El ministro de Economía Sergio Massa recibió este lunes a un grupo de ejecutivos de bancos para cerrar los detalles de la nueva oferta de canje de deuda en pesos con la cual el Ministerio de Economía procura despejar el horizonte de vencimientos de bonos en moneda local hacia 2024 y 2025. El llamado a la conversión de títulos se realizará esta tarde y la operación se concretará esta misma semana.
Para el encuentro se acercaron los ejecutivos de bancos al Salón Belgrano del quinto piso del Palacio de Hacienda. El trabajo para llegar a un acuerdo con esos dos sectores, algunos de los que más títulos en pesos del Tesoro poseen en sus carteras, había arrancado hace algunas semanas desde la Secretaría de Finanzas que encabeza Eduardo Setti.
También estuvieron presentes en la reunión, que terminó cerca de las 13.30, el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein y el jefe de asesores Leonardo Madcur. Por parte del Banco Central, el presidente del Banco Central Miguel Pesce, el vice de esa institución Lisandro Cleri y el gerente general Agustín Torcassi.
Por parte de los bancos participaron Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Javier Bolzico, de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), Gustavo Manríquez (Banco Macro), Leticia Canclini (Banco Santa Fe), Fabián Kon (Galicia), Alejandro Butti (Santander), Martín Zarich (BBVA), Oswaldo Parré dos Santos (Patagonia), Alejandro Ledesma (ICBC), Federico Alcalde Bessia (HSBC), Carlos Heller (Credicoop), y Claudio Canepa (Banco San Juan).
El temor, tanto del Gobierno como de la oposición, es que esos vencimientos de 2023 se traduzcan en una fuerte presión que haga subir el valor del dólar, en un año electoral
En el equipo económico aseguraron a Infobae que esperan publicar esta misma tarde el comunicado público con la oferta oficial. En ese cronograma, imaginan, la operación de conversión de títulos tendría lugar esta misma semana. El resultado buscado sería el segundo canje de deuda en lo que va de 2023 para bajar el monto de obligaciones de pago previstas para los próximos meses, que están concentrados en su enorme mayoría antes de las elecciones primarias.
Por eso, el mecanismo de conversión de títulos que busca Finanzas puso el horizonte en los años 2024 o 2025. Hasta ahora, la lógica de los canjes fue tomar vencimientos trimestrales y estirarlos unos pocos meses hacia adelante. En esta operación el horizonte para aplazar los pagos es más lejano. Un tema central que quedará definido con el llamado público al canje: los vencimientos de cuántos meses hacia adelante se tomarán para la operación.
Si fueran los que caen desde este mes hasta junio inclusivo -un cuatrimestre-, se trataría de unos 8,5 billones de pesos. Al sumar julio, el último mes antes de las PASO, se elevaría hasta 12,3 billones, acuerdo a la base de datos de la consultora Equilibra.
La cuestión del aplazamiento de pagos más allá de la instancia electoral es espinosa para los tenedores de los bonos, hasta el momento reticentes a aceptar plazos más allá de septiembre. Por esa razón, precisamente, es que la negociación con el sector privado fue iniciada con anticipación.
La última operación de colocación de deuda fue una muestra del comportamiento de los inversores respecto a la deuda en pesos: plazos más cortos y tasas más altas. “A los bancos les dijimos que no se imaginen este canje como los anteriores, es algo distinto”, mencionó una fuente oficial antes de la reunión con los ejecutivos.
La idea que sostienen en los despachos oficiales y que fue explicitado en el ida y vuelta inicial con los bancos incluiye dos canastas distintas a elección del tenedor para concretar el canje, aunque el alcance de cada una era todavía motivo de tira y afloje con el sector privado. Una de ellas estará compuesta enteramente por títulos indexados. La segunda tendrá una mezcla de bonos indexados y una porción de títulos “duales”.
Habrá un mecanismo de recompra automática que deberá ejercer el Banco Central ante oscilaciones del mercado, que fue uno de los puntos principales de cuestionamiento opositor, ya que consideraron que se trataba de un seguro de cambio que implicaba riesgos por mayores presiones inflacionarias.
“Intuitivamente creo que no habrá un evento crediticio en la Argentina de acá a las elecciones. El inversor de afuera está preocupado por las elecciones argentinas. Quiere que pasen las elecciones para entender qué vamos a hacer. Afuera le exigen al futuro Gobierno argentino que se comprometa con un programa que incluya un superávit fiscal importante. Eso solo se va a lograr con consenso entre las fuerzas políticas”, consideró Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero.
“Tenemos un desafío muy importante por nuestra falta de credibilidad. Las medidas no generan expectativas positivas afuera. Entonces, ordenemos el déficit fiscal, ordenemos el gasto, porque estamos en números nominales aterradores. Bajemos el dramatismo y pensemos en medidas sostenibles en el tiempo. Mantengamos la idea que la deuda en pesos no tiene que ser ‘defaulteada’. La Argentina está en condiciones de ofrecer al mundo posibilidades de inversiones, pero para eso, hay que tener credibilidad en la interacción con los agentes financieros”, añadió Javier Timerman.
Críticas desde la oposición
Este fin de semana, los economistas referentes de Juntos por el Cambio, Hernán Lacunza, Luciano Laspina y Guido Sandleris, salieron a criticar los trascendidos de la iniciativa, lo que motivó el cruce de banqueros, al tanto de detalles de la operación propuesta. A eso se sumó un comunicado de los bloques de Juntos por el Cambio.
Esta mañana, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, salió a responderles: “Intentan desestabilizar con un comunicado por mes los mismos que ‘defaultearon’ la deuda en pesos cuando gobernaron. El canje de la deuda en pesos da certeza y previsibilidad a la economía argentina”, señaló a través de su cuenta de Twitter.
El documento emitido por los bloques de JxC, emitido el domingo, advirtió sobre “los graves riesgos que implica el canje de deuda que prepara el Ministerio de Economía”. En respuesta, el interbloque de senadores nacionales del Frente de Todos reiteró (FdT) su pedido de “responsabilidad y seriedad” a sus pares, a los que acusan de “sembrar zozobra e incertidumbre” ante cada decisión del Gobierno nacional.
En tanto desde la oposición, Lacunza dijo, a través de su red social twitter, que “el Gobierno prepara un canje de deuda con los bancos”, lo que definió como “una operación vil y ruinosa para el Estado”. Sandleris, por su parte, consideró, también a través de Twitter, que violaría la Carta Orgánca del BCRA.
Por su lado, el presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), Javier Bolzico, defendió la iniciativa al sostener que “la propuesta canje de deuda es por títulos (no por tenedor)”.
La “pared” de vencimientos antes de las elecciones
Un informe de Invecq señaló, en ese sentido, que febrero finalizó con un roll over (porcentaje de cobertura de vencimientos) de 139% frente a las obligaciones de pago que quedaron en el cronograma tras el primer canje, en enero. Esto significa que consiguió casi 40 pesos por cada 100 que vencieron a lo largo del segundo mes del año, lo que implican uno $405.000 millones para financiar el déficit fiscal y que evitan así que el Banco Central tenga que emitir pesos para asistir al Tesoro.
La cuestión de las tasas de interés también fue particular en febrero. En noviembre las colocaciones de deuda en pesos habían tocado un techo máximo de tasa cuando Finanzas adjudicó una Letra a Descuento, que configura el principal instrumento de financiamiento en pesos más allá de los indexados, a una tasa efectiva anual de 118 por ciento. En diciembre y enero el interés fue recortado a 114% y 112%, respectivamente, aunque en febrero se cortó esa racha y volvió a repuntar hasta 119% anual.
Los “muros” de vencimientos para los próximos meses ascienden a más de 12 billones de pesos entre marzo y julio y que asciende a 16 billones hasta octubre. De acuerdo a una estimación hecha por la consultora Equilibra, “si miramos el perfil de vencimientos dinámico (proyectando la evolución del CER y el tipo de cambio hasta el vencimiento de cada instrumento) deben pagarse más de 16 billones de pesos (10% del PBI) entre marzo y octubre”, estimaron.
No todo ese monto está en manos privadas, por lo que se descuenta que una parte de relevante, que forma parte de las carteras de inversión del propio sector público, ingresará al canje propuesto. “Los bancos, tanto públicos como privados, estarían dispuestos a ingresar en este canje, lo que garantizaría la conversión de más del 70% de las tenencias”, estimó Equilibra.
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