Ganadores y perdedores del 2023: qué sectores crecerán pese a la sequía y cuáles se estancarán o perderán terreno

La contingencia climática de este año, que generará una pérdida cercana a USD 20.000 millones, afectará a muchos rubros

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La sequía generará un impacto
La sequía generará un impacto económico de hasta tres puntos del PBI, según algunas estimaciones (AP)

A pocos días de terminar el primer trimestre del año, y ya con la certeza de que la sequía generará un impacto negativo en la economía que puede llegar a los tres puntos del PBI, sumado a la incertidumbre propia del calendario electoral, la expectativa para el 2023 se presenta muy sombría para la mayoría de los sectores productivos.

La aceleración inflacionaria y la consecuente pérdida del poder adquisitivo, la falta de divisas y la contingencia climática representan un combo explosivo para la actividad económica, que no podrá eludir el enfriamiento durante los próximos meses. Sin embargo, hay sectores que aún así lograrán sobrevivir, e incluso crecer, en tanto que otros apenas podrán sostenerse, y otros tantos registrarán caídas. ¿Cuáles serán los más privilegiados? ¿Y cuáles afrontarán un año difícil, con caída de producción y de ventas?

Los rubros que pese a este escenario crítico mantienen su potencial de crecimiento son los de petróleo y gas, minería y servicios del conocimiento.

Desde la consultora Abeceb, la economista sectorial Natacha Izquierdo explicó a Infobae que “los sectores que seguirán siendo los ganadores son los que están más descalzados de la macro, que si bien sufren los desequilibrios porque generan incertidumbre, son actividades que están traccionadas por la integración global y se mueven por su propia inercia”. Aunque mantienen proyectos de inversión frenados, más aún ante la expectativa de cambio de gobierno a fin de año, son rubros con igualmente mostrarán crecimiento.

La aceleración inflacionaria y la consecuente pérdida del poder adquisitivo, la falta de divisas y la contingencia climática representan un combo explosivo para la actividad económica

Un informe que la consultora realizó para clientes destaca que el sector de petróleo y gas será intocable para el Gobierno este año debido a su potencial para sustituir importaciones de gas y aumentar las exportaciones de gas y de crudo, en un contexto en el que apremia la restricción externa y la escasez de divisas. La proyección de Abeceb es de una suba del 13% para la producción de petróleo y del 6% para el gas, sujeta al avance del gasoducto Néstor Kirchner.

En cuanto a la minería, la expectativa es que crezca 2,3% este año, pero las decisiones de nuevas inversiones esperarán una mayor certidumbre económica y reglas de juego. Según la consultora, las restricciones a las importaciones de insumos esenciales tensionan la producción de minerales como oro y plata y retrasan el avance de proyectos de construcción y/o ampliación de plantas para la extracción de litio. También supone un freno a las inversiones la imposibilidad que tienen las empresas de girar divisas a las casas matrices. A su vez, los servicios basados en el conocimiento completan la tríada de sectores con mayor potencial. Según precisó Izquierdo, las exportaciones de este rubro están proyectadas en unos USD 6.000 millones, en línea con las del año pasado, pero “se trata de una actividad muy dinámica”.

Radiografía sectorial y perspectivas para
Radiografía sectorial y perspectivas para el 2023, según la consultora Abeceb

En la vereda de enfrente, el sector más afectado este año será el de la agroindustria. La menor oferta de granos impactará negativamente en las exportaciones (entre USD 6.000 y 9.000 millones) y el ingreso de divisas, y además comprometerá las inversiones en tecnología y bienes de capital para el próximo ciclo, planteó Abeceb.

Y agregó el informe privado que “con una brecha cambiaria sostenida e incertidumbre en un año electoral, se espera una mayor resistencia a la liquidación de granos y a la adhesión a políticas de incentivos transitorios, presionando por una devaluación real permanente y significativa”. La merma en el ingreso de dólares se estima ya en unos USD 20.000 millones.

Con una brecha cambiaria sostenida e incertidumbre en un año electoral, se espera una mayor resistencia a la liquidación de granos y a la adhesión a políticas de incentivos transitorios (Abeceb)

Para el economista jefe del Ieral, Juan Manuel Garzón, la agricultura, la ganadería y la lechería son y serán los tres sectores más golpeados este año debido a la sequía, con caídas de producción, aumento de costos y descapitalización.

