tipo vincha, en su cabeza, e intercalaba según la necesidad del momento.
Nació en Uruguay, estudió en la UBA, en la Argentina, y adquirió fama global por sus obras icónicas. Por ejemplo, el edificio de la Televisión Pública, ex ATC, el Museo Fortabat, y el “Cero + Infinito” de la Facultad de Exactas de la UBA, todos en Buenos Aires. También el Forum Internacional de Tokio; la torre 432 Park Avenue, en Manhattan, el Museo de Arte de Cleveland y el puente de Laguna Garzón, en Uruguay, entre muchísimos otros.
Los aeropuertos son otros de sus sellos distintivos y en ese contexto nació la relación con el grupo Eurnekian, que se convirtió muy rápido en una amistad de más de dos décadas con su dueño. Viñoly diseñó el multipremiado aeropuerto de Carrasco, el principal de su país, que está coronado con una cubierta levemente curva de 365 metros inspirada en la topografía de las dunas orientales. Poco antes de su muerte había finalizado los planos de la nueva terminal de Florencia. Además, bajo su dirección se diseñó el que será el nuevo edificio de Corporación América, en Vicente López.
“Estamos organizando con el intendente de Florencia un homenaje que se hará probablemente en mayo. Es conmovedor escucharlo contar como nació el proyecto de Florencia. Seguramente estarán presentes Eduardo y el hijo de Rafael”, aseguró Naldi.
El video que acompaña esta nota es una mezcla del proceso creativo que combina trazos sobre papel con tecnología. Las imágenes muestran al arquitecto en acción relatando los detalles del proyecto y cómo se inspiró para diseñarlo. El piano que suena de fondo, al comienzo, es una pieza que tocó él mismo.
La nueva terminal de Florencia es uno de los principales proyectos en los que Viñoly trabajó incesantemente en los últimos 6 años. Plantea un modo de circulación interna muy eficiente y tendrá un imponente techo verde sembrado con viñas reales. La increíble estructura está compuesta por canales alineados en los que se sembrarán las vides que serán mantenidas y luego cosechadas. De esa manera, los pasajeros podrán ver las plantas, las uvas y el cielo desde el interior de la terminal, y desde el aire dará la bienvenida a la ciudad un típico paisaje de la Toscana italiana integrado perfectamente a la estructura del aeropuerto.
— ¿Cómo será la terminal y cuándo estará lista?
— Naldi: Nuestra nueva terminal de Florencia es el último gran proyecto de Rafael. Fue definido por él y ahora el estudio lo llevará adelante. Es una idea genial ver las viñas, la campiña italiana, en el techo del aeropuerto antes de aterrizar. Ese plano inclinado verde es increíble. Es una idea muy innovadora que además tiene áreas de llegadas y salidas separadas, algo que no es común en las grandes terminales. La gente irá a ver este aeropuerto por sí mismo, será una gran obra de arquitectura. Estará listo en un par de años: a fines de 2023 se comenzará con la construcción.
— ¿Por qué se decidieron por ese diseño?
— Pasamos por varias opciones. Rafael siempre venía en el avión con las maquetas, cada una era una obra de arte. Era un gran apasionado de Florencia: sólo alguien como él pudo definir y sintetizar de esa manera, con ese gran diseño, el espíritu de toda una región.
Legado
Tanto en Corporación América como en el estudio Viñoly destacan la relación de amistad entre Eurnekian y el arquitecto, un vínculo que se tradujo también en la realización de obras emblemáticas.
“Fue una relación de mutuo respeto entre dos personas muy exitosas y reconocidas en sus actividades que han transitado caminos de gran esfuerzo personal y que compartían una incansable necesidad de construir. En ese sentido, ante cada nuevo proyecto, Viñoly presentaba una visión de proyecto que trascendía el propio programa de arquitectura de modo de generar un efecto transformador en el ambiente físico y social”, resumió Sebastián Goldberg, arquitecto del estudio Viñoly, que participó en el desarrollo del aeropuerto de Carrasco y que hoy, junto a Román Viñoly y su equipo, se encarga de la obra del edificio corporativo de Corporación América.
— ¿Cómo será el nuevo edificio de Corporación América?
— Goldberg: Está en construcción y está previsto su finalización a fin de año. Es un edificio sobre el corredor Libertador con vista al río. Son 8 pisos de doble altura con entrepisos suspendidos integrados al espacio central, conectados por dos escaleras vidriadas que promueven la conectividad entre diferentes pisos y grupos de trabajo de la empresa. Dispone de una envolvente con vidrios de 2,2 metros de ancho por 6,6 metros de alto que maximizan la apreciación de las vistas y entrada de luz natural. Tendrá una muy alta eficiencia energética, sin antecedentes en la región, y una terraza pública de planta completa con vistas al río para uso de todos los usuarios y visitas. El edificio tendrá certificación Leed Gold, con uso racional del agua, alta eficiencia en sistemas de acondicionamiento térmico, regeneración de energía en ascensores y planta solar, entre otros.
— ¿Cómo fue trabajar con Viñoly?
— Rafael fue una persona de extraordinario e inagotable potencial creativo e intelectual. Concibió edificios únicos en todos los continentes, que transformaron de manera positiva e inconmensurable su entorno y comunidades. Fue una persona de gran generosidad y compromiso social. Educó y formó a generaciones de arquitectos en el enfoque práctico y profesional de la actividad por sobre todas las cosas. Fue un dedicado mentor para todos los que tuvimos la gracia de acompañarlo. Su legado son los cientos de proyectos ejecutados y en proceso; su hijo y cercano colaborador, Román; y la influencia en las personas que tuvieron el beneficio de aprender de él.
La futura sede de Corporación América es construida por Amarilla, una empresa que lidera Ezequiel Miedvietzky que recientemente recibió el premio mundial de sustentabilidad de United States Green Building Council por un proyecto en la Universidad Kaust de Arabia Saudita. El edificio, diseñado durante la pandemia, fue pensado para el futuro del trabajo.
“Desarrollar y construir el proyecto de Viñoly ha sido un camino de crecimiento y aprendizaje, que nos permitió redefinir la combinación de estética, innovación, sustentabilidad y bienestar humano, transformando nuestra visión profesional y personal”, aseguró Miedvietzky.
“Fue un visionario que será extrañado por todos aquellos cuyas vidas tocó a través de su trabajo”, lo despidió su hijo Román. Aeropuertos, museos, torres. En la Argentina, Italia, Japón, EEUU, Uruguay. El legado de Viñoly está plasmado en diseños y obras que trascenderán el tiempo.
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