El canje de la deuda en pesos adelantó un debate: quién se anima a quitar los controles al dólar luego de las elecciones

El tema ya se debate en los equipos económicos de Juntos por el Cambio. Los técnicos de los principales candidatos sostienen que esta operación retrasa los tiempos previstos para dejar atrás las restricciones cambiarias

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Foto de archivo - Ingreso principal al Banco Central en el centro financiero de Buenos Aires. REUTERS/Agustin Marcarian
Foto de archivo - Ingreso principal al Banco Central en el centro financiero de Buenos Aires. REUTERS/Agustin Marcarian

Aunque es un tema que los economistas de la oposición ya analizan, las discusiones por ahora no se hacen públicas. Pero inevitablemente llegará el momento en que los precandidatos presidenciales tendrán que tocar uno de los temas más sensibles para la economía y el público en general: ¿se elimina o no se elimina el cepo cambiario luego de las elecciones?

El canje de deuda en pesos que arranca mañana y posterga los vencimientos de los bonos emitidos por el Tesoro en forma escalonada entre 2024 y 2025 volvió a poner el tema en el centro de la escena. Uno de los principales economistas que hoy trabaja para uno de los candidatos de Juntos por el Cambio reconoció a Infobae que esta operación “retrasará los planes para salir del cepo cambiario, porque creció el peligro de liberar una gran masa de pesos”.

La opinión casi unánime entre los equipos económicos que asesoran a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich es que la salida del cepo es una condición necesaria para retomar la senda del crecimiento y en particular para atraer inversiones.

A fin de año la situación será mucho más compleja que la recibida por Mauricio Macri en 2015. La brecha cambiaria es más del doble que en aquel momento, la inflación es cuatro veces más alta y el volumen de pesos presiona mucho más sobre el tipo de cambio que en aquel entonces, lo que complica la eliminación del cepo

Después de tantos años de férreas restricciones cambiarias, la conclusión no puede ser otra que el cepo sirve fundamentalmente para evitar el ingreso de divisas ya sea para apuestas financieras o para inversiones. Sin embargo, en todos los años de vigencia -desde aquel lejano 2011- no sirvieron para proteger las reservas. En todo caso, la caída se hizo un poco más lenta, pero nada más que eso.

Mauricio Macri dejó en este caso la vara muy alta, porque la eliminación del cepo fue una de sus primeras acciones de Gobierno y posiblemente estuvo entre las más impactantes. La liberación total de las restricciones cambiarias fue ordenada casi inmediatamente después del 10 de diciembre por el entonces titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Hoy se lo ve como una experiencia que resulta imposible de repetir, al menos en esos tiempos. La evaluación es que la situación es hoy sustancialmente más compleja que a fines de 2015. La brecha cambiaria supera el 80%, cuando en aquel momento no llegaba al 40%. Eso significa que el sinceramiento del dólar oficial implicaría un salto mucho mayor que el de ese momento.

Pero además la situación monetaria es muy diferente. La inflación supera ahora el 100%, mientras que en 2015 había ascendido a “solo” 25%. La deuda en pesos por vencer también es sustancialmente mayor ahora, como queda claro con el canje que está a punto de llevar adelante el ministro de Economía, Sergio Massa.

Tanto Rodríguez Larreta como Bullrich reconocen que una de las tareas más importantes en caso de ganar será la eliminación del déficit fiscal. Es decir no repetir la política de gradualismo implementada por Mauricio Macri, sino ir a fondo con el gasto y el equilibrio fiscal desde el “día cero”. Esa disciplina fiscal, razonan, es lo que permitirá recuperar la confianza y dejar atrás el cepo cambiario lo antes posible. Si se dan esas condiciones, el salto del dólar oficial sería mucho menor que el que sucedería si por ejemplo hoy se eliminaran las restricciones cambiarias.

Es difícil vaticinar cómo se darán los acontecimientos, porque aún falta mucho para el cambio de Gobierno y estipular cuál será la herencia que deja el actual. Una de las críticas del canje es que se ofreció a los inversores una suerte de seguro de cambio a través del bono “dual”.

Algunos también equipararon esta herramienta con la venta de dólar futuro a precios muy por debajo a los de mercado que ofreció el entonces titular del Central, Alejandro Vanoli. Aquella venta de futuros permitió mantener relativamente controlado al tipo de cambio oficial en medio del proceso electoral. Aunque tanto él como Cristina Kirchner fueron enjuiciados por esta causa, la Justicia los terminó sobreseyendo y no encontró delito alguno.

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