Cuánto cuesta construir una casa económica y todo lo que hay que saber para abaratar costos de obra

Construir una vivienda económica de hormigón es posible aún en un contexto inflacionario como el que vive desde hace un tiempo la Argentina. Siempre es un buen recurso para quienes disponen del terreno o, como es común, si familiares ceden parte de su lote o dejan edificar a sus hijos en la parte posterior de la casa en la que residen.

Actualmente, según Reporte Inmobiliario, una vivienda de estas características completa de 3 dormitorios con una superficie total de 78 metros cuadrados y del tipo evolutiva (que puede ampliarse) tiene un costo sin incluir el valor del terreno de $12.578.305. Otras fuentes consultadas estiman que una casa de 4 ambientes cuesta unos $15 millones (sin el lote).

Los materiales han subido más de un 95% en un año, siendo la grifería (un juego de cocina no baja de $18.000 y uno de baño completo supera los $40.000), arena, cal, cemento (la bolsa de 50 kilos supera los $1.800), revestimientos de pisos, mesadas de cocinas y baños, y el hierro (varillas de 8 mm salen más de $1.400 por unidad), los que más se encarecieron.

Hay varios pasos que seguir, pero lo importante para tener una idea general del proceso de construcción es que se pueda levantar una vivienda funcional, segura y económica.

“Esto no significa que se construya con materiales de baja calidad y que sean poco durables; edificar casas económicas significa planear una vivienda digna que se adapte con las necesidades de quien la vaya a habitar y puedan adaptarse modificaciones en el futuro. Tiene que tener un buen diseño y que el presupuesto disponible sea bien planificado para contrarrestar efectos por la suba de costos de materiales por inflación”, precisó a Infobae Daniel Morales, de una constructora que opera entre CABA y Gran Buenos Aires.

Uno de los pasos claves es contratar un arquitecto que pueda asesorar en el proyecto y hacer los planos correspondientes que deberán presentarse ante los organismos municipales para su aprobación.

Morales añadió que contratar un arquitecto es una inversión que ahorrará pérdidas a corto y largo plazo. El costo de esta asesoría puede representar máximo un 5% del presupuesto.

Es fundamental hacer bien los trabajos preliminares para proteger el terreno y las construcciones próximas, si existen, para facilitar y permitir el inicio de la obra. Identificar previamente el tipo de suelo ayudará a elegir una cimentación adecuada o si debe ser nivelado (si es un lote irregular).

Luego se hace la cimentación que es fundamental para transmitir correctamente las cargas de la construcción al suelo, evitando así que la estructura sufra daños.

Luego debe hacerse la instalación sanitaria. El conjunto de cañerías en general y las conexiones de gas natural. La instalación que se encarga de hacer llegar el agua a todos los puntos y lugares de la obra que la requieran. “Es importante revisar que la conexión con el abastecimiento de agua sea correcta, que las tuberías tengan los diámetros correctos, que sean instaladas las salidas de agua para la alimentación de los muebles hidrosanitarios y que tengan llaves angulares para controlar el paso del agua en caso de fuga”, aseguró Morales.

Luego de estar concluida la base, o platea, se empezará con las paredes. Los muros pueden materializarse con diversas tecnologías, desde las comunes, macizos de tierra cocida, ladrillos cerámicos de construcción tradicional (huecos o portantes) y los bloques de cemento clásicos. También surgieron en los últimos tiempos los modernos compuestos de bloques de hormigón celular curado y los de placa de roca de yeso con estructura de perfilería de acero galvanizado.

Los muros son los elementos destinados a soportar cargas y cerrar o dividir espacios verticalmente, su espesor es siempre menor que su altura y longitud. Una vez construidos y en caso de hacerse columnas se inicia la obra para el cerramiento.

Existen diversos tipos de materiales para hacer el techo: madera, chapa, hormigón, PVC, tejas, entre otros.

Es clave la aislación y se puede colocar telgopor, de una pulgada o dos pulgadas, que por ahí tiene la misma prestación que la lana de vidrio y sale bastante menos. Una plancha de telgopor para losa de 10 cm x 42 cm x 1 metro puede salir $450 por unidad (para un techo completo podría salir $7.500), mientras que la lana de vidrio por rollo para techo oscila en los $20.000 por unidad y a veces se necesitan dos.

La instalación que distribuye la energía eléctrica a través de un conjunto de circuitos debe incluir todos los equipos, cables y sistemas necesarios para transmitir energía a los espacios y permitir la conexión de diferentes aparatos eléctricos.

Para construir en un contexto de suba de preciso, primer hay que definir si el dueño construirá pagando con pesos o dólares.

Maximiliano Olmi, de Arquitecto x Hora, dijo a Infobae que “si uno tiene pesos lo importante es acopiar materiales porque se sabe que nuestra moneda se deprecia constantemente y la mejor forma de defender ahorros es comprando con anticipación lo que se va a necesitar para edificar. Si se cuenta con dólares ahí hay que ver cómo se va moviendo la cotización y es recomendable dosificar las compras. Antes, los primeros días de mes se modificaban los precios de los materiales, pero ahora eso cambia semana tras semana”.

Los especialistas sostienen que a veces hay que colocar materiales buenos y no tan baratos que luego terminan costando mucho más porque hay que romper y arreglar.

“Se puede ahorrar en los revestimientos. Por ejemplo, en vez de porcelanatos se pueden colocar cerámicas u otros productos. En aislación también hay productos de similares prestaciones e importantes diferencias de precios”, acotó Olmi.

La parrilla, los muebles de cocina, algunas rejas y el revestimiento interior de los placares puede postegarse.

“Una de las peores inversiones es modificar lo construido. Eso genera gastos y pérdida de tiempo. Lo que se puede dejar para adelante por un tema de costos debe estar pensado y trazar la obra por etapas”, concluyó Olmi.

Seguir leyendo: