El presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, dijo que las tasas de interés de referencia subirán todo lo que sea necesario y que el ajuste será más extenso de lo que se espera. La Reserva Federal se reunirá el 22 de marzo y la mayoría de los operadores cree que la tasa subirá medio punto. Hasta hace unos días menos del 10% pensaba en semejante suba y apostaban que iba a ser de 0,25 puntos. Ahora, el 69% cree que el incremento será del doble.
De esta manera, Powell se adelantó a los esperados datos de actividad económica en los EE.UU. y puso en alerta al mercado ya que las tasas de referencia podrían subir más veces y a niveles más altos de lo esperado. Esto porque, según advirtió el banco central de la primera economía del mundo, hay una falta de indicios respecto una desaceleración clara de la inflación norteamericana.
El anticipo de Powell impactó negativamente en los precios de acciones y bonos, segmento en el que se registra un fenómeno particular, que releja a las claras la incertidumbre de los mercados: la inversión de las curvas de rendimiento de los bonos del Tesoro de los EEUU.
“Estamos muy lejos de nuestro mandato de estabilidad de precios”, reconoció Jerome Powell, presidente de la Fed
Como es sabido, los precios de los bonos se mueven en sentido inverso a sus rendimientos. Si estos caen de precio, la rentabilidad de los mismos aumenta. Como Wall Street demanda rentabilidades mucho más altas para comprar deuda de EE.UU, en las últimas ruedas bursátiles se dio una caída de la cotización de los Treasuries junto con una suba de las tasas de retorno, ahora en los niveles más altos desde 2007.
Pero destacable es que, producto de la incertidumbre de corto plazo, se revirtió la máxima según la cual a más plazo, mayor riesgo y, por ende, tasas más altas. Ahora, los bonos a 2 años son percibidos como más riesgosos que aquellos a 10 años, por lo que los primeros pagan más tasa que los segundos. La tasa del bono del Tesoro de los EEUU a 10 años superó el 4% anual, mientras que el bono del Tesoro a dos años rindió por encima del 5 por ciento.
1) ¿Qué significa? No es habitual que los títulos de deuda a mayor plazo -en este caso 10 años- rindan menos que a corto plazo -dos años-. Por lo general, cuando se asume una deuda a más plazo y se da más tiempo para la cancelación de la misma, se paga mayor tasa. Cuando se da la relación inversa -se paga más por una deuda de menor duration-, es expectativa inequívoca de una recesión económica en el corto plazo.
La tasa del bono del Tesoro de los EEUU a 10 años, en 4% anual, quedó debajo del 5% del bono del Tesoro a dos años, reflejo del pesimismo de los inversores
“La parte corta (de la curva de deuda) está explotando y la parte larga está constante. por lo tanto eso sigue invirtiendo la curva en un mercado que anticipa una recesión, potencialmente cada vez más probable”, expresó Germán Fermo, Head of Strategy del Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
2) ¿Qué pasa con la inflación? Los EEUU atravesaron el proceso inflacionario más crítico en cuatro décadas y esto fue el disparador de un proceso de alza de tasas de referencia -las que determina la Fed, no las de la deuda del Tesoro- para absorber la liquidez y contener a los precios. En junio de 2022 la inflación interanual en los EEUU tocó el 9,1%, un alarmante récord desde 1981, mientras que en enero de 2023 se ubicó en el aún elevado 6,4% anual. En este sentido, que los bonos del Tesoro a dos años estén pagando una tasa de 5% anual significa que los agentes del mercado consideran que la inflación se ubicará en estos niveles al menos por dos años.
3) Reacción de la Fed. Dentro de este panorama pesimista para las finanzas se encuadran las palabras de Jerome Powell de las últimas horas. El presidente de la Reserva Federal de EEUU declaró este martes que el banco central norteamericano está preparado para acelerar las subas de tasas si los datos económicos lo justifican. “Estamos muy lejos de nuestro mandato de estabilidad de precios”, reconoció.
