La resurrección de los bonos Globales, los más importantes de la deuda externa porque se rigen por ley extranjera, no se debió a un atraso notable en los precios ni a que el mundo ve mejor el futuro de la Argentina. En estos movimientos, siempre hay alguien que sabe lo que los demás desconocen. Y en el mercado el rumor más firme, que se fue trasladando a los mejores precios de los bonos, es que el canje que se anunció de los títulos de la Anses para hacerse de dólares no prosperaría.
El impacto fue directo. Los bonos Globales subieron más de 6% y el riesgo país bajó 156 unidades a 2.365 puntos básicos (-6,2%). Otro rumor que ayudó a consolidar los bonos fue que volvería el dólar soja, aunque luego fue desmentida esa posibilidad. Para otros, se trató del “rebote del gato muerto”, como se llama a una resurrección pasajera tras varias ruedas de caídas.
Según Salvador Vitelli, analista financiero y experto en agronegocios, “los mercados a futuro de la soja en mayo y junio marcan que puede volver el dólar soja. Si el precio es conveniente se podrán conseguir entre USD 4.000 y 5.000 millones por la oleaginosa. No hay que olvidar que, ante la escasez del producto, va a ser fuerte la resistencia a desprenderse a precios bajos”.
“Sin embargo, creo que todavía no es prioridad el dólar soja en el Gobierno porque espera una ayuda extra del FMI por la sequía. Esos dólares suplantarían a los que se dejarían de percibir de una parte del agro”, señaló Vitelli. Lo que parece a punto de concretarse es el desembolso de USD 5.300 millones, de los cuales la mitad volverán inmediatamente al organismo multilateral para cancelar intereses.
Otro dato que parece haber jugado a favor de los que creen que el canje de los bonos de la Anses puede caerse, es la presión de las calificadoras de riesgo por esta operación. Ayer Moody’s le bajó la nota al sistema financiero; lo pasó de “estable” a “negativo” por la acumulación de títulos públicos en sus carteras. Días antes, Standard and Poor’s y Fitch habían bajado la calificación de la deuda argentina, degradándola a una categoría cercana al default.
La plaza cambiaria actuó guiada por estos rumores y los dólares alternativos tuvieron una ligera recuperación. El MEP subió $3,46 (+0,8%) a $386,81, mientras el contado con liquidación aumentó $5,26 (+1,3%) a $395,89. Hace varias ruedas que ambos dólares suben en simultáneo.
El dólar libre, en un día sin controles ni despliegues de fuerzas de seguridad en la “City”, bajo $4 a $393. En la plaza mayorista, el Banco Central pagó $208,30 por los dólares mayorista y tuvo que vender USD 95 millones. Con este ritmo de devaluación, a dos ruedas de terminar el mes, el dólar subiría en marzo 5,9% muy por debajo de la inflación esperada y de las tasas de interés.
Las reservas del BCRA, por la venta de dólares, la caída del oro y del yuan y la fortaleza del dólar frente a las principales monedas del mundo, bajaron USD 224 millones y perforaron el piso de USD 37.000 millones al quedar en USD 36.850 millones.
En la licitación de Bonos del Tesoro se recaudaron $294.502 millones, muy cerca de los $284.100 millones que vencían. Pese a no querer convalidar con una mayor aceptación las tasas de interés que le pedían, terminó captando las Letras de Descuento (LEDES) que vencen en julio a 125,1% efectivo anual. Por las de junio pagó 124,9% anual. Son tasas récord. El sector privado tras las advertencias de las calificadoras, no se mostró generoso como lo esperaba el Gobierno.
La Bolsa siguió en alza, pero con más cautela. Impactó positivamente la noticia de los bonos, pero este hecho había sido descontado el día anterior. Con negocios por $4.380 millones el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 2,77% en pesos y 1,4% en dólares.
Los negocios en ADRs -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- alcanzaron los $7.200 millones. Lo mejor pasó por YPF (+3,7%) y por Transportadora Gas del Sur (+3,1%).
El clima de negocios mejoró por la sensación de que no habrá canje de bonos Globales. Cualquier dato en contra, podría ahuyentar a los inversores. De lo que no hay duda es que seguirá la dolarización de carteras.
Seguir leyendo: