El secretario de Política Económica Gabriel Rubinstein defendió el canje de deuda de los bonos en dólares en manos del sector público y el sistema de subastas de otros títulos en moneda extranjera para alimentar el mercado de contado con liquidación, y aseguró, en ese sentido, que no representará un incremento de la deuda pública ni un perjuicio contra el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), la agencia que tiene a su cargo el manejo del sistema previsional.
Rubinstein destacó en Twitter que “se empezó a poner en marcha un dispositivo que permitirá evitar subas disruptivas del dólar financiero” y subrayó que “no se perjudica el FGS ni los jubilados, ni aumenta la deuda del Estado, ni aumenta el costo de la deuda estatal”.
“Cuánto más demanda de bonos AL haya, más financiamiento habrá para el Tesoro, más bajarán depósitos bancarios y Leliq. Pero si el mecanismo no se usa porque prevaleciera la calma cambiaria, estaría muy bien: implicaría una mejor situación para el Tesoro (seguiría financiándose normalmente), y mucha tranquilidad en depositantes”, explicó el viceministro de Economía.
Licitaciones transparentes
Al respecto, detalló también que la operación consiste en “alentar a que compañías de seguros, bancos, fondos de inversión, empresas e inversores en general, demanden bonos en dólares ley argentina (AL), y satisfacer esa demanda colocando los AL que hay en 113 reparticiones estatales”. Además, precisó que las colocaciones se harán “a través de licitaciones bien transparentes en ByMA (Bolsas y Mercados de la Argentina) y MAE (Mercado Abierto Electrónico), en forma cuidadosa, a fin de que la oferta de bonos acompañe la demanda de los mismos. También se adquirirán bonos globales, bajando deuda ley extranjera”.
Para el Estado baja una deuda y sube otra; el resultado en términos de Valor Presente Neto depende de muchos factores futuros
Además, en una columna de opinión el funcionario amplió que no considera que la medida aumente los niveles de deuda pública. En primer lugar, justificó que la deuda en dólares (AL, es decir los bonares bajo ley local) “se mantiene: baja en el sector público (intra sector público) y sube en sector privado, obviamente por el mismo monto, ya que es transferencia de AL de un lado a otro”.
En un segundo aspecto, mencionó que “la deuda en pesos del Tesoro aumenta (bonos duales a organismos públicos) y baja la deuda del BCRA (Leliq). Para el Estado baja una deuda y sube otra, cuyo resultado en términos de Valor Presente Neto depende de muchos factores futuros (tasa de devaluación, tasas de interés, etcétera)”, continuó.
En tercer término, hizo mención a la deuda con el sector privado, la que suelen tomarse en consideración para los análisis de sostenibilidad de los pasivos del Estado. Sobre este punto también marcó tres puntos: primero, que “sube deuda en AL y baja deuda en Leliq”. Luego, que “pareciera a primera vista una operación ‘ruinosa’ porque AL, al cambio CCL, tiene TIR muy altas (del orden del 25%-30% anual)”.
“Pero según sean los supuestos de brecha cambiaria, devaluación anual, tasa real de interés, tasa internacional, etcétera, es que la operación puede terminar siendo desfavorable, neutra o favorable para el Estado. Por ejemplo, si en los próximos diez años se eliminan las brechas cambiarias, hubiera una ligera apreciación del peso (por Vaca Muerta, litio, cobre, agro, etcétera), y hubiera tasas reales de interés positivas, la operación para el Estado sería neutra. Y si hubiera más apreciación, y/o más tasa real de interés, la operación pasaría a ser ventajosa para el Estado”, consideró.
Por último, que “en cuanto a riesgos de rollover: ¿alguien puede decir que será más riesgoso rollear deuda en dólares dentro de diez años que rollear deuda ahora, de Leliq, cada 30 días?”, se preguntó.
Qué había dicho Massa
El ministro de Economía, Sergio Massa, había afirmado el sábado que el canje de deuda de organismos públicos será “absolutamente beneficioso” para la Anses, que “ganará un poco más de USD 2.000 millones” con la operación, monto que será utilizado para un programa de créditos a lanzarse la semana próxima.
El Gobierno lanzó el canje de bonos en dólares por nuevos títulos duales en pesos -es decir que protegen contra la inflación y contra devaluación- con vencimiento para 2036, lo que alcanza a unos USD 4.000 millones en deuda que se encuentran en poder de organismos del sector público nacional. La conversión será compulsiva para los tenedores públicos que tengan en su cartera bonos regidos bajo legislación extranjera (globales).
Por otra parte, el Ministerio de Economía buscará que los bonos en dólares bajo ley local que estén en manos del sector público puedan ser ofrecidos en subastas al mercado para darle volumen al mercado de contado con liquidación y, aseguran, para evitar que el precio de los dólares paralelos tengan menos volatilidad en los próximos meses. Aún no fue anunciado cómo será el cronograma de ventas de los organismos públicos -que correrán por orden del Palacio de Hacienda y el Banco Central- y qué volumen tendrán.
Massa anunció, no obstante, que solicitó a la Universidad de Buenos Aires (UBA) un dictamen sobre la participación del organismo de seguridad social en el esquema de canje dispuesto esta semana, y aseguró que “si diera que no es beneficioso, Anses no intervendrá” en la medida.
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