El decidido rescate sobre las entidades bancarias que impulsó esta semana el gobierno de EEUU no disipó aún la preocupación de los inversores por la liquidez del sistema bancario, lo que llevó a nuevas caídas de los mercados internacionales este viernes.
La confianza de Wall Street en los bancos regionales siguió tambaleándose este lunes a pesar de las medidas de emergencia del gobierno de Joe Biden para proteger los depósitos de sus clientes.
¿Qué son los bancos regionales?
Estas entidades financieras tienen negocios con un alcance a nivel estatal o en grandes ciudades de los EEUU y, aunque no se trata de bancos con actividad en todo el territorio norteamericano o multinacional, tienen carteras de gran peso. De hecho los activos de dos de estos bancos regionales que fueron noticia en los últimos días por la salida de depósitos -Silicon Valley Bank y Signature Bank- es comparable a los de los bancos que colapsaron con la crisis de las hipotecas de 2008, que llevó a la quiebra, entre otros, del gigante Lehman Brothers.
El VIX, que mide la volatilidad del mercado, alcanzó su nivel más alto desde fines de 2022 por el colapso de los prestamistas regionales
“En 2008, en Estados Unidos, los 25 bancos que quebraron tenían los mismos activos que los dos bancos que quebraron ahora. Todo creció mucho, y también la velocidad con la que se mueve el dinero de una cuenta a la otra”, afirmó Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero.
¿Qué originó el colapso?
La crisis del Silicon Valley Bank la semana pasada se concentró en 48 horas frenéticas en las que los clientes retiraron sus depósitos. Como muchos otros bancos, SVB invirtió miles de millones en bonos del Tesoro de EEUU durante la época de las tasas de interés cercanas a cero. Lo que parecía una apuesta segura se vino abajo rápidamente, cuando la Reserva Federal subió las tasas de interés agresivamente para controlar la inflación.
Cuando las tasas de interés suben, los precios de los bonos caen, por lo que el aumento erosionó el valor de la cartera de bonos del SVB. Al mismo tiempo, la subida de tasas de la Reserva Federal elevó los costos de los préstamos, lo que obligó a las empresas tecnológicas -sus principales clientes- a destinar más efectivo al pago de la deuda. Al mismo tiempo, tenían dificultades para conseguir nuevos fondos de capital de riesgo. Esto obligó a las empresas a recurrir a los depósitos del SVB para financiar sus operaciones y su crecimiento.
Además, el prestamista anunció que había vendido una serie de títulos con pérdidas y que vendería USD 2.250 millones en nuevas acciones para subsanar sus finanzas. Esto desató el pánico entre los clientes, que retiraron su dinero en masa y en efecto contagio sobre otros bancos de rango similar.
¿La crisis se encapsula en estos bancos?
No, su alcance económico y financiero es mucho mayor si se considera que el Silicon Valley Bank, con sede en Santa Clara, California, colapsó el viernes, seguido del Signature Bank, con sede en Nueva York, en la segunda y tercera mayores quiebras bancarias de la historia de Estados Unidos. La crisis se propagó por los mercados mundiales y afectó a los valores del sector, entre ellos Credit Suisse esta semana.
El influyente inversor Bill Ackman dijo que la intervención sólo sirvió para extender el riesgo de contagio. “El resultado es que el riesgo de impago del First Republic Bank se está extendiendo ahora a nuestros mayores bancos. Extender el riesgo de contagio financiero para lograr una falsa sensación de confianza en First Republic es una mala política”.
¿Qué medidas tomó el gobierno de EEUU?
El domingo 12, las autoridades estadounidenses anunciaron que garantizarán el retiro íntegro a los depositantes de SVB y permitirán el acceso a todos los depósitos de Signature Bank, un banco de Nueva York que fue clausurado por el regulador estadounidense.
Además, la Reserva Federal (Fed, el banco central) estadounidense se comprometió a prestar los fondos necesarios a otros bancos que los necesiten para cumplir con solicitudes de retiro de sus clientes.
¿Cuál es la diferencia con la crisis de 2008?
La intervención del gobierno de Biden y de la Reserva Federal no equivale a un rescate al estilo de 2008, lo que significa que los inversores en acciones y bonos de los bancos no estarán protegidos. Al garantizar todos los depósitos –incluso el dinero no asegurado que los clientes mantenían en los bancos intervenidos–, el gobierno norteamericano busca evitar que haya más colapsos bancarios y ayudar a las empresas que depositaban grandes sumas en los bancos a seguir pagando las nóminas y financiando sus operaciones.
Mike O’Rourke, estratega jefe de mercado de Jones Trading, dijo a CNN que “es bueno que tengamos el respaldo y es bueno que los depositantes estén protegidos. Pero no cambia el hecho de que siga habiendo problemas: básicamente se está ganando tiempo para solucionar los problemas de una forma mejor”.
¿Cómo golpeó esta crisis en las acciones?
