Un dato clave que puede definir la dureza que tendrá la suba de tasa de interés que anunciará este mes la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) tendrá pendiente a los mercados de todo el mundo. Y en particular al de la Argentina, uno de los países más vulnerables a un “súper dólar” fortalecido por una política monetaria que podría tornarse más estricta de lo esperado en la primera economía del planeta.
El comité de mercado abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) dará a conocer su próxima decisión de tasas el 22 de marzo. Se trata de una variable clave que define los rendimientos de los bonos del Tesoro americano y, con ellos, los movimientos de activos del mundo que incluyen a los castigados bonos soberanos argentinos, acciones locales y hasta los dólares financieros como el contado con liquidación y el dólar MEP.
Y la dureza de la suba depende -entre otras variables- del jobs report de febrero que se publica el próximo viernes. Un mercado laboral demasiado sólido para una economía que busca frenar la inflación puede dar pie a una suba de tasas de interés de política monetaria mayor a la prevista, un endurecimiento que piden varios pesos pesados de la economía.
El mes pasado, la Fed votó a favor de subir su tasa de interés de referencia otro cuarto de punto porcentual, hasta un rango de entre 4,5% y 4,75% anual
El mes pasado, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) votó a favor de subir su tasa de interés de referencia otro cuarto de punto porcentual, hasta un rango de entre 4,5% y 4,75% anual, y anticipó que este año están sobre la mesa “un par de subas más”.
Las expectativas del mercado para la decisión de este mes, medidas en base a las posturas de los inversores en futuros de Fed Funds, marcan que el mercado asigna una probabilidad del 71,6% a que ese día Jerome Powell y sus colaboradores anuncien una suba de 25 puntos básicos, para llevar al rango de referencia a entre 4,75% y 5% anual.
La probabilidad que se asigna a una suba de tasa mayor, de 50 puntos básicos para fijar al rango entre 5% y 5,25% anual, es del 28,4 por ciento.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, suele estar de acuerdo con el mercado. Moverse por fuera de las expectativas implica empujar a los inversores a una corrida de ajustes en precios de futuros, acciones y bonos que incorporaban en sus precios al escenario considerado como más probable.
Defraudar a las expectativas supone atenerse a desagradables sacudones de los mercados aunque, para un banquero central, pasarse de la raya a veces puede ser toda una declaración de principios y una herramienta útil para mostrar compromiso con el objetivo de calmar de una buena vez a la inflación.
De hecho, ya se alzaron voces pidiéndole que muestre ese compromiso.
En estos momentos, la Reserva Federal debería tener la puerta abierta de par en par a un movimiento de 50 puntos básicos en marzo (Summers)
El ex secretario del Tesoro Lawrence Summers afirmó la semana pasada que los responsables de la política monetaria de la Fed deberían hacer saber que es posible una nueva aceleración de las subas de las tasas de interés este mes a raíz de una serie de sólidos datos económicos.
“En estos momentos, la Reserva Federal debería tener la puerta abierta de par en par a un movimiento de 50 puntos básicos en marzo”, dijo Summers en declaraciones televisivas a Bloomberg.
“Una evaluación razonable de la situación de la Reserva Federal diría que no ha estado tan por detrás de la curva desde hace más o menos un año”, sugirió en una crítica implícita a lo actuado en 2022 cuando Powell y la autoridad monetaria se mantuvieron varios meses firmes en la idea de que la inflación estadounidense era transitoria y se resistieron a adelantarse a los acontecimientos.
Powell “tiene una oportunidad importante (...) para restablecer las expectativas y abordar los crecientes problemas de credibilidad que tiene la Fed”, dijo Summers.
Según Summers, Powell y sus colegas no tienen por qué hacer todavía un movimiento de medio punto porcentual. Sólo sugerir que es posible y mirar el informe de empleo de febrero del próximo viernes más la reacción del mercado antes de decidir.
Riesgo de tormenta perfecta
Otra celebridad del mundo económico -Nouriel Roubini- consideró que la Fed está corriendo a la inflación detrás de la curva y que faltan muchas, muchas, subas de tasa antes de que logre quebrarle el espinazo.
Nos enfrentamos a la tormenta perfecta: inflación, estanflación, recesión y una posible crisis de deuda (Roubini)
“Nos enfrentamos a la tormenta perfecta: inflación, estanflación, recesión y una posible crisis de deuda”, advirtió Roubini en una entrevista con el medio ABC de Australia.
El economista conocido como Dr. Catástrofe (Dr. Doom) por anticipar la crisis financiera que estalló a fines de 2008, Roubini estimó que la Reserva Federal necesitaría elevar las tasas de referencia “muy por encima” del 6% para que la inflación, actualmente estimada en 6,4%, vuelva a caer a su objetivo del 2 por ciento.
“El resultado sería una fuerte recesión, seguida de más problemas de deuda e inflación”, añadió.
Pero no todas las voces son de “halcones”. En el seno de la propia Fed, todavía, hay opiniones en contra de sobreactuar.
El último jueves, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, dijo en declaraciones públicas que está muy firme en la postura de subir la tasa sólo un cuarto de punto porcentual. “Todavía tengo la mentalidad de que lento y constante será el curso de acción apropiado”, dijo.
Sus declaraciones permitieron un cierre alcista para la semana entre los indicadores de Wall Street. Pero la recuperación, menor, no logró que los activos argentinos más castigados cerraran una semana de alzas.
Los bonos soberanos en dólares argentinos terminaron las últimas cinco ruedas con pérdidas, a pesar de las subas de la jornada del viernes.
Los bonos soberanos en dólares argentinos terminaron las últimas cinco ruedas con pérdidas, a pesar de las subas de la jornada del viernes
“Las bajas se dan en un contexto en el que la tasa de rendimiento de los Bonos del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años cotiza por encima del nivel de 4%, ante dudas sobre la política monetaria de la Fed para controlar la inflación norteamericana”, consignó un informe de Research For Traders (RFT).
Los bonos globales cerraron con rojos semanales de entre 3% y 5% a lo largo de la curva, siendo los bonos más cortos los que tuvieron los descensos más pronunciados (perdieron 4% en promedio).
El daño es de más larga data. El riesgo país, por ejemplo, cerró por encima de los 2.000 puntos. Tan solo un mes atrás el mismo indicador había logrado perforar las 1.800 unidades de la mano del proceso de recompra de bonos lanzado por el Gobierno. Si las señales de la marcha de la inflación en Estados Unidos siguen indicando la necesidad de que la Fed apriete más las clavijas, la suba puede ser aún mayor.
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