Jornada financiera: mientras el Gobierno busca flexibilizar la meta de reservas subieron los bonos y bajó el dólar libre

Los títulos Globales avanzaron 1,9% en promedio y el riesgo país cedió a 1.966 puntos. El dólar libre recortó dos pesos, a $377, y la brecha cambiaria se redujo a 92,5%. El BCRA compró USD 33 millones en el MULC

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La deuda argentina mejora su desempeño en Wall Street.
La deuda argentina mejora su desempeño en Wall Street.

El Gobierno argentino está en tratativas para flexibilizar la meta de reservas de 2023 del Programa de Facilidades Extendidas acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la novedad obtuvo una positiva recepción en mercado local. Este lunes bajó el dólar libre, los bonos en dólares retomaron las alzas y el banco Central volvió a comprar reservas en la plaza mayorista.

Los bonos en dólares del canje subieron un importante 1,9% en promedio, según la referencia de los títulos Globales operados en Wall Street. El riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de las tasas de retorno de los bonos del Tesoro de los EEUU con similares emisiones emergentes, recortaba unos 30 enteros para la Argentina, a 1.966 puntos básicos, a las 18:20 horas.

Los expertos de Portfolio Personal Inversiones explicaron que “la razón para modificar la meta de reservas, por lejos la más dificultosa de cumplir para el Gobierno a esta altura de los acontecimientos, sería, como era imaginable, la sequía. De esta manera, ni siquiera haría falta el pedido de un waiver (perdón) al Fondo ni mucho menos se pondría en riesgo el desembolso de junio (casi USD 4.000 millones), por la evaluación de metas del primer trimestre”.

“A fin de cuentas, la modificación de los targets termina siendo la salida conjunta que encontraron el gobierno argentino y el FMI para evitarse un incumplimiento de proporciones a fines de marzo”, evaluaron desde Portfolio Personal.

Federico Broggi, Sales Trader del Grupo IEB (Invertir en Bolsa), afirmó que “la deuda hard dollar de Argentina, que venía un poco castigada, tuvo una muy buena performance, acompañada de la mejora del EMB (Emerging Market Bonds), que es el índice de deuda de países emergentes. Como viene sucediendo, cuando cae la deuda emergente la deuda Argentina cae más. Y ahora que subió, la deuda argentina subió bastante más. Creemos que la deuda argentina es un muy buen play de acá a uno o dos años y que en el medio va a estar sujeta a la volatilidad del EMB, por lo menos hasta que empiece a haber mayores certezas respecto a las elecciones, que un poco se está ‘jugando’ porque se lanzan las precandidaturas”.

“De acá a un año o dos se van cobrando los cupones y le asignamos muy baja probabilidad a que haya una reestructuración el año que viene, porque los vencimientos son cortos y no hace mucho sentido. Y, justamente, los precios actuales de los bonos son más de default o se está ‘pricieando’ (asumiendo en precios) una reestructuración”, añadió Broggi.

El analista Salvador Di Stefano consideró que la deuda en dólares de la Argentina ofrece una alternaiva favorable para la inversión incluso en una difícil coyuntura financiera como la presente. Recordó que “el AL30D (con ley argentina) es un bono que vence en el año 2030, pero paga renta en los meses de enero y julio, muy pequeña, pero renta al fin. El bono se pone picante desde julio del año 2024 en adelante cuando comienza a devolver la amortización, julio del año 2024 USD 4 por cada USD 100 de nominales, y a partir de enero de 2025 USD 8 por cada USD 100 de nominales”. Este título del canje cotiza a unos USD 28,70 y permite recuperar la inversión en enero del año 2026, en dos años y once meses.

“Es central para que la Argentina pueda recuperar reputación, conseguir nuevos créditos e ir gerenciando la deuda, tomar deuda nueva y cancelar deuda vieja con una ganancia de tasa de interés”, acotó Di Stefano.

“Para carteras dolarizadas, los bonos soberanos tienen liquidez y por las paridades bajas pueden ser una mejor alternativa que los bonos dólar linked ya que el Gobierno intentará evitar una devaluación previa a las elecciones. Sin embargo, este instrumento es bastante riesgoso por la volatilidad que presenta y porque en caso de haber una corrida contra el peso impactará directo en la cotización de los mismos”, apuntó Juan Manuel Valenti, analista de Activos Financieros de Wise Capital.

