El proceso de incremento en el precio de la carne que había comenzado a principios de año, se profundizó en febrero. Según los datos de las principales consultoras económicas y de acuerdo al relevamiento de la inflación porteña -difundido ayer por la Dirección de Estadísticas de la Ciudad-, el mes pasado los aumentos en el precio de la carne estuvieron por encima del 15%, lo que pone un alto piso para el índice mensual de febrero que el Indec dará a conocer la semana próxima.
Durante febrero, el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) fue de 6%: un alza acumulada de 13,7% en los primeros dos meses del año y de 103,1% en los últimos 12 meses. Pero para el rubro alimentos y bebidas no alcohólicas, la suba en ese período promedió 7,7% y el principal impulso vino de carnes y derivados, con subas de 15,2% durante el mes. El resto de los alimentos tuvieron aumentos menores como pan y cereales con 5,7%; leche y productos lácteos con 6,3%; y frutas con 11,3%.
Las consultoras económicas que realizan relevamientos de precios en forma semanal también registraron subas promedio de dos dígitos para la carne durante febrero. Desde EcoGo, por ejemplo, detallaron que la carne vacuna tuvo una suba de 19,4% y acumuló ya 22,2% en lo que va del año. Para el total del rubro carnes -que incluye aves, pescados y fiambres- el incremento mensual fue de 13,8 por ciento.
“La tregua en el rubro de carnes vacunas que traccionó a la baja el indicador de inflación a lo largo del último semestre parece haber terminado. Las lluvias que ocurrieron a mitad de mes cambiaron los incentivos del sector iniciando un nuevo proceso de retención de animales. Mientras que en enero esto se vio reflejado en el precio de la hacienda, en febrero el impacto sobre el mostrador de la carnicería se hizo sentir”, explicaron desde EcoGo.
Según el relevamiento, los cortes tanto traseros como delanteros fueron los que experimentaron mayores subas con incrementos del 22,0% y 18,9% respectivamente en febrero pasado. Esto implicó una suba promedio en el precio de la carne vacuna del 19,4%.
En tanto, los números de la consultora LCG señalaron que las carnes -en general- tuvieron una suba de 12,1% y el dato es que fue el único rubro dentro de alimentos que tuvo un porcentaje de incremento de dos dígitos. Además, fue la categoría que más aportó a la suba del índice general (con 0,52 puntos porcentuales solo durante la cuarta semana de febrero).
Desde la consultora C&T también destacaron el peso de la carne en el resultado que tendrá el índice mensual. Según explicaron, febrero suele ser un mes de inflación “relativamente baja” pero que este año tuvo un “comportamiento anormal” como consecuencia de la suba de 9,2% que tuvo el rubro de alimentos y bebidas, el de mayor ponderación donde lo más destacado fue el aumento de 20% en la carne.
Por su parte, el relevamiento de precios para el Gran Buenos Aires de la consultora Ecolatina reflejó que en la primera quincena del mes el precio de la carne vacuna al consumidor trepó por encima del 20%, explicando 1,3 puntos porcentuales del incremento del nivel general, estimado en 6,1%.
Las causas de la suba
Durante 2022, las carnes experimentaron aumentos muy por debajo de la inflación general: la suba fue de 62,4% mientras el índice general ascendió a 94,8%. Este retraso sirvió como “ancla” para los precios de los alimentos y traccionó la inflación a la baja. ¿Qué cambió? El año pasado, la sequía como el aumento en el precio del alimento balanceado implicaron un encarecimiento en el costo de cría, engorde y reproducción de los animales, forzando el remate anticipado del ganado.
Sin embargo, ese proceso empezó a revertirse y la caída de stock vacuno comenzó a impactar ya desde enero en los precios de la hacienda, repercutiendo de lleno en febrero sobre las carnicerías, según explicaron en EcoGo. En este contexto, a mediados del mes pasado el Gobierno lanzó el programa “Precios Justos Carne” que contempla un descuento del 10% para las compras en carnicerías y el congelamiento del precio de siete cortes parrilleros en los grandes supermercados.
Con todo, un análisis de los economistas de la consultora Ecolatina advirtió que la oferta volcada al mercado es limitada en relación al consumo mensual de la población. Como referencia, en 2022 el consumo interno de carne vacuna rondó las 185.000 toneladas mensuales, por lo que las 15.000 toneladas de productos a precios congelados anunciadas representarían un 8% de ese total.
Además, señalaron que elevado grado de informalidad en el sector de las carnicerías y negocios de cercanía reduce la capacidad de realizar pagos por medios electrónicos. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares del Indec, el 94% del gasto en carne vacuna en carnicerías se realiza en efectivo, mientras que en los super e hipermercados esta proporción se reduce al 65%.
“Las carnicerías y autoservicios concentran el 75% del gasto total de los hogares en carne vacuna (57% en carnicerías y 18% en autoservicios). Además, son las clases más pobres las que adquieren en mayor medida la carne vacuna en estos comercios: El 10% de la población de menor ingreso compra la carne en casi un 80% en estos canales, mientras que en el 10% de mayores ingresos esa proporción baja al 65% (ver gráfico)”, detallaron.
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