El Gobierno espera que el canje de deuda de este jueves, que despejó 4,34 billones de pesos de vencimientos que caían antes de julio, implique un alivio en las expectativas inflacionarias y asegura que el Fondo Monetario Internacional manifestó su “tranquilidad” por el resultado de la operación, cuando entre Buenos Aires y Washington todavía terminan de definir la letra fina del acuerdo con el staff técnico para la revisión de metas.
En el Palacio de Hacienda creen que la “montaña de vencimientos” que el Poder Ejecutivo afrontaba antes de la concreción del canje “ahora se convirtió en un valle”. En números: mientras los picos de vencimientos mensuales para este primer semestre -2,5 billones tanto en abril como en junio- ahora pasarán a ser de 1 billón y 0,8 billones, respectivamente-.
La lectura que ofrecían en los despachos oficiales, unas horas después de terminada la operación de conversión de bonos, fue que una necesidad menor de financiamiento para el Tesoro -por tener una necesidad de cobertura de obligaciones de pago más baja- conllevará la idea de una dificultad menor en el programa financiero.
Todavía sostienen en Economía la premisa de mantener “lo más cerca de 0 que se pueda” la solicitud de adelantos transitorios del Banco Central para financiar al Tesoro. El programa con el FMI les da un margen, pero buscarán evitar su utilización. Hasta fines de marzo, por caso, tendría un techo de casi $140.000 millones para pedir al BCRA sin incumplir el esquema de metas trimestrales.
El Fondo Monetario, aseguraron altas fuentes del equipo económico anoche, manifestó en diálogo con los funcionarios su “tranquilidad” por el resultado del canje de los bonos en pesos. De todas formas, en los despachos mencionaron que el armado de la propuesta corrió por cuenta del Palacio de Hacienda y que el organismo hace recomendaciones de gestión de la deuda pero que no son vinculantes. Una de ellas, por ejemplo, era que el Estado reduzca la cantidad de emisiones de deuda atada a la inflación.
El resultado del canje mostró que el 52% de los adherentes optó por la canasta de bonos indexados. El 48% restante también sumó a sus carteras títulos que también los protegen contra una devaluación. Finanzas deberá, como consecuencia del canje, emitir otros USD 3.212 millones de bonos duales (en rigor, su equivalente en pesos) que se sumarán a los USD 3.709 millones actualmente en circulación. De esta manera, habrá un stock de bonos que siguen al precio del dólar equivalente a USD 6.921 millones con vencimiento en febrero del año próximo.
El Gobierno, con esta operación, recortó buena parte de los vencimientos de abril a junio. Quedan tres “torres” todavía en el horizonte: 3 billones de pesos en julio, 1,5 billones en agosto y unos 1,7 billones en septiembre, de acuerdo a estimaciones privadas. Como la mayor parte de esas obligaciones de pago corresponden a tenedores del propio sector público, en Finanzas estudian poner en marcha una operación especial para despejar esos vencimientos, aunque todavía no está determinado de qué manera.
Con todo, en el Palacio de Hacienda mencionaban que “es importante el haber saltado la ‘muralla’ que todos, inclusive el FMI, decían que era imposible de resolver, porque (el organismo) había dicho que el gran desafío era el financiamiento en pesos. Tanto el Fondo como la mayoría de las entidades locales manifestaron su tranquilidad y alegría”, aseveraron. “La montaña es un valle ahora, no está enfrente nuestro un obelisco impasable”, concluyó una alta fuente oficial.
Por otra parte, en términos de impacto en la expectativa de precios, a pocos días de que se dé a conocer el IPC de febrero, que rondaría el 6%, desde el Ministerio de Economía aseguraron el resultado del canje “nos pone en obligación en bajar la tasa de inflación”.
“El hecho de que entre un 75 y 80% de los nuevos bonos sean CER nos pone en la obligación, y al próximo gobierno, de que la lucha contra la inflación sea una responsabilidad, algo que es un mantra de cualquier equipo económico de la Argentina. Nos puede ayudar a bajar la inflación pero además nos obliga a hacerlo”.
El porcentaje de adhesión al canje varía de acuerdo a qué criterio se utilice para hacer las cuentas finas. Si se considera solamente los vencimientos de abril, mayo y junio -los más pesados-, la aceptación fue de 61,5 por ciento. Si se agregan los de marzo, se elevaría a 64 por ciento. Entre los fondos comunes de inversión -más obligados a tener en sus carteras activos cortos- la adhesión fue mínima, por lo que en el Gobierno aseguraron que buscarán en las licitaciones habituales, buscar opciones particulares que se ajusten a sus necesidades de liquidez.
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