En la Argentina lo que importa es hoy. Y huir hacia adelante es postergar un problema que puede agravarse, pero como dejó de afectar al presente trajo mejor humor a los inversores que creen que tienen una nueva chance con títulos que estaban por ser reperfilados.
Por eso el canje de la deuda, en términos que no son convenientes para el próximo Gobierno y comienza el jueves en la próxima licitación de Bonos del Tesoro, alejó algunas penumbras e hizo que algunos jugadores apostaran al riesgo.
De esa forma, se recuperaron los bonos de la deuda que tuvieron alzas de hasta 4,24%. También subieron los títulos con los que se operan los dólares financieros; el AL30D avanzó 2,93% y el GD30D, 4,24%. No solo mejoró el riesgo país que cayó 54 unidades (-1,6%) a 2.047 puntos básicos, sino que los dólares financieros y el “blue” estuvieron en baja.
El “blue” perdió $3 a $372 y está en el menor precio desde el 16 de enero pasado. El MEP bajó $4,58 (-1,1%) a $362,42. El contado con liquidación logró un aumento de apenas 37 centavos a $372,68.
El mercado operó pensando en la licitación de los bonos del Tesoro del jueves donde intentará colocar títulos de corto plazo que no van más allá de junio próximo. Julio quedó afuera. Pero, además, ofreció dos canastas con vencimientos entre marzo de 2024 y febrero de 2025. Una canasta es de BONCER, que ajustan por inflación y otra de bonos duales que cubren contra devaluación e inflación.
Se buscan canjear $7,5 billones, de los cuales $3,2 billones son a tasa fija, $2,8 billones en CER, $600 mil millones en dollar linked y $200.000 millones en bonos duales (ajustan por CER o dólar oficial).
Según el analista financiero y experto en agronegocios, Salvador Vitelli “todos los títulos del canje tienen put, es decir la opción de venderlos al Banco Central que se ofrece como garante de la operación. Si bien el put es un seguro para el que entra al canje, el Banco Central, además, tiene una cartera propia de Bonos del Tesoro que podría evitar que los títulos bajen de paridad. Pero como la gestión de la nueva deuda va a estar en manos del próximo Gobierno, los inversores pidieron el put como garantía adicional porque no saben cuál será la política monetaria después de diciembre. El problema es que, más allá del alargamiento de los plazos, la deuda se transformó en algo que vence diariamente. Si hubiera un evento calamitoso que derribe las cotizaciones, el Banco Central debería salir a respaldar los precios de la única manera que puede que es emitiendo y generando un problema inflacionario”.
“El otro problema -agregó Vitelli- es que estamos indexando casi la mitad de la deuda que hasta ahora estaba a tasa fija. Pero creo que el canje va a ser exitoso”.
No hay que olvidar que 50% está asegurado por el sector público con lo que la Secretaría de Finanzas debería conseguir que 20% de los tenedores privados entren en la operación. Hay bancos con los que cuenta el Gobierno que hacen ver que esta operación será posible.
En su informe diario, Andrés Reschini señala que “la situación es similar a la del acuerdo con el FMI. Por un lado, los bancos se verían perjudicados ante un evento de default con los balances cargados de deuda soberana y, por el otro, el Gobierno se vería en serios problemas ante una avalancha de pesos presionando la brecha cambiaria y los precios. Ahora es un problema de la próxima administración. No solo el mercado cambiario no se vio alterado, sino que, en la curva de los dólares futuros, aunque tuvo ajustes negativos, no alcanzaron en algunos casos a compensar la desaceleración del tipo de cambio, sino que terminaron sumando algún puntito”.
El trader Esteban Monte observó que los informes de entidades del exterior hacen sus proyecciones. “Bank of America proyecta un dólar oficial a fin de año de $369 y Goldman Sachs, estima $340. Para 2024, Goldman Sachs calcula un dólar a $500 y para 2025 uno de $700. Para mí son proyecciones demasiado conservadoras para un país tan volátil”.
La Bolsa, en tanto, adhirió al mejor clima. El monto de negocios reflejó el ánimo de los inversores al elevarse a casi $5.000 millones. El S&P Merval, subió 2,90% en pesos y 2,8% en dólares.
Los negocios en ADRs -certificados de tenencias de acciones que se negocian en las Bolsas de Nueva York- crecieron a $8.977 millones. La rueda fue favorable en todo sentido. Se destacaron las ganancias de 6,5% de YPF y de 5% de Transportadora Gas del Sur y Despegar.
Se espera que siga esta euforia que se reflejó en los precios de los títulos en pesos porque el comunicado de la licitación se conoció después del cierre del mercado de bonos que es anterior a la Bolsa. El título más destacado en moneda local, fue el TX24, un bono indexado que vence el año próximo, con una suba de 0,57%. El TV24, atado a la devaluación y que venía en fuerte suba, perdió 0,83% al igual que los bonos duales que tuvieron retrocesos de hasta 0,55%.
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