El comienzo del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), hace poco más de cuatro meses, hizo caer casi la totalidad de las medidas cautelares solicitadas ante la justicia por parte de importadores que buscaban destrabar envíos desde el exterior al reclamar que la demora en la llegada de esos insumos les representaba un peligro urgente para su actividad productiva.
De acuerdo a la última estimación hecha por el equipo económico, mientras a mediados de octubre todavía quedaban vigentes en la Justicia solicitudes de cautelares por un valor equivalente a poco más de USD 2.500 millones, tras cuatro meses y medio de SIRA esa cifra se redujo hasta el 1%, es decir poco más de USD 23 millones.
Una de las explicaciones centrales sobre el desplome de esa cifra tiene que ver con que jurídicamente la puesta en marcha de un sistema nuevo como el SIMI dejó “abstractas” medidas cautelares pedidas por un esquema de autorización antiguo que ya no tiene vigencia. Y además, las empresas que no den de baja su reclamo de cautelares no tendrán acceso al nuevo SIRA.
“El stock de cautelares vigentes respectos de SIMIs en estado de salida, y con cumplimiento al artículo 5º de la ley 26.854 de cautelares, asciende a USD 23.476.778,06 solo un 1% del monto original vigente a octubre de 2022″, señaló la Aduana en un informe reciente.
En el Gobierno creen que las cautelares respondían en la mayoría de los casos a empresas que intentaron hacer ingresar mercadería para sobrestockearse, en un marco de brecha cambiaria y expectativas de devaluación que suele provocar efectos de ese tipo en el comercio exterior. En los despachos oficiales reconocen que “no es delito, pero hay que administrar los dólares”.
Hay algunos sectores en particular en los que aseguran haber detectado intentos de sobrestockeo más habitualmente que en otros, como por ejemplo, en textiles, neumáticos y electrónicos. En el Gobierno calculan que más del 70% de los trámites de medidas cautelares ante el Poder Ejecutivo habían sido iniciados por textiles.
Esa sospecha de sobrestockeo también se dio en conversaciones con sectores fabriles, a la hora de determinar proyecciones de uso de divisas para importar a lo largo de 2023. En el equipo económico aseguran que en reuniones privadas plantearon que algunos rubros productivos solicitaron, en una proyección para todo el año, casi 120% más de dólares en comparación con el año anterior, como en el caso de alimentos y bebidas.
El Gobierno asegura que de cada 4 trámites de autorización de importaciones a dólar oficial que ingresan al sistema SIRA, 3 terminan por conseguir luz verde, en medio de reclamos de cámaras empresarias en los últimos meses sobre el ritmo de habilitación de las solicitudes.
De acuerdo a datos oficiales que dieron a conocer desde el equipo económico, desde que se puso en marcha el esquema nuevo de trámite de canalización de importaciones, a mediados de octubre pasado, el Gobierno dio el visto bueno a 236 mil de las 315 mil solicitudes que ingresaron al sistema, lo que implicaría un incremento 2% interanual. Traducido a montos, representa un aumento en valores de 11%, con USD 27.335 millones de acceso a las divisas del Banco Central para los importadores.
Medido en cantidad de empresas, en los últimos cuatro meses pidieron dólares para importar 21.885 empresas, de las cuales el 87% consiguieron el visto bueno. Entre las pymes el nivel de habilitación que consiguieron fue de 87% pero entre las grandes fue mayor, casi total, en 98 por ciento. De todas formas, del universo total de compañías que formaron parte del SIRA, una porción menor es considerada grande, solo el 3 por ciento.
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