Las acciones del Silicon Valley Bank se hundieron un 60% en las últimas seis ruedas operativas de Wall Street. Las acciones del Signature Bank cayeron 32% hasta que fueron retiradas de cotización el martes de esta semana. La fuerte caída obedece a que aún no se restableció un clima de confianza sobre la solvencia de las entidades, aún con el recuerdo fresco del colapso de Lehman. Aunque este estado de ánimo puede variar en los próximos días por el rápido y coordinado accionar del gobierno de EEUU, la Fed, entes reguladores y grandes bancos privados, todavía perdura la ola de ventas para acciones bancarias.
La turbulencia bursátil se inició cuando la semana pasada los clientes del Silicon Valley Bank entraron en pánico y retiraron sus depósitos
Los principales bancos estadounidenses, encabezados por JP Morgan Chase y Bank of America, inyectaron USD 30.000 millones en depósitos en First Republic, para salvar así a un prestamista que experimentó la salida de depósitos por contagio de los anteriores. Sus acciones se desplomaban 26% este viernes, para acumular una baja de 81% desde el 9 de marzo.
El jueves, Credit Suisse se convirtió en el primer gran banco mundial en ser rescatado desde la crisis financiera de 2008, mientras el temor al contagio se apoderaba del sector bancario. Las acciones del gigante de la banca europea cayeron 31% en la última semana.
¿Cómo se evidencia la aversión al riesgo inversor?
A pesar de los rescates financieros de los atribulados Credit Suisse y First Republic Bank, se mantiene en pie una aversión al riesgo inversor que disparó los precios de los bonos del Tesoro estadounidense a dos años, en una señal que refleja las expectativas de tasas de interés.
En sentido inverso, las tasas de retorno de la deuda norteamericana registran su mayor caída semanal desde septiembre de 2001, con un descenso de más de 50 puntos básicos. Por su parte, el rendimiento de los bonos a cinco años iba rumbo a anotar su peor resultado semanal desde noviembre.
¿Cuánto rinden los bonos del Tesoro de EEUU?
La rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años bajó 16,8 puntos básicos, a 3,416%. En la semana, el rendimiento a 10 años ha bajado 27 puntos básicos, la mayor caída desde noviembre. El rendimiento de los bonos estadounidenses a 30 años caía 10,2 puntos a 3,612%. El rendimiento del Tesoro estadounidense a dos años, bajó 14,9 puntos hasta el 3,981% anual.
La parte de la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro que mide la diferencia entre la deuda a dos y diez años se situaba en -56,9 puntos básicos. A principios de semana, en plena agitación bancaria, la curva redujo su inversión a -28,6 pb, su menor nivel desde octubre, ya que los inversores redujeron los escenarios de subidas de tasas este año.
Una de las referencias para determinar el “miedo inversor” o el grado de “aversión al riesgo” es la evolución del índice VIX o índice de volatilidad, que desde el jueves 9 a este viernes se disparó más de 50% en Wall Street desde los 19 a los 30 puntos, su nivel más alto desde un máximo desde octubre del año pasado.
¿Cuánto alteró la estrategia de la Fed?
Los bancos también solicitaron cantidades récord de liquidez de emergencia a la Reserva Federal en los últimos días tras la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank, lo que deshizo meses de esfuerzos del banco central para reducir el tamaño de su balance.
Los bancos tomaron un máximo histórico de USD 152.900 millones de la tradicional facilidad de préstamo de último recurso de la Reserva Federal, conocida como la ventanilla de descuento, desde el miércoles, mientras que también tomaron USD 11.900 millones en préstamos del recién creado Programa de Préstamos Bancarios a Plazo de la Reserva Federal.
Por otra parte, los analistas descuentan que la Fed deberá revisar e incluso revertir su agresivo programa de alza de tasas de interés para evitar un mayor daño sobre las entidades, cuyo modelo de negocios está comprometido por encarecimiento del costo del dinero.
¿Cómo le afecta a la Argentina?
Como le ocurrió a todas las bolsas, las acciones y bonos del país negociaron a la baja, aunque en el caso argentino esta pérdida se amplificó debido a las debilidades propias de la economía doméstica. Entre el jueves 9 de marzo y este viernes 17, el índice S&P Merval perdió un 18% en dólares, mientras que los bonos en dólares cayeron un 10% en promedio. El riesgo país de Argentina, que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de EEUU, subió casi 300 puntos o un 14%, para asentarse otra vez en la zona de los 2.400 puntos, algo que no ocurría desde noviembre del año pasado.
“Argentina está aislada del resto del mundo y en ese sentido, no hay contagio, pero si se profundiza la crisis, Argentina tiene que negociar con el FMI, y la gente va a tener menos oído para escucharnos cuando hay una crisis global. También creo que los bancos van a ser mucho más cautos a la hora de prestarle dinero a las empresas tecnológicas a partir de ahora”, comentó Javier Timerman.
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