El una sesión del mercado mayorista con un monto operado de USD 335,7 millones en el segmento de contado (spot), el Banco Central finalizó su intervención de este lunes con compras por 33 millones de dólares. “Es el monto de compra más elevado desde el 13 de enero pasado”, recordó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.
Este lunes, los negocios del dólar “blue” ratifican la línea de lateralización para el billete informal, que resta dos pesos para la venta, a 377 pesos. Así, el dólar libre cae cuatro pesos en lo que va de febrero, después de una serie de tres meses consecutivos de aumento por encima de la inflación, entre noviembre y enero.
(Desde Bengaluru, India). El sábado anterior a su viaje a la India, Sergio Massa desayunó con su equipo técnico para definir un plan que se ejecutaría de manera simultánea en Buenos Aires, Bengaluru y Washington. El movimiento coordinado y secreto apuntaba a lograr un objetivo clave para el ministro de Economía: que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptara cambiar la meta comprometida para las reservas del Banco Central, frente a los efectos devastadores causados por la guerra de Ucrania y la grave sequía en la Argentina.
Las posturas de venta del dólar en el segmento mayorista alcanza los $196,83 por unidad, con un incremento de 1,14 peso en el día. En lo que va de 2023 el tipo de cambio oficial marca un alza de 11,1%, una referencia para calcular la inflación en el primer tramo del año.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC) advirtió que el sector perdió ventas al exterior por más de 10.000 millones de dólares como consecuencia de la sequía, y adelantó que el presente mes arrojará en materia de ingreso de divisas “un resultado pobre, uno de los más bajos de la historia”. Al respecto, hay un efecto de la caída de la cosecha de trigo de casi el 50%, que repercute en las exportaciones, y además al efecto del dólar soja donde se adelantaron ventas por parte de los productores.
A las complicaciones idiosincráticas del panorama financiero argentino se le sumó en las últimas semanas un nuevo factor de cuidado. Las cosas no le están saliendo bien al banco central de los Estados Unidos, la Reserva Federal o “Fed” en la jerga, en su lucha por moderar la inflación. Y a pesar de la distancia eso es una mala noticia para la economía local.
La regla de oro es clara: en años electorales, el dólar se tiene que mantener estable. Al menos ésa es la máxima a la que se ajustan todos los gobiernos cuando tienen por delante intensas campañas electorales. Pero en la economía actual, mantener el dólar calmo es una consigna cada vez más abarcativa, destacan los estudios privados.
El viernes se cortó la breve e insignificante racha compradora de dólares del Banco Central en la plaza mayorista. En dos días se había alzado con USD 7 millones. El viernes vendió USD 28 millones.
El Gobierno y el FMI ajustan los últimos números para el cambio más pronunciado que tendrá el programa financiero con el organismo desde su nacimiento, hace casi un año. Las metas trimestrales y anuales de acumulación de reservas, que configuran el objetivo más sensible del acuerdo, serán flexibilizadas ante las dificultades que tendría el Poder Ejecutivo para cumplir las que cerraban a fines de marzo. El programa ya cuenta con mecanismos de este tipo, pero buscarán ampliarlos para afrontar el impacto que tuvo la sequía y la guerra en Ucrania sobre las cuentas públicas.
La inflación comenzó con una importante aceleración en 2023. El 6% informado por el Indec para enero mostró un crecimiento de más de dos puntos porcentuales respecto del 3,9% de igual mes del año previo y todo indica que los precios se van a estacionar en un ritmo del 100% anual, lejos del objetivo oficial de un 60% para todo el año plasmado en el Presupuesto y que el ministro Sergio Massa ratificó en la última semana.