El dilema del Banco Central: si sube las tasas, también encarecerá su propia deuda

Los abultados pasivos remunerados de la autoridad monetaria, los pases y las Leliq, serían aún más grandes si decide elevar las tasas como una vía para contener la inflación

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ARCHIVO- Vista de la entrada principal del Banco Central en Buenos Aires, Argentina, el viernes 8 de julio de 2022. El gobierno de Argentina anunció el miércoles 18 de enero de 2023 que recomprará parte de su deuda externa por 1.000 millones de dólares. (AP Foto/Natacha Pisarenko, Archivo)

La inflación de 6,6% no la esperaban ni los más pesimistas. El lado positivo es que este número podía haber sido alterado hacia abajo y nadie se hubiera dado cuenta, lo que prestigia al Indec.

Pero a partir del dato, comenzaron a aparecer las proyecciones para marzo que la ubican en 7%, porque la inflación núcleo (sin precios de energía ni productos no elaborados) del mes pasado fue de 7,7% y esta es la medición más auténtica porque desprecia la estacionalidad.

Tras el fatídico número, son pocos los que dudan que el directorio del Banco Central en su reunión de mañana puede subir la tasa de interés para evitar que el dólar y la inflación se disparen.

“La inflación golpea no solo porque la economía que está fuertemente indexada, sino que los precios relativos están sumamente distorsionados y va a ser difícil recuperarlos. Energía, gas, están 33% abajo en lo que va de la gestión de Alberto Fernández. Comunicación, también está por debajo y prendas de vestir y calzado, viven la gloria de estar por encima. Los precios son dispares. Las tarifas, por caso, para recuperar lo perdido por la inflación, deberían subir 50%. Esta inercia puede provocar números más complicados de los que estamos teniendo. Hoy, quedarse en 75%, que equivale a una tasa efectiva anual de 107%, es insistir en el error. Algunos culpan a la suba de la carne y es injusto porque estuvo rezagada en todo 2022. La inercia inflacionaria es lo que debe preocupar porque pone al Banco Central en una encrucijada para subir las tasas porque hace crecer los pasivos remunerados, pero si no la cambia, acelera inflación particularmente en marzo y abril, meses complicados”, señaló Salvador Vitelli, analista financiero y especializado en agronegocios.

La inflación ahora hizo pie en tres dígitos al anualizarse a 102,5%. De esta manera, la deuda del Tesoro y del Banco Central, más si sube la tasa de interés, no tendrán licuación alguna.

En este escenario, desde el Banco Central dejaron correr a los dólares alternativos, pero enseguida salieron a intervenir y lograron que el MEP baje $1,75 (-0,5%) a $377,76. El contado con liquidación, el dólar que más subió en las últimas ruedas, perdió $4,05 (-1%) a $391,47. El “blue” se mantuvo sin cambios.

Para el trader Esteban Monte, “la inflación encendió todas las alarmas porque se podría descontrolar más en los próximos meses y despertar definitivamente al dólar que está aplastado por las altas tasas que paga el Tesoro. Los cierres de hoy marcan un dólar muy retrasado y esto lo remarcan las proyecciones de Bank of America que mantuvo su pronóstico de un dólar oficial a $369 en diciembre y de $574 para fin de 2024. JP Morgan estima una inflación de 112% para este año y el Citi otra de 110%”.

La sorpresa se dio en el dólar mayorista donde la punta compradora no varió y la vendedora subió apenas 23 centavos a $202,10, lo que es un contrasentido con el aumento de la inflación porque aumenta el atraso cambiario.

“La mala praxis cambiaria llama mucho la atención porque la baja fue con una fuerte presión de ventas sin tener reservas. No hay lógica”, agregó Vitelli.

En estas circunstancias, el Banco Central tuvo que vender por importaciones de energía y demanda de empresas, USD 145 millones. Las reservas, por la suba del dólar y la caída del yuan y del oro, perdieron USD 178 millones y quedaron en USD 38.142 millones.

Los bonos tuvieron una ligera recuperación con alzas que llegaron a 1,5% y redujeron el riesgo país en 30 unidades (-1,3%) a 2.293 puntos básicos. Entre los títulos en moneda local, llamó la atención que los bonos que ajustan por CER tuvieran retrocesos de hasta 1,61% como fue el caso del TX24.

La contradicción estuvo en la suba de 0,50% de los bonos duales que ajustan por CER o devaluación y son de plazos más cortos.

En Estados Unidos se vivió otra realidad. El índice de precios de febrero fue de 6% anual. Tuvo el menor aumento desde setiembre de 2021 y provocó la suba de las acciones de los grandes bancos y de las entidades regionales que eran las más afectadas. Ahora, el mercado espera que la Reserva Federal cambie de opinión y la próxima semana suba las tasas 0,25 puntos en lugar de 0,50%.

La Bolsa local no se contagió de esta buena nueva y siguió en baja. Con un elevado monto de negocios de $5.303 millones, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, cayó 2,2% en pesos y 1,1% en dólares.

Los negocios en ADRs -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $8.332 millones y hubo un leve predominio de las bajas.

El mercado operará con más información tras el impacto del dato inflacionario y apostará a la suba de tasas. Puede haber un rebote en las acciones. Por supuesto, la tendencia a la dolarización irá en aumento porque consideran que la divisa está atrasada y se preparan para el shock de la sequía que se sentirá a partir del mes que viene.

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