El cambio en la meta de reservas con el FMI pone en duda la llegada del dólar soja 3

Una tercera edición del tipo de cambio especial para los exportadores sojeros sigue bajo análisis en el equipo económico. Qué especulan en el sector agropecuario y cómo juegan las elecciones y el posible cambio de gestión a fin de año

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El equipo económico y los
El equipo económico y los representantes del campo, durante las negociaciones por el dólar soja 2

Pese a las demoras, en el equipo económico ya dan por hecho la rebaja en la meta de reservas prevista para este año en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las partes siguen ultimando detalles, pero en Economía aseguran que el anuncio es inminente. Ello aliviará fuertemente la presión por lograr un número inalcanzable, en gran parte producto de la sequía que hizo estragos en la campaña gruesa. De todos modos, la gran duda que sobrevuela hoy en el mercado es si ese cambio de metas será suficiente como para evitar la tercera edición del dólar soja -que el Fondo desaconsejó públicamente a fines del año pasado- o si el Gobierno avanzará de igual modo en esta decisión para tener más aire y no afectar tanto la actividad en un año electoral.

El equipo económico mantiene la medida bajo análisis y en el sector exportador están convencidos de que entre fines de este mes y el próximo será anunciada. Si efectivamente es así, no será comunicada hasta último momento; tendría el efecto contrario al que se busca, que es lograr un aumento en la liquidación de divisas. Pero el mercado espera que se avance por este camino y que la propuesta cambiaria sea tentadora para que logre su objetivo. El proceso electoral de este año, y las posibilidades de que haya un nuevo gobierno a partir de diciembre le ponen más presión al equipo económico para ofrecer una zanahoria más atractiva.

“Si la expectativa, con un cambio político, es de ir a una unificación del tipo de cambio, y hoy el dólar MEP se ubica en $358, un tipo de cambio inferior a $300 no tendría éxito”, aseguró una fuente del sector privado. Al respecto, el economista de la consultora Equilibra Lorenzo Sigaut Gravina recordó que en las dos ediciones previas del dólar soja se les ofreció a los productores un tipo de cambio 40% por encima del oficial. Hoy ese valor no llega a los $300 a los que hace referencia el sector, pero no sería descabellado pensar que debido al actual contexto, y con elecciones mediante, esta vez la mejora deba ser superior.

“El Gobierno va a necesitar el dólar soja nuevamente más allá de la revisión de las metas de reservas. Este año va a ser muy difícil acumular reservas netas. De hecho, nosotros estimamos una caída de poco más de USD 1.000 millones. Hoy las liquidaciones de divisas están muy bajas, porque el dólar soja 2 de diciembre adelantó exportaciones, y porque la cosecha de trigo fue muy magra. La situación es muy compleja”, afirmó el economista.

El staff del FMI, que
El staff del FMI, que dirige Kristalina Georgieva, desaconsejó al Gobierno avanzar con nuevas ediciones del dólar soja por la gran cantidad de distorsiones que genera

Según su lectura, tanto la restricción a las importaciones como el ajuste del gasto dependen de este flujo de divisas, que no sólo aumenta las reservas sino también potencia la recaudación -las retenciones se cobran con el tipo de cambio acordado-, algo no menor en un año electoral. “El Gobierno necesita por todos lados reeditar este beneficio. Además, los productores ya se acostumbraron a esto y van a esperar a que salga uno nuevo. Nosotros creemos que puede llegar a haber uno en abril y otro en junio”, aseguró.

De acuerdo con el Monitor Agroindustrial que realizan la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48 % de las exportaciones argentinas, en febrero las empresas del sector liquidaron USD 644,9 millones, lo que representó una caída del 74% en relación al mismo mes de 2022, y un 30,5 % menos que en enero. “El ingreso de divisas de febrero es el reflejo de un mercado fuertemente afectado por la extrema sequía que ha reducido drásticamente las producciones de la cosecha fina y la producción de maíz de primera”, plantea el informe. Y para marzo se espera un nivel pobre de liquidación, anticipan los exportadores.

Si bien desde ambas cámaras mantienen un vínculo fluido con Massa -hace dos semanas hubo un encuentro para intercambiar números sobre las perspectivas de la cosecha y el menor flujo de dólares esperado-, todavía no están formalmente negociando las condiciones de un dólar soja 3. De todos modos, en el sector admiten que hay un alto nivel de preocupación en Economía porque no hay dólares para importar lo poco que se está autorizando (SIRAs). Aseguran que en la cartera de Hacienda requerirán de la medida para “pagar la factura del gas importado en invierno y las importaciones del resto de los sectores”. Pero por ahora hay silencio oficial. Massa sólo oficializó la intención de ofrecer un tipo de cambio diferencial para cada una de las economías regionales.

Más allá de la obvia necesidad que tiene el Gobierno de adoptar medidas que alienten el ingreso de divisas, la opinión del FMI respecto de este tipo de definiciones podría desalentarla. Más aún si se considera que el Fondo habría aceptado reducir la meta de reservas acordada para este año. A fines del año pasado, en un comunicado en el que se oficializó la aprobación de la revisión del tercer trimestre, el staff del organismo había advertido: “La dependencia de medidas ad hoc y distorsionadoras, incluidas las restricciones cambiarias y las prácticas de múltiples monedas (entre las que considera al dólar soja), debe evitarse en el futuro, ya que no son una forma adecuada de abordar los desequilibrios macroeconómicos”. Además, alertó que su repetición disminuye su posibilidad de éxito y que podría resultar contraproducente.

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