El dólar libre perdió ayer dos pesos, y cerró a $389 para la venta, con lo que se alejó del máximo intradiario de $395 del martes. En la misma línea del descenso de precios del dólar informal, también el “contado con liquidación” (CCL) cayó ayer siete pesos (-1,7%), a $388,06 a través del Global 2030 (GD30C), el título de más liquidez en la Bolsa porteña. También retrocedió el dólar MEP, a $379,74 con el Bonar 2030 (AL30D). Ese desempeño de las cotizaciones libres del dólar, producto en parte del impacto de la decisión del ministro de Economía, Sergio Massa, de forzar a los organismos públicos a vender en el mercado los bonos en dólares para obtener, de manera indirecta, financiamiento para las cuentas del Tesoro y, a la vez, de la medida de concentrar la gestión de los títulos Globales que se usan para operar CCL precisamente para intervenir en esos mercados llevó a que, incluso antes de su vigencia plena, la brecha cambiaria se redujera al nivel mínimo en un año.
En el contexto de la marcado nerviosismo financiero por la incertidumbre que genera la escasez de dólares por de la sequía, el escenario internacional adverso y las dificultades para lograr renovar los vencimientos de la deuda en pesos más allá de octubre de este año, la evolución de los dólares financieros muestra una notoria estabilidad. A tal punto que, tanto el MEP como el CCL, son los precios de la economía que menos subieron desde que asumió Massa. Por caso, el CCL subió apenas 14,3% mientras que el MEP lo hizo en 16% y el blue avanzó 20% desde agosto del año pasado. Así, la brecha cambiaria se redujo de 140% en promedio a 83% actual. Si bien sigue siendo alta, la caída primero y el amesetamiento que se registra por estos días resulta clave en términos de inflación. Una disparada que de los tipos de cambios financieros, en el marco de aceleración de precios, no sólo profundizaría las expectativas negativas respecto a las chances de una devaluación del dólar oficial sino también tendría un impacto directo en la economía real, dadas las restricciones a las importaciones.
De ahí que las medidas anunciadas esta semana, si bien por un lado generaron dudas y provocaron caídas en los precios de los bonos soberanos, por el otro lado contuvieron la brecha cambiaria que amenazaba con volver a ampliarse la semana pasada.
“Desde el Ministerio de Economía impulsaron este miércoles una nueva estrategía, con la cual creemos que buscarán como primer efecto lograr cerca de $1,6 billones de financiamiento para el Tesoro y, como efecto secundario lograr cierta contención de los tipos de cambio financieros”, aseguró un análisis del Grupo IEB. en el que se explicó que esa contención no es en forma directa ya que no se producirá venta de dólares ni bonos en dólares contra pesos “sino más bien dándole profundidad al mercado de dichos dólares, logrando una mayor absorción de pesos y permitiendo una mayor dolarización de tenencias” .
Una mirada similar sostuvieron desde Delphos Investments donde consideraron que el Gobierno gana poder de fuego con todos los cambios anunciados al modificar la operatoria MEP y CCL “desde los GDs a los ALs”, los títulos en los que se concentran las medidas anunciadas, que son los que se utilizan para operar los dólares financieros. “Las paridades ya respondieron a esta potencial mayor oferta de bonos, afectando tanto a los ley local como los internacional. Creemos que estos últimos vuelven a ingresar en una interesante zona de compra, con miras al mediano plazo considerando la atractiva relación riesgo/retorno”, recomendó la asesora de inversiones.
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