En medio de las tensiones cambiarias crecientes, un informe elaborado por Fundación Capital arrojó un durísimo panorama respecto al comportamiento de las reservas netas. Según estimaron, el Banco Central habría perdido hasta mediados de marzo nada menos que el 85% del stock total. En apenas dos meses y medio, según estas proyecciones, la disminución fue de los USD 9.100 millones a tan solo USD 1.400 millones.
Ayer el ministro de Economía, Sergio Massa, procuró dar señales dirigidas justamente a fortalecer las reservas. A través de dos organismos internacionales como la Corporación Andina de Fomento y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) sumó USD 860 millones. Sin embargo, una porción de esas divisas se perdió en cuestión de horas, ya que el BCRA terminó la jornada con un fuerte saldo negativo de USD 261 millones por su intervención en el mercado.
Las luces rojas que encendieron los mercados en relación a las reservas se justifican en la rapidez de la caída del stock de los últimos meses y la perspectiva del bajón en la oferta de divisas que sucederá en los próximos meses producto de la sequía.
¿Por qué se produjo tamaño derrumbe en el nivel de reservas netas en tan poco tiempo? Fundación Capital -que históricamente maneja Martín Redrado y ahora dirige su mano derecha Carlos Pérez- enumera los motivos: hubo pagos netos al FMI por USD 3.300 millones, a bonistas privados se les pagó USD 1.020 millones (la mayor parte intereses de la deuda reestructurada) y el programa de recompra de bonos globales se llevó otros USD 525 millones. Además, el Banco Central acumuló ventas por USD 1.960 millones hasta el 16 de marzo, a las que deben agregarse las del viernes y ayer por otros USD 350 millones.
Si hay algo en lo que ya todo el mundo está de acuerdo es que es inevitable un fuerte salto del tipo de cambio oficial, ante la aceleración de la inflación y la pérdida de reservas. Sergio Massa quiere evitarlo a toda costa y la pregunta es si lo logrará, pasándole ese compromiso a la próxima administración
“La variable de ajuste continuará siendo el control de las importaciones, que prevemos que caigan en torno al 23% interanual”. La diferencia entre las importaciones y sus pagos se ampliará en el presente año, alcanzando un stock de deuda cercana a los USD 11.800 millones, contra USD 7.852 millones en 2022. Esto significa que el cepo cambiario deberá endurecerse hasta el extremo para llegar con algo de dólares a los meses previos a las elecciones.
El poco nivel de reservas sumado a la elevada inflación aumentó las especulaciones en las últimas horas sobre la posibilidad de una aceleración del ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. Junto a ello también circularon versiones sobre medidas cambiarias más drásticas, pero que fueron desestimadas por el ministerio de Economía.
Incluso los futuros de dólar tuvieron fuertes saltos ayer tanto en el MAE como en el Rofex, especialmente para los últimos meses del 2023. Eso significa que los inversores están esperando un salto cambiario mayor a medida que se acerca el período electoral.
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