Fue la noticia del día. A partir de las 11, apenas abrió el mercado cambiario, las fuerzas de seguridad hicieron un operativo en la City que abarcó a una decena de “cuevas” para desalentar la suba del dólar libre. El efecto fue el contrario. Apenas enterados del primer procedimiento, los operadores cerraron puertas y ventanas.
La falta de vendedores hizo que el dólar libre rebotara $7 a $397 y el precio actuó como efecto dominó sobre las áreas lejanas donde las operaciones marcaron valores de hasta $401 como ocurrió en Rosario y otras ciudades importantes. Para las manos más chicas, en el conurbano, se pedía $400.
Un allanamiento a tres días de que empiece a regir el cupo de los USD 200 mensuales para clientes bancarios con cuentas en dólares es una invitación a comprar. El tema es si el Gobierno tolerará esa sangría o cerrará el grifo.
En los dólares alternativos, se siguieron vendiendo bonos AL30D en pesos para bajar las cotizaciones. Consiguieron un efecto extraño: elevar al dólar MEP y bajar al contado con liquidación. Es decir, abarataron el costo de girar dólares al exterior. Lo que para el Gobierno es una baja del precio de las divisas, para los privados es un subsidio a la fuga de dólares.
Los dos lo ven como algo favorable, porque el Gobierno quiere llegar a fin de año sabiendo que deberá luchar contra la escasez de dólares y con un escenario inflacionario complicado. Todo vale para llegar a la meta. Que nadie espere medidas ortodoxas en los próximos tiempos. Fue así como el MEP aumentó $7,15 (+1,9%) a $383,85 y el contado con liquidación perdió $1,55 (-0,5%) y cerró en $390,63.
En la plaza mayorista, el dólar aumentó 40 centavos a $207,84 y se mantiene el atraso cambiario porque el ritmo de devaluación corre al 5,9% para este mes. La inflación esperada en marzo es de 7% o más. El Banco Central esta vez tuvo que vender USD 74 millones en la plaza mayorista y las reservas bajaron USD 73 millones a 37.074 millones.
Los informes de los bancos extranjeros bombardeaban los escritorios de los analistas financieros y de los bancos. Morgan Stanley y BBVA pronosticaban un dólar por encima de $800 en 2024, en línea con la inflación prevista y con un dólar mayorista de poco más de $440 para fin de año. Lo cierto es que el dólar que superó a todos los dólares, fue el libre que padeció el cepo que imponen los controles policíacos.
Los bonos argentinos que, al igual que los emergentes, comenzaron en rojo, revirtieron sobre el final la caída por el mejor clima en los mercados del exterior y la baja en el precio de los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Los bonos locales de más largo plazo con ley extranjera tuvieron subas de hasta 2%. Por eso el riesgo país bajó 10 unidades (-0,4%) a 2.521 puntos básicos. En el peor momento de la rueda, el riesgo amenazó perforar los 2.600 puntos.
“El mundo estuvo más tranquilo que la semana pasada. Hay un contexto mundial tomador de riesgo que se ve en la baja de las cotizaciones de los bonos del Tesoro norteamericano a lo largo de la curva. El movimiento repercutió en el mercado de renta fija en general, por eso los bonos de Chile, Colombia, Perú y Brasil abrieron con bajas marginales. La Argentina tradea con otro criterio. La baja de la paridad de los bonos locales, desde que se anunció la recompra de bonos, es de 6% cuando el dólar bajó solo 2%”, dijo el analista financiero Franco Tealdi.
“No sirve este método de control de brecha cambiaria y control de tipo de cambio financiero, malvendiendo bonos en pesos. Se necesita una contraparte que ponga los dólares para no destruir las paridades. El único resultado del método es que aumenta el riesgo país o la desconfianza. Esto es lo que viene sucediendo. Hoy, los bonos argentinos con este contexto mundial, hicieron un reversal. No se debió a un factor interno, sino a que el mundo se decidió a tomar riesgo. Los dólares estuvieron tranquilos por esta calma del mundo”, señaló.
Para Salvador Vitelli, analista financiero y experto en agronegocios, “lo que se está viendo con esta venta masiva de bonos es que se impacta más en la baja de las paridades que en el tipo de cambio. Sino hay dólares el esquema es una alquimia. El mecanismo es engorroso porque en el mediano plazo se va a terminar con brechas cambiarias similares o peores, se evidenciará el déficit del Tesoro y las paridades van a estar cerca de los precios de default. Pero todavía el esquema no empezó a funcionar”.
“El otro tema es que el tipo de cambio que sigue relegado contra la inflación y las tasas. El atraso cambiario manifiesta una inflación anual de 44% en dólares. Si uno mira los precios del dólar futuro, están marcando una cierta inestabilidad. De acuerdo con la posición que se tome, marca una devaluación en el año de entre 155% y 165% anual. Si esto se lo mensualiza equivale a una devaluación de 7,7% contra 5,7% actual. El salto más marcado se ve en diciembre donde el Rofex marca un dólar de $424,50″, agregó Vitelli.
Para hoy se espera la licitación de Letras del Tesoro. Hay que renovar $284 mil millones de los cuales $274 mil millones corresponden a Letras de Descuento y el resto son intereses. Los instrumentos son Letras de Descuento, LECER (ajustan por inflación) y dollar linked (atados a la devaluación). Todos los vencimientos son entre abril y septiembre próximos. Nadie cree que haya problema para renovar los vencimientos porque el Tesoro está dispuesto apagar a los privados tasas más elevadas.
Lo más destacado de la rueda fue la segunda suba consecutiva de las acciones. Con negocios por $4.851 millones, se observó el retorno de los inversores que prefieren las acciones a los bonos de la deuda. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, tuvo un aumento de 3,69% en pesos y 4,2% en dólares.
Los negocios en ADRs -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- alcanzaron a $ 7.633 millones y hubo absoluta mayoría de alzas. Lo más destacado fue Telecom (+8,6%), Pampa Energía (+5,8%) y Edenor (+5,7%).
Seguir leyendo: