Captar el interés de la juventud por adquirir un automóvil es uno de los mayores desafíos que tienen hoy los fabricantes de todo el mundo. El auto, tal como nació y se extendió como uno de los mejores inventos del siglo 20, ha dejado de ser un bien aspiracional para los “centennials”, la generación de personas nacida entre 1995 y 2010 aproximadamente, cuyos intereses están focalizados en la era digital y la conexión permanente con sus pares, y con menor influencia de sus referentes mayores, sean padres o abuelos.
El auto lo está padeciendo. Cada vez son menos los jóvenes que esperan con ansias cumplir la mayoría de edad para salir corriendo a obtener la licencia de conducir, y en cambio tienen su atención puesta en el mejor smartphone al que puedan acceder y a trasladarse en transporte público o autos con chofer, desde los clásicos taxis o remises hasta los Uber, Cabify, Didi, etc.
Captar la atención de los consumidores del futuro es, por lo tanto, una verdadera preocupación para los fabricantes de autos, porque mientras esta tendencia se mantenga, la relación de los jóvenes con los automóviles será cada vez menor.
Hay distintos modos de actuar. Así se pueden encontrar casos como el de Ferrari, que presentó por primera vez un auto de producción como el 296 GTB a través del popular juego de consola Fornite hace dos años, antes que el auto estuviera accesible en los exclusivos concesionarios de la marca. Porsche ha buscado algo parecido con otro videojuego, aunque con un auto que no se fabricará pero representa la imagen de la marca. Es su modo de “plantar una semilla” para el futuro con el modelo virtual Porsche Vision Gran Turismo. Y también Ford ha entrado al mundo del Gaming con juegos donde el protagonista es un Mustang o un Bronco.
Pero esa es solo una acción, que si bien es válida porque todo suma, no es garantía de resultados sino solo una herramienta de marketing que podrá mostrar su efectividad o no con el paso del tiempo.
Mientras tanto, hay acciones inmediatas que se pueden tomar, no solo para captar la atención de los jóvenes sino para darle posibilidades a todos, para que aquellos que pretenden llegar a un auto puedan hacerlo, ya que entre la evolución tecnológica por un lado y los estándares de seguridad y de bajas emisiones contaminantes cada vez más estrictos, la brecha entre el costo de un vehículo y las posibilidades de adquirirlo es cada vez mayor.
Toyota tiene una particular mirada al respecto, que probablemente sea uno de los secretos por los cuales siguen siendo líderes en ventas a nivel mundial desde hace varios años. El auto debe ser accesible a la mayor cantidad de gente que sea posible, porque más allá de ser una fuente de trabajo en todo el mundo, es el medio gracias al cual se pueden trasladar millones de personas en todo el mundo. Es una mirada holística del automóvil, y por esa razón es la automotriz con mayor presencia en un continente plagado de postergaciones sociales como África, por ejemplo.
Por esa razón, es la marca que mantiene la motorización de combustión interna como parte fundamental del desarrollo de las comunidades, e invirtió como nadie y antes que ningún otro fabricante, en los motores híbridos para mejorar los márgenes de emisiones de sus autos, pero sin dejar de lado los motores térmicos que permiten hacer más accesibles un vehículo a más personas.
Parte de esa política de mantener el auto en el centro del interés de las comunidades, está también en hacer que los niños y jóvenes de todo el mundo tengan ese vínculo intacto. Lo han ideado a través de un programa al que llamaron “Dream Car Art Contest”, nacido hace 20 años por iniciativa de Toyota Motor Corporation y que se extendió rápidamente a nivel global, lo que involucró también a Toyota Argentina desde 2011.
Los participantes son separados en tres distintos grupos etarios, uno conformado por chicos menores de 8 años, otro por aquellos que tienen entre 8 y 11 años, y una última categoría reservada para quienes tienen entre 12 y 15 años de edad. Participan todos los chicos del país, ya sea a través de la iniciativa de sus escuelas, de colonias de vacaciones, de eventos sociales como exposiciones o ferias donde Toyota interviene, y por iniciativa de concesionarios de la marca de todo el país. También hay una categoría de Interempleados de Toyota y de Intercolagiales de Zárate, ciudad donde está situada la planta de la marca en Argentina. Todos los dibujos participan también de las finales nacionales.
En esta edición, el jurado estuvo compuesto por ejecutivos de Toyota Argentina, profesionales de la decoración, el diseño gráfico y la enseñanza de artes plásticas, y un periodista de la industria del automóvil representando a Infobae.
Una primera preselección dejó 150 dibujos de cada categoría, provenientes de un total de más de 7.000 participantes que comenzaron a enviar sus trabajos el 15 de octubre de 2022 y que tuvieron como plazo máximo el 15 de febrero de 2023. La jornada de selección de los tres ganadores de cada categoría, se desarrolló en la planta de Toyota Argentina en Zárate. En una primera instancia quedaron los mejores diez y en una segunda etapa, se eligieron los tres mejores.
En todos los dibujos hubo dos temas que prevalecieron sobre el resto, y que fueron el cuidado del planeta y el Campeonato mundial de fútbol, que atravesó las fechas de iniciación y culminación del concurso.
La consigna no era solo dibujar, sino dar un mensaje y una explicación. Cada dibujo debía presentar un título y una descripción de su autor, algo que termina siendo muy valioso porque permite entender los valores que tienen los más chicos de la sociedad actual, donde la unión, el cuidado de los recursos naturales, la convivencia de los pueblos y el espíritu de equipo quedaron expuestos como pilares esenciales.
Los tres dibujos ganadores de las categorías nacionales viajarán a Japón para participar de las finales mundiales del “Dream Car Art Contest”, cuyos premios son USD 5.000 para el dibujante y USD 10.000 para su escuela. Pero quiénes ganaron las categorías en Argentina fueron premiados también con órdenes de compra de hasta $90.000 en tecnología, librerías o jugueterías para sus colegios, incluso si participaron del concurso a través de una acción fuera de su escuela, como la que organiza el concesionario más grande del interior, Senna Automotores, de Santiago del Estero, cuyo Presidente, Ricardo Dadale, también formó parte del jurado debido a su involucramiento personal con este interesante concurso.
Los ganadores de la 11ma. edición del concurso fueron Felipe Gutiérrez Caparroz con su “Camioneta Mundial” en la categoría de menores de 8 años, Sebastián Lorenzo López a través de su dibujo llamado “Mine Trash - Car” en la categoría de 8 a 11 años, y Victoria Camila González Vera, quién dibujó “El peón”, en la clase reservada para los adolescentes de 12 a 15 años.
“A través de Dream Car queremos que los más chicos tengan la posibilidad de relacionarse con la movilidad de una manera diferente y que, al mismo tiempo, puedan potenciar su creatividad e ingenio. Nuestra industria se enfrenta a una de las mayores transformaciones de la historia y los niños de hoy van a ser los protagonistas de la movilidad del futuro”, afirmó Eduardo Kronberg, Gerente general de ESG de Toyota Argentina, en la inauguración de la jornada final de selección.
Los ganadores de la 11ma edición del concurso fueron protagonistas del futuro no serán solamente usuarios de autos, clientes que comprarán uno y otro modelo, sino muchos de ellos, serán parte de la industria misma, fabricando, por qué no, el auto que soñaron de chicos.
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