Para Alfonso Prat Gay, que fue el primer ministro de Hacienda durante la gestión del ex presidente Mauricio Macri, el próximo Gobierno deberá corregir el tipo de cambio; sin embargo, opinó que no están dadas las condiciones para realizar una fuerte devaluación en una situación más complicada que en 2015, con muchos más pesos y menos dólares en el Banco Central.
También se refirió al cepo cambiario: “Cada vez que en la Argentina hubo cepo, la situación empeoró. Siempre. Está demostrado que el cepo es un desastre y por supuesto que hay que sacar el cepo, pero no creo que se pueda hacer de un día para el otro esta vez”, dijo en declaraciones a Radio Mitre. Prat Gay era el ministro en funciones cuando se levantó el cepo en 2015.
Pray Gay resaltó la necesidad de que ese tipo de medidas se tomen dentro del marco de un programa económico y político coordinado y con mucho diálogo con la oposición. “Las buenas propuestas que puede tener un partido político luego no se sostienen en el tiempo si los agentes económicos no creen que se van a sostener”, señaló.
“El próximo presidente se tiene que sentar a negociar con lo que quede en la oposición. Quiero creer que termina el kirchnerismo pero subsiste el peronismo donde hay figuras más racionales y hay que dialogar con ellos”, añadió.
Sobre la falta de consensos entre oficialismo y oposición dijo: “Tenemos que cortar con esa dinámica. Son décadas de esa dinámica y eso nos llevó a esta decadencia, pobreza, jóvenes que se van; en cualquier rincón del país los problemas son los mismos y la gente no da más. Hay una conciencia de necesidad de cambio y si hay un líder que puede capturar eso y explicar a la sociedad el camino para dejar la decadencia va a haber mucho apoyo”, anticipó.
También destacó al cobre, el litio, el petróleo y el gas como las grandes oportunidades de la Argentina. “El gas es un buen ejemplo ya tendría que estar Argentina exportando gas. Este Gobierno se demoró dos años en el gasoducto al que le puso el nombre de su jefe espiritual y no sé por qué no se avanzó con eso”, destacó.
De acuerdo a los cálculos, a una cuenta energética que el año pasado fue negativa en USD 5.000 se pasaría a una cuenta positiva de USD 15.000 millones. “El problema de la Argentina no es la escasa de dólares, es la escasez de sentido común”, indicó.
“La argentina ha sido siempre la Argentina de los contrastes; en este momento convive la tragedia del presente con la oportunidad del futuro. Es difícil mirar el futuro porque la tragedia del presente es total. La canasta básica sube 10% en un mes. Es un descalabro absoluto. La única vez que hubo inflación más alta fue hace 30 años, en medio de una hiperinflación. Lo que queda por delante es eso, respeto de cómo podemos empeorar. Es un Gobierno que no tiene intención en mejorar las cosas”, opinó.
También habló sobre las oportunidades de la minería. “Con un nuevo Gobierno se puede desempeñar a dejar atrás la tragedia del presente. Hay que sentarse a discutir con todos. En un país con 50% no podés poner el foco exclusivamente en el medio ambiente Hay que atender al medio ambiente pero también hay una generación que se está empobreciendo día a día”, alertó.
Y puso como ejemplo que un hogar tipo requiere $180.000 por mes de ingresos para no ser pobre mientras el salario promedio es de $100.000. “Todo indica para el final del mandato de Alberto Fernández la pobreza va a ser del 50% cuando asumieron en 35%. Es el gran desafío que hay por delante”, reflexionó. Luego, destacó que hay muchos economistas en Juntos por el Cambio trabajando en distintos planes y anticipó que luego de las PASO se integrarán esos equipos y coordinarán un programa común.
“El error en la primera gestión de Cambiemos fue no explicar por qué era necesario tomar estas medicinas hoy porque en unos pocos años vamos a estar mejor. El programa no se agota en el económico, la ventaja es que ya la sociedad se ha dado cuenta de que este modelo está agotado y no da para más”, explicó.
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