“A la agricultura, la sequía le hace perder rindes, en tanto que a la ganadería y a lechería le hace perder pasturas y le encarece la alimentación. Los ganaderos están viendo qué hacer; algunos van a decidir mandar algunos animales a faena”, dijo Garzón. Esta situación podría atenuar las subas recientes de la carne -cuyo precio, en términos reales, sigue por debajo del año pasado y de 2021-, pero “dos o tres días de lluvias pueden generar una retracción en la oferta y aumento de precios”.

En cuanto al sector de maquinaria agrícola, por ahora no se percibe tanto impacto en la producción, pero ya empiezan a frenarse las ventas, según lo que pudo percibirse durante la Expoagro. Lo que suceda con el clima en los próximos meses y cómo se presente el inicio de la campaña fina 2023/2024 serán clave para determinar cómo cerrarán el año sectores como el de maquinaria, fertilizantes y agroquímicos, que forman parte del ecosistema agropecuario.

“Las expectativas de cara al inicio de la campaña fina son buenas, con un cambio de patrón climático hacia Niño en el horizonte y una tendencia a la normalización en los precios de los fertilizantes que mejora los costos para la siembra de trigo, aunque con incertidumbre en torno al resultado de las elecciones y un posible cambio de gobierno”, planteó el informe de Abeceb.

La industria se ha comportado durante el último año de manera heterogénea y se espera que lo siga haciendo, con sectores pujantes, como el automotriz, que podría crecer en torno al 10% durante 2023, y otros como la molienda de oleaginosas, que tendrá un altísimo impacto producto de la sequía. Según informó Garzón, de una capacidad para moler 60 millones de toneladas, se reduciría a 30 millones.

El sector automotriz es, dentro
El sector automotriz es, dentro de la actividad manufacturera, uno de los más pujantes y que más potencial tiene de crecer este año (Reuters)

“Hay una ralentización del sector industrial. El 2022 cerró con un crecimiento del 4,3%. Este año proyectamos 1,4%. El sector que más tracciona dentro del industrial sigue siendo el automotriz, ya que si bien tiene algunos problemas de importación de insumos y autopartes, se posicionó muy bien en el exterior. Y la restricción de autos importados hizo que ganaron share las terminales que producen localmente”, manifestó la economista de Abeceb. Lo mismo sucedió en rubros como el de maquinaria y equipo y químicos.

En el caso del sector de alimentos y bebidas, si bien es bastante inelástico, comenzó un proceso de desaceleración en la segunda mitad del 2022 y cerró el año con una suba de 2,7%. Para este año, según el informe mencionado, se espera un sendero positivo pero decreciente (1,7% interanual), con problemas vinculados a la importación de insumos por mayor administración comercial y negociaciones con el Gobierno hasta junio, en el marco del programa “Precios Justos”.

Dentro de los sectores industriales, el vitivinícola es uno de los que peor desempeño ha tenido y proyecta para este 2023. Las estimaciones de la consultora prevén una caída del 5% en los despachos al mercado interno y de 15% en las exportaciones, mermas que se sumarán a las que ya registró el sector durante 2022. Es una actividad que viene muy golpeada y a la que la sequía la complicó muchísimo más. En línea con su colega del Ieral, Natacha Izquierdo remarcó que la faena bovina caería este año 3% y las exportaciones de carne, 3,7 por ciento.

Dentro de los sectores industriales, el vitivinícola es uno de los que peor desempeño ha tenido y proyecta para este 2023 caída del 5% del consumo interno y de 15% las exportaciones

El impacto de la sequía también tendrá su correlato en los sectores del comercio y de la construcción, ya que en ciudades predominantemente agrícola-ganaderas, se produce naturalmente un efecto derrame cuando al campo le va bien.

En el caso de la construcción, otro factor que incidiría negativamente en el balance de este año es la ralentización de la obra pública debido a la falta de fondos para pagar los contratos por parte del Estado. “La obra pública está con ciertos problemas para avanzar porque se pide una redeterminación de precios para los contratos. A pesar de que es un año electoral, el Gobierno no tiene mucho margen para encarar grandes proyectos”, afirmó la economista, quien agregó que también la obra privada comienza a ralentizarse.

Otra actividad que mostraría una desaceleración este año es el de electrodomésticos y electrónica de consumo, que treparían 2,2%, frente al 5,8% de alza del año pasado. “Tras un 2022 en el que las alternativas de financiamiento con Ahora 12, 18 y 30 dinamizaron la demanda, el recambio de bienes durables comienza a agotarse en 2023, y tanto el nivel de endeudamiento de las familias como la desactualización en los topes de tarjetas de crédito se suman como factores de riesgo que también ralentizarían el consumo”, destacó el informe de Abeceb.

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