Mendoza atraviesa una de las peores crisis productivas de petróleo crudo de su historia y busca salir de ella por varios frentes en forma simultánea. Uno de ellos, probablemente el más prometedor, es la exploración de su “porción” de Vaca Muerta. El primer proyecto oficial en esa zona estará a cargo de YPF y comenzará dentro de unos 15 días.
Según confirmaron fuentes cercanas al proyecto, entre los últimos días de febrero y los primeros de marzo llegarán los equipos de perforación a las dos áreas sobre las cuales tiene permiso de exploración la petrolera estatal: Paso de las Bardas Norte y CN-VII (sur de Malargüe).
La compañía perforará dos pozos horizontales que demandarán una inversión total de USD 17 millones. En caso de obtener resultados positivos (los primeros números se conocerán a fin de año), la empresa desarrollará un plan de inversión mucho más ambicioso.
En este marco, es importante recordar que las 4.477 hectáreas que el Gobierno nacional le cedió a la comunidad mapuche Lof Limay Kuref, se encuentran dentro de la parte mendocina de Vaca Muerta. “Es en la zona donde se hicieron las primeras exploraciones petrolíferas de Vaca Muerta en la provincia de Mendoza”, indicó el secretario de Ambiente de la provincia, Humberto Mingorance. De esta forma, más allá de los resultados que obtenga YPF con sus dos pozos horizontales, la continuidad de la polémica está asegurada.
En forma paralela, además de sus inversiones en Paso de las Bardas Norte y CN-VII, YPF perforó recientemente diez pozos en Cerro Morado Este (Malargüe), con el objetivo de conocer el potencial del yacimiento. “Este proyecto de terciaria es uno de los dos más importantes que ejecuta la compañía en el país y, en función de sus resultados, podría generar una potencial inversión por 400 millones de dólares”, aseguraron desde YPF, durante una visita del CEO de YPF, Claudio Iuliano a la provincia.
Producción en declive
Mendoza necesita que la exploración de YPF en Vaca Muerta arroje buenos resultados. De acuerdo a las estadísticas publicadas por la Secretaría de Energía de la Nación, en 2022 la provincia tuvo el peor registro de producción de crudo de toda su historia, o al menos desde que se miden los metros cúbicos extraídos.
En detalle, el año pasado se extrajeron 3.203.661 m3 de crudo en la provincia cuyana, lo que dejó como resultado una caída del 1% en relación al 2021. Si bien la caída fue leve, mirando un poco al pasado, se puede entender por qué es tan grave la situación de Mendoza. Es que hasta 2018 la provincia producía más de 4 millones de m3 y un poco antes, en la primera década del siglo XXI, superaba usualmente los 5 o los 6 millones de m3 de producción anual de crudo.
La caída, según aseguran los expertos, es consecuencia de la falta de inversiones y del declive natural de los pozos. Por eso es que se está poniendo especial énfasis en crudo no convencional y métodos de recuperación terciaria. La buena noticia, es que la baja anual del 1% registrada en 2020 representó una desaceleración de la caída en relación a los años anteriores, lo que podría ser una señal de un posible cambio de tendencia.
De todas formas, la crisis productiva no es algo exclusivo de Mendoza. Las estadísticas demuestran que todas las provincias petroleras han sufrido bruscas caídas en sus niveles de producción en los últimos años, con excepción de Neuquén, que de la mano de Vaca Muerta cerró el 2022 con cifras récord de producción. De hecho, la buena performance de la provincia neuquina logró compensar la caída de las demás provincias petroleras.
Ese escenario, con Neuquén “picando en punta”, genera aún más expectativas en Mendoza respecto a la exploración de Vaca Muerta. Claro que habrá que esperar algunos meses para conocer los resultados de la exploración que comienza en pocos días.
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