Bonos en dólares: por qué la caída del Silicon Valley Bank puede terminar siendo una buena noticia para la Argentina

La expectativa del mercado se modificó rotundamente y los inversores ya no prevén una fuerte suba de tasas globales ni una marcada recesión, lo que podría alentar la recuperación de activos locales

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La caída del SVB puso
La caída del SVB puso freno a la suba de tasas por parte de la FED, a juzgar por la expectativa del mercado.

La caída del Silicon Valley Bank o el “banco de las startups” produjo ayer un fuerte cimbronazo en los mercados globales en la medida en que se extendió el temor al riesgo sistémico, es decir, el contagio entre depositantes de todo el sistema bancario norteamericano y también mundial.

Sin embargo, también produjo un rotundo e inmediato cambio de expectativas en las expectativa de los inversores que, si bien no llega a transformarse en viento de cola para la Argentina, al menos podría aflojar la presión a la que está sometida la economía local en el plano financiero. Se sabe, la política esperada por el mercado de una fuerte suba de tasas por parte de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos hasta hace menos de una semana, que infundió fuertes temores a una recesión global, tuvo el peor de los efectos sobre la deuda argentina. La salida de capitales de los mercados emergentes golpeó con más fuerza a los activos locales y los bonos en dólares que, tras el lejano rally de fines del año pasado y primeros días de enero, volvieron a paridades debajo de los 30 dólares. Todo empeoró ayer, con una suba marcada del riesgo país en medio del tembladeral por las consecuencias del quiebre del SVB.

Sin embargo, la perspectiva de mediano plazo, superado el pánico inicial, puede dejar una mejora relativa para la Argentina. Eso porque el mercado asume ahora que la FED aflojará el ritmo de suba de tasas de interés -incluso algunos creen que directamente lo frenará- lo que alivia las tensiones en torno a una recesión que se había empezado a descontar en los últimos días.

“El potencial cambio de rumbo de la Reserva Federal en la política monetaria podría implicar una leve recuperación para los bonos argentinos”, sostuvo el equipo de analistas que lidera el economista Pedro Siaba Serrate, Jefe de Estrategia de la consultora financiera PPI. En su informe de Perspectivas Semanales, fundamentó: “Por un lado, una disminución en el endurecimiento de la tasa de interés podría generar que los inversores, en busca de mayor rendimiento, incluyen en sus portfolios títulos más riesgosos, como los argentinos. Por otro lado, liberaría liquidez en el mercado favoreciendo esa misma dinámica. También un dato favorable de la inflación estadounidense señalaría en dirección a una menor suba de tasas impactando positivamente en los Globales”.

Un operador mira unas cotizaciones
Un operador mira unas cotizaciones junto a una pantalla con información sobre First Republic Bank en la Bolsa de Nueva York, EEUU. 13 marzo 2023. REUTERS/Brendan McDermid

Sin desconocer las enormes dificultades de la coyuntura económica local, una línea similar trazó en su análisis el socio de Adcap, Javier Timerman “Los futuros empezaron a predecir que la Reserva Federal de los Estados Unidos va a dejar de subir la tasa y posiblemente, la va a tener que empezar a bajar”, detalló. En el análisis semanal de su agencia, en tanto, se sostuvo que el efecto inmediato del colapso del SVB fue un recorte en los pronósticos de tasas de la Reserva Federal. “La subida de tasas que esperaba el mercado hasta el mes de septiembre estaba en torno al 5,5%, que fue recortado rápidamente hasta el 4,1%. Es decir, en poco días, el mercado espera 1,5 puntos menos de suba de tasas”. detalló, lo que en definitiva significa una flexibilización del duro enfoque que venía anticipando la autoridad monetaria norteamericana, con todo el impacto que ello implicó para los países emergentes como la Argentina. La próxima reunión de la FED para definir si, efectivamente, no modifica o sube menos de lo esperado la tasa de interés es la semana próxima, el 22 de marzo. A partir de ahí se podrá empezar a conocer el verdadero efecto sobre el mercado local de la caída del SVB.

Con todo, reducir el contexto a esa decisión puede resultar miope ya que, en definitiva, a la par de la expectativa de un cambio en la política monetaria, el mercado también teme un posible revival de la crisis financiera de 2008, con las enormes consecuencias mundiales que eso trajo aparejado.

“Es la segunda mayor quiebra bancaria desde la crisis de 2008. Esto trae un nuevo foco de tensión en el mercado que, a pesar de la regulación de la FED y de las normas prudenciales que le fueron exigiendo a los bancos desde la crisis de Lehman, mirará más de cerca la salud del sistema financiero. Si bien las primeras medidas apuntan a un rescate de la entidad y encapsular la crisis, esta quiebra le pone un condimento más a un mercado que viene golpeado por la resistencia de la inflación. Será una prueba más para la FEE que ahora no sólo tendrá el desafío de bajar la inflación sino que también deberá cuidar la salud del sistema financiero”, sostuvieron desde el Grupo Cohen.

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