Desde Nueva York, EEUU - Enviado especial. Como sucede en estos casos, hubo cuenta regresiva, gritos y martillazos. Así es el “closing bell” en el New York Stock Exchange, la bolsa de Wall Street que es mayor mercado de valores a nivel global, en el imponente edificio de la calle Broad, en el sur de Manhattan. Ayer en ese lugar, en un frío mediodía de marzo con pronóstico de aguanieve, YPF celebró los 30 años de cotización. Desde el balcón que da al piso de operaciones, donde los traders de guardapolvo azul cerraban las últimas operaciones antes del fin de semana, saludaron Pablo González, presidente de la empresa; su CEO, Pablo Iuliano, otros directivos de la petrolera, y algunos invitados, como la secretaria de Energía, Flavia Royón, y el embajador en EEUU, Jorge Argüello.
Minutos antes, ambos directivos y el CFO Alejandro Lew, brindaron una exposición de más de una hora ante banqueros, inversores y analistas. Allí mostraron detalles de los resultados récord del balance 2022 de la empresa, que presentaron el jueves y que tuvo como responsable central a Vaca Muerta. También anunciaron la estrategia para los próximos años, que incluye una inversión de USD 5.000 millones solo para 2023.
Luego, González y Iuliano hablaron con un grupo de periodistas, entre los que estuvo Infobae, sobre el proyecto de ley para impulso del GNL, sobre cómo serán los aumentos de los combustibles en lo que queda del año, de la distribución de dividendos que planean para los accionista de la empresa -algo que anunció el ministro Sergio Massa, por medio de una videoconferencia desde Buenos Aires- y también de Palermo Aike, el nuevo yacimiento shale que podría ser un potencial “hermano menor” de Vaca Muerta.
“En 2022 hubo problemas. Están y hay que resolverlos, nadie los niega. Pero a pesar de la coyuntura y de la macro, YPF creció y generó una ganancia de USD 2.200 millones. Y tuvo un crecimiento anual de 47% en crudo y lo mismo en gas. Bajamos la deuda y crecimos a pesar de los problemas”, destacó González cuando se le preguntó cómo se desarrolla un negocio con buenos números en un contexto económico muy complejo, con alta inflación y devaluación. Lo mismo habían consultado los analistas minutos antes.
“Prometemos resultados alcanzables y eso es lo que termina haciéndonos creíbles. Por eso los accionistas nos apoyan”, agregó Iuliano.
Gas licuado
Con respecto al proyecto de ley de GNL, YPF confía en que será enviado en los próximos días desde Economía al Congreso para su tratamiento. El mismo incluye disponibilidad de divisas para las empresas que inviertan en el proyecto que buscará llevar el gas de Vaca Muerta a zonas portuarias, en Bahía Blanca, donde un barco hará la licuefacción para exportarlo. Luego, en asociación con la malaya Petronas y como parte del proyecto completo, se haría una planta para industrializar ese proceso. Una instalación de ese tipo tiene un costo de unos USD 4.000 millones.
“GNL tiene que ser una política de Estado, como el hidrógeno. Como el offshore que empezó Iguacel (Javier, exministro de Energía del gobierno de Mauricio Macri) y nosotros seguimos adelante hasta que lo frenó Montenegro, el intendente de Mar del Plata que es del mismo signo político que Iguacel. El proyecto tiene que dar estabilidad fiscal por mucho tiempo, y eso lo tiene que marcar el Congreso”, detalló González.
“El tema de las divisas es así, pero este es un proyecto que no es para ahora. Si todo sale muy bien se exportará recién en unos cuatro años. No hay que pensar en los dólares hoy, sino en lo que se puede generar a futuro”, dijo el presidente de la petrolera.
¿Otra Vaca Muerta?
Palermo Aike es una suerte de hermano menor de Vaca Muerta. O al menos eso creen en YPF según estudios de factibilidad que están llevando adelante.
Se trata de un yacimiento que está en la provincia de Santa Cruz, es también de hidrocarburos shale y Massa aseguró ayer que tiene un potencial de un tercio de Vaca Muerta y un horizonte de generar hasta 10.000 millones de barriles equivalentes de petróleo. “En cuatro años podemos superar el millón de barriles por día y un 30% más que de gas que en la actualidad”, detalló el ministro.
Durante la presentación en el NYSE, los funcionarios de YPF confirmaron que se están buscando socios para desarrollar el proyecto de shale santacruceño.
“Vamos a usar la curva de aprendizaje de Vaca Muerta. Hay mucha expectativa: se trata de un petróleo liviano, que ya estamos testeando en pozos verticales y que tiene la ventaja coyuntural de que existe infraestructura para llegar rápido a los puertos de exportación. Hay capacidad ociosa en los sistemas de transporte del sur. Es una oportunidad para captar si la productividad de los pozos acompaña. Vamos a empezar a perforar antes de fin de año y luego vamos a testear la productividad entre tres y seis meses. Ahí empezaremos a pensar en poner en valor el yacimiento. Es una alternativa diferente y un valor que le podemos agregar al país”, aseguró Iuliano. Allí hay bloques de YPF, de petroleras privadas y también de la provincia.
Desde este año, YPF volverá a exportar petróleo, algo que la empresa no hace desde 2007. Así se llegará a una refinería de Chile por medio del Oleoducto Transandino (Otasa) con un potencial de 110.000 barriles diarios a septiembre (30.000 barriles desde mayo) y a un precio similar al internacional.
Este 2023, para crecer en producción, la empresa planea tomar deuda del mercado local, como viene haciendo en los últimos años. Serán unos USD 2.000 millones.
El precio de la nafta
Según los directivos de YPF, la estrategia de precios de los combustibles buscará seguir lo más de cerca posible la inflación, incluso en este 2023 electoral. “Con eso con eso vamos a estar bien, sabiendo que estamos un 15-20% de retraso del import parity (precio de importación). Solo importamos una parte pequeña del combustible que vendemos”, afirmó Iuliano.
“¿Esa estrategia de subas seguirá siendo mensual?”, consultó Infobae. “Sí, es lo que intentamos. Vamos a ajustar en función de cómo corra la inflación. Sabemos que estamos en un año electoral y que tiene impacto, pero esa es la estrategia”, dijo el CEO y aseguró que aún no los convocaron desde Economía para discutir nuevos aumentos.
Con respecto a que la empresa analiza repartir dividendos con los ingresos de este año, Iuliano confirmó que se hizo una reserva de USD 100 millones con ese fin. Parece poco para una empresa que en 2022 tuvo ganancias por USD 2.200 millones, pero es la primera vez que lo haría desde 2019.
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