Las brechas de precios entre las tarifas de energía eléctrica que se pagan en el AMBA y en el resto del país se fueron acrecentando en los últimos años, especialmente a partir de diciembre de 2019. Una de las causas se encuentra en la particularidad de cada uno de los marcos regulatorios provinciales.
Si bien el precio de la energía mayorista es igual para todo el país, el costo final por KWh consumido es muy variable según la zona. “Esto se explica, sin contar los impuestos, por las diferencias en el Valor Agregado de Distribución (VAD) que cada distribuidora cobra a sus clientes y que es autorizado por los entes reguladores provinciales excepto en el AMBA que se encuentra bajo jurisdicción nacional”, de acuerdo a un informe elaborado por Observatorio de tarifas y subsidios IIEP (UBA-Conicet).
Además, desde el año pasado, la segmentación de tarifas le puso aún más complejidad y aumentó la dispersión tarifaria ya que para los diferentes segmentos de usuarios -de acuerdo a su nivel de ingresos- puede variar el lugar donde encontrar la tarifa más baja.
Según el informe, la tarifa promedio del país para un usuario del segmento N1 (hogares de ingresos altos), con datos disponibles a febrero de 2023, es de $5.174 por mes para una factura de 300 KWh mensual. En este sentido, el valor más bajo por KWh se cobra en Jujuy ($3.539) y Tierra del Fuego ($3.545) mientras que el valor más alto es el que reciben los usuarios de Neuquén ($8.171) y Santa Fe ($8.135).
Los usuarios del AMBA del segmento N1 se encuentran por debajo del promedio del país con precios de $3.667 para Edenor y $3.661 para Edesur.
A su vez, la tarifa promedio del país para un usuario N3 (hogares de ingresos medios) es de $3.406. En este caso, el valor más bajo por KWh se cobra en el AMBA, con $1.783 para usuarios de Edesur y $1.791 para los usuarios de Edenor. Mientras tanto, el valor promedio más alto es el que reciben los usuarios de Neuquén, con $7.339 siempre para una factura de 300 KWh mensuales. En este segmento, la factura más elevada es casi 5 veces mayor a la más baja.
Por otra parte, la tarifa promedio del país para un usuario N2 (hogares de bajos ingresos), es de $3.106. En este caso, el valor más bajo por KWh se cobra en Formosa (que aun tiene el cuadro tarifario correspondientes a enero) mientras que el valor más alto es el que reciben los usuarios de Santa Fe, con $5.865. En este nivel, la factura más elevada es 4 veces mayor a la más baja.
Los usuarios del AMBA del segmento N2 se encuentran por debajo del promedio del país con precios de $1.527 para Edenor y $1.521 para Edesur.
Para los usuarios de altos ingresos, y para el promedio del país, el precio de la energía representa el 54% de la factura, mientras que el 46% lo ocupa el valor de distribución. En el caso de la factura de mayor monto, en el nivel de altos ingresos para Neuquén se compone de un 34% por valor de la energía y 66% por el VAD, mientras que en el nivel 2 esta relación es de 17% y 83% respectivamente para la misma provincia y en el nivel 3 es de 18% y 82% respectivamente en la jurisdicción.
“En las restantes jurisdicciones se observa la misma situación: mientras más bajo sea el nivel de ingresos, mayor proporción ocupa el VAD y menor proporción el precio de la energía”, explicó el informe del observatorio.
Evolución de la tarifa en términos reales
La tarifa media eléctrica del AMBA, equivalente a 300 KWh por mes, se redujo -en términos reales- desde diciembre de 2019. A su vez, los diferentes niveles determinados en el programa de segmentación de subsidios tuvieron un comportamiento diferente desde su implementación.
Entre enero de 2019 y agosto de 2022 la tarifa residencial para un consumo promedio se redujo 64%. A partir de entonces, la tarifa media para los usuarios del Nivel 2 (bajos ingresos) y Nivel 3 (ingresos medios) continuaron su trayectoria decreciente hasta hoy, mientras que la factura final para usuarios N1 (altos ingresos) aumentó a partir de la implementación de la segmentación de subsidios.
“Sin embargo, de no mediar aumento de tarifas en lo que resta del año, se prevé una reducción de la factura en términos reales para los tres niveles de usuarios residenciales”, explicaron.
En marzo de 2019 el valor de la factura llegó al máximo de la serie con un precio -en la moneda de febrero de 2023- de $7.155. Esto fue equivalente al 3% del salario en aquel mes, medido a partir de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
En febrero de 2023, en tanto, la factura media del AMBA para un usuario N1 es de $4.660 mientras que para un N 3 es de $2.257 y para un N 2 de $1.921. Con estos números, y al tomar el último valor publicado del RIPTE, en enero de 2023 las facturas de un usuario de ingresos altos representaron el 1,8% del salario promedio; mientras que las facturas de los usuarios de ingresos bajos y medios representaron el 1 por ciento.
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