Ayelén Romero, ejecutiva de Cuentas de Rava Bursátil, señaló que “Powell ofreció su testimonio en el Congreso y fue el foco de los inversores. Entre los puntos destacados, nuevamente la tasa de interés fue el tema principal y detalló que es probable que el pico de las tasa de interés finales sea más alto de lo esperado” De esta manera, Powell dejó entrever que la batalla contra la inflación aún no culmina.”
“Si la totalidad de los datos indicara que se justifica un endurecimiento más rápido, estaríamos preparados para acelerar el ritmo de las subidas de tasas”, apuntó Powell en el discurso que tiene previsto dar esta mañana ante el Senado estadounidense y que ya publicó la Fed.
Esto implica que el proceso de alza de tasas en EEUU todavía no llegó a su techo, por cuanto el impacto recesivo del endurecimiento monetario podría ser mayor a lo previsto. Hay que recordar que la Fed sostiene los tipos de interés en un rango entre 4,5% y 4,75%, el nivel más alto desde 2007, dentro del programa de contracción monetaria más agresiva desde la década de 1980.
“El mercado ahora está ‘priceando’ con mayor probabilidad una suba de 50 puntos básicos para la próxima reunión de la Fed. De hecho, mirando la curva de futuros de tasas, el mercado descuenta un incremento implícito de 41 puntos básicos, lo que equivale a una probabilidad de 70,5% de que el próximo retoque sea de 50 puntos básicos”, evaluaron desde Portfolio Personal Inversiones.
Fermo explicó que “la Fed tiene tiene un serio problema de comunicación en este chairman, que un mes atrás sonó dovish (propenso a suavizar la política monetaria) y con los datos que salieron algo de alguna manera está diciendo: ‘todavía no sabemos si vamos por 50 basis (alza de tasas) el mes que viene, y si lo vamos a hacer por tres veces seguidas, o si seguimos con 25 basis, etcétera. Tampoco lo culpo, si está dependiente de datos (macroeconómicos) y estos siguen saliendo recalentados, no tiene otra chance que seguir poniendo de punta a las tasas y así lo leyó el mercado”.
¿Cómo afecta a la Argentina?
Todo movimiento brusco en las variables financieras de los EEUU tiene consecuencia en la dinámica de precios de los activos de países emergentes y, por lo tanto, en los de Argentina.
“Los dichos de Powell le pegan a las acciones y bonos argentinos porque si bien estamos aislados del mundo tampoco estamos completamente aislados. Tasas altas por más tiempo implican que va a haber menos flujo hacia activos de riesgo por más tiempo. Y hoy somos activos de riesgo. Eso es lo que nos pegó ayer fuerte”, dijo el economista Mateo Reschini, analista de Inviu.
1) Sesgo bajista para activos financieros. La caída de precios de los bonos de EEUU y la consecuente alza de las tasas de retorno se amplifica para activos más riesgosos y menos seguros, de los cuales la deuda pública de la Argentina es un exponente extremo por los diversos episodios de default. Los bonos en dólares de la Argentina lo sufren sus precios caen y sube el riesgo país, que es el indicadore de JP Morgan que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de EEUU con sus pares emergentes.
2) Presión devaluatoria. Tasas más altas en los EEUU fortalecen al dólar norteamericano. Un dólar fuerte le saca ventaja a las monedas emergentes y le pone más presión cambiaria a la Argentina, carente de reservas líquidas en el Banco Central. Esto se da porque a mayores tasas en EEUU, una gran masa de dólares que está invertida en otros países pude regresar a EEUU en búsqueda de rendimientos altos y más seguros. En la jerga financiera se le llama mayor aversión al riesgo o “vuelo a la calidad”.
3) Debilidad para “commodities”. Un alza del dólar también deprime los precios de los productos nominados en esa moneda. En ese sentido, podría influir en una baja de los bienes exportables de la Argentina, como granos y derivados industriales.
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