Para Mauro Natalucci, ejecutivo de Cuentas de Rava Bursátil, “el mercado de renta fija sufre la inestabilidad argentina en el corto plazo y los rendimientos de los títulos públicos continúan en valores altos. El rendimiento requerido de los bonos, propio del riesgo de impago que conllevan los títulos de deuda en moneda extranjera, había cedido terreno a comienzos del año impulsando los precios al alza. Esto se da ya que los flujos de fondos futuros se descuentan a una tasa de interés menor, haciendo menos riesgosos a los instrumentos y, por ende, su precio de mercado sube”.

Fuente: Rava Bursátil-precios en dólares.
Fuente: Rava Bursátil-precios en dólares.

Wall Street operó con leves ganancias en la sesión de este lunes, con alzas en un rango de 0,2% a 0,6%, más acentuadas para los papeles tecnológicos.

La tendencia contagió a los activos argentinos y entre los ADR argentinos destacaron las ganancias de IRSA (+5,9%), Cresud (+5,7%) y Banco Supervielle (+4,7%). El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ascendió un 0,9%, a los 250.465 puntos. El panel líder de la Bolsa porteña llegó a superar los 267.000 puntos en enero, un récord nominal.

El Tesoro tomó este lunes 12.867 millones de pesos efectivos, en la segunda ronda de una licitación de letras entre formadores del mercado, informó el Ministerio de Economía. Ingresaron 30 ofertas, adjudicándose un total nominal de 12.325 millones de pesos.

Tras la licitación se “alcanzó un financiamiento neto por $402.822 millones en lo que va del año, lo que implica un roll over del 139%”, indicó la cartera económica. El Ministerio de Economía captó en la licitación del viernes $332.400 millones efectivos.

El BCRA compró USD 33 millones

El una sesión del mercado mayorista con un monto operado de USD 335,7 millones en el segmento de contado (spot), el Banco Central finalizó su intervención de este lunes con compras por 33 millones de dólares. “Es el monto de compra más elevado desde el 13 de enero pasado”, recordó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.

“En la jornada se observó el ingreso de fondos privados para inversión en proyectos productivos. La compra de divisas es solo uno de los factores que inciden en el nivel de reservas internacionales del BCRA y el más importante como señal de acumulación y fortalecimiento de la política monetaria y cambiara”, señaló el Central en un breve comunicado.

Las ventas netas de febrero a manos de la entidad monetaria alcanzaron los 897 millones de dólares. El saldo negativo se amplía a USD 1.089 millones desde el comienzo de 2023.

Este lunes, los negocios del dólar “blue” ratificaron la línea de lateralización para el billete informal, que restó dos pesos para la venta, a 377 pesos. Así, el dólar libre cae cuatro pesos en lo que va de febrero, después de una serie de tres meses consecutivos de aumento por encima de la inflación, entre noviembre y enero.

El dólar mayorista, como es habitual los días lunes, ajustó sensiblemente al alza y avanzó 1,13 peso a $195,81, para acumula un incremento de 11,1% en 2023. El tipo de cambio oficial es el que más sube: la brecha cambiaria se reduce al 92,5%, tras haber tocado el 108% en enero.

Los analistas de Ecolatina explicaron que “ante la tendencia inflacionaria que muestran las mediciones privadas para febrero, la autoridad monetaria viene convalidando un crawling peg más acelerado al de enero: en la semana el ritmo promedió 6,2% de Tasa Efectiva Mensual, en línea con la semana pasada, pero por encima del 5,1% promedio de enero. En este sentido, mantener el deslizamiento cambiario en línea con las expectativas inflacionarias es un indicio de que, al menos por el momento, el Gobierno no busca aplicar la tradicional receta electoral de frenar el ritmo de suba del tipo de cambio oficial”. No obstante no prevé “que se busque desandar el atraso, sino administrarlo. En consecuencia, el nivel de tipo de cambio real seguirá siendo funcional a un exceso de demanda de divisas en el mercado cambiario”, acotaron.

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