El cuestionado asesor financiero Javier Ferrer reinició su actividad en redes sociales tras la polémica despertada semanas atrás por sus consejos que instaban a sus seguidores a abandonar sus empleos convencionales. Tras la viralización de sus cuestionadas recomendaciones y la noticia de que estaba siendo investigado por la AFIP, el 24 de febrero pasado Ferrer cerró sus cuentas en las redes y se llamó a silencio.
En las últimas horas, reabrió sus cuentas y volvió a poner accesibles sus contenidos. A través de un video en Tik Tok, negó haberse escapado de la exposición pública.
“Todos empezaron a hablar, a decir que me fui de las redes, que me escapé... No. Yo apagué las redes para preservar a mi familia y a ustedes. ¿Por qué? Porque nosotros somos el bien. Nosotros emanamos energía positiva. Nosotros vamos para adelante”, fue su insólito mensaje.
“Ahora te abro las redes porque me senté a escuchar y a saber quién era quién para saber cómo continuar”, agregó.
Ferrer borró todo su contenido online y se esfumó cuando comenzó a recibir comentarios críticos que incluso lo ligaban a estafas y esquemas “Ponzi”, tal como fue en el caso de “Generación Zoe” del detenido Leonardo Cositorto.
Los cuestionamientos a Ferrer surgieron cuando comenzaron a conocerse sus consejos financieros, siempre comenzando con el despectivo saludo “Hola, normales”. Para aquellos que decidían encomendarse a su asesoramiento, había dos opciones: charlas uno a uno por Zoom con un valor de USD 1.000 (prometía contacto personalizado mediante WhatsApp Business y también con otros profesionales) o bien un encuentro en forma presencial por USD 2.500.
“Es un trucho total”, aseguró una calificada fuente oficial Infobae tras el cierre de sus cuentas en redes sociales, ocurrido pocas horas después de que Infobae relató su historia. Tras esa decisión, este medio pudo saber que la AFIP lo investiga junto a un grupo más grande de supuestos influencers que actúan como “asesores de negocios” en las redes.
A través de un trabajo de investigación y cruces de información sobre ingresos, egresos y registros de información desde áreas especializadas del organismo que conduce Carlos Castagneto, surge que contribuyentes que desarrollan sus actividades como supuestos asesores de negocios a través de distintas redes sociales.
Según fuentes oficiales, “perciben altas sumas dinerarias por las representaciones de sus contenidos como asimismo publicidad no tradicional sin que las mismas se encuentren registradas”.
Según las fuentes oficiales, serían cuatro los supuestos asesores financieros investigados por el momento, con cientos de miles de seguidores en redes y también con incrementos patrimoniales que al parecer no pueden justificarse.
“En caso de que eso sea constatado a través del respectivo proceso de fiscalización, determinarían deudas millonarias a este organismo, con sus correspondientes multas y accesorios y la consecuente denuncia penal por infringir la ley penal tributaria. Es por ello que con la información recabada surgen bienes e ingresos que no se corresponderían con los bienes que se exhiben en los contenidos que algunas de estas personas suben a sus cuentas de Tik Tok e Instagram”, le explicaron desde el Gobierno a este medio.
Con respecto al caso concreto de Ferrer, además la dura calificación, explicaron que está registrado ante las autoridades fiscales como Autónomo categoría 1 y que no tiene ninguna sociedad declarada que se dediquen a la asesoría financiera o similar.
“El dato que llamó la atención de los agentes de AFIP fue la presencia de algunos de estos personajes inscriptos en el organismo bajo Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo) y/o en la categoría 1 de Autónomos (la más baja de dicha modalidad)”, dijeron las autoridades.
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