A medida que la tasa de inflación tiende a acomodarse en un nivel del 6% mensual durante el primer trimestre del año, los incrementos en servicios y tarifas tiene una indexación cada vez más acelerada. Las subas en algunos rubros -como cuota de colegios, tarifas de transporte, prepagas o combustibles- ya pasaron a tener un ritmo mensual, aunque el Gobierno ponga tope a esos aumentos, y elevan la presión sobre la suba del Índice General de Precios del Indec para los próximos meses.
Subte
Luego de las audiencias públicas que se hicieron a comienzos de febrero, en los primeros días de marzo se oficializarán las nuevas tarifas para este medio de transporte de pasajeros en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que se aplicarán en cuatro tramos.
Según lo anunciado, el pasaje pasará a costar $58 en marzo, $67 en mayo, $74 en junio y $80 en septiembre.
Colegios privados
El Gobierno definió un esquema de aumentos que cuentan con subvención estatal al que adhirieron 18 provincias, entre ellas Buenos Aires y CABA.
Según el acuerdo, las cuotas subirán hasta 16,38% en marzo y en los meses siguientes tendrán ajustes de 3,35% hasta junio.
Prepagas
Desde el inicio de 2023 entró en vigencia un nuevo esquema de aumentos para las cuotas de la medicina prepaga con subas mensuales.
En marzo, será de 7,66% para todos los usuarios de altos ingresos, sobre la base de la variación del índice de costos de salud (que contempla la evolución de medicamentos, insumos y salarios del sector), mientras que los afiliados con ingresos netos por debajo de $392.562 (seis salarios mínimos) y que completen el formulario de ingresos tendrán una suba menos, de 5,04 por ciento.
Combustibles
En marzo será el último mes contemplado dentro del acuerdo de precios firmado por la Secretaría de Energía y las empresas del sector, que incluyó subas de 4% en diciembre, enero y febrero.
En el tercer mes del año el ajuste será de 3,8% y según anticiparon desde las petroleras se aplicará a mediados de mes.
Tarifas de agua
Desde 2022, se viene aplicando un recorte gradual de subsidios en la tarifa del servicio a cargo de AySA. La última quita fue en enero. En marzo, los usuarios de zonas medias -según el coeficiente zonal- comenzarán a pagar la tarifa plena. Este segmento abarca a unos 984.000 usuarios residenciales.
Los usuarios que tengan coeficiente Zonal están entre 1,10 y 1,45 (esto aparece al dorso de la factura) tendrán el beneficio automáticamente
En tanto, los clientes de zonas medias-bajas mantendrán desde marzo un 15% de subsidio sobre el precio final de la factura. Este segmento abarca más de 1,1 millones de usuarios.
Con todo, existe un registro -en la página del ERAS- donde quienes pierdan los subsidios pueden solicitar mantenerlos siempre que sus ingresos familiares sean menores a dos canastas básicas ($327.078 a febrero). Los usuarios que tengan coeficiente Zonal están entre 1,10 y 1,45 (esto aparece al dorso de la factura) tendrán el beneficio automáticamente.
Transporte
La actualización aplicada en enero para las tarifas de colectivos del AMBA fijó un boleto mínimo de $35 y luego de $39, $42, $45 y $48 de acuerdo a la extensión del recorrido. A partir de marzo y hasta diciembre de este año esos valores tarifarios se ajustarán mensualmente según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Gran Buenos Aires relevado por el Indec.
Si se toma como parámetro el aumento del IPC de 6% en enero, se estima una actualización de aproximadamente $2 para el boleto mínimo, pasaría 37 pesos.
Tarifas de gas
Los usuarios -según adelantó la secretaria de Energía, Flavia Royón- tendrán una única actualización en todo el 2023 en el precio de 28,3%. Mientras que los clientes de menores ingresos (Nivel 2 de la segmentación) no tendrán aumento en el costo del metro cúbico.
Las tarifas de gas tendrán una única actualización en todo el 2023 en el precio de 28,3% (Royón)
Sin embargo, a este porcentaje luego se le agregarán las subas correspondientes a los servicios de transporte y distribución, que también impactan en el precio final de la factura.
Según estimaciones del sector, y en función de los aumentos ya definidos, la suma de todos los componentes -transporte, distribución, precio del gas e impuestos- representaría un incremento del 50% para un usuario de ingresos medios (Nivel 3 de la segmentación).
Piso proyectado para la suba del IPC
Las consultoras y analistas económicos no esperan una baja significativa en la inflación para los próximos meses porque consideran que hay varios factores que ponen un piso alto al incremento del índice como el aumento de la tasa de devaluación del peso durante la primera quincena de febrero, el impacto del aumento del precio de la carne, el carácter de alta inflación estacional de marzo -por indumentaria e inicios de clases- y la continuidad de ajustes al alza en los precios regulados.
“Existen elementos de fondo que no permiten ser muy optimistas respecto de la posibilidad de observar una tendencia declinante en la inflación. La economía argentina nunca se olvidó de la gimnasia de ajuste de precios de los años 80, pero últimamente recuperó cierta dinámica temporal de esa década: los ajustes dejaron hace tiempo de ser espaciados y en meses estipulados, los ajustes salariales ya no son semestrales. Los aumentos son permanentes y continuos”, dijo a Infobae Pablo Besmedrisnik, director de Invenómica.
“Estamos en un proceso inflacionario fundado en una fragilidad macroeconómica notable, con restricciones del lado de la oferta de bienes, por limitaciones a las importaciones o por cuestiones climáticas, pero que adquirió el carácter de inercial, persistente. El carácter inercial y persistente colaboran en generar confusión entre los diferentes agentes económicos, que no encuentran precios de referencia y cuya única racionalidad es escaparle al peso que con certeza mañana valdrá menos y gastar en lo que pueda”, agregó el economista.
En esta dinámica, ningún sector puede sostener indefinidamente un retraso frente a otros: por caso, durante los últimos tres meses la indumentaria aumentó sus precios 2,4 puntos porcentuales por debajo del promedio, y la educación 1,7 puntos porcentuales menos que el promedio. Marzo, con cambio de temporada e inicio de clases, promete presión inflacionaria, anticipó Besmedrisnik.
Ningún sector puede sostener indefinidamente un retraso frente a otros (Besmedrisnik)
“Con la dinámica de los precios de los alimentos en febrero, es difícil que pueda ser observada una baja en los niveles de inflación por el arrastre que va a dejar. En marzo se prevén subas de colegios, combustibles y la indexación de los precios del transporte. En general, es un mes que suele estar por encima de febrero, pero no se puede decir que exista una estacionalidad positiva en el IPC”, dijo a Infobae Sebastián Menescaldi, de la consultora EcoGo.
El relevamiento de precios semanales que hace la consultora mostró que en la tercera semana de febrero se registró una variación de 1,8% de los precios de los alimentos con respecto a la semana previa. Con este dato y considerando una proyección de variación semanal del 1% para la última semana del mes, la inflación de alimentos consumidos en el hogar en febrero treparía a 7,8% mensual. Mientras que el dato general de inflación de febrero se ubicaría en 6,3 por ciento.
En materia de inflación, febrero suele ser un mes tranquilo; sin embargo, este año la suba mayorista del precio de la carne impactó fuerte y se tradujo en subas en carnicerías y supermercados. “Marzo es un mes complejo, de los peores en materia de inflación, por el cambio de estación y comienzos de clases. Lo más probable es que febrero esté alrededor de 6% y marzo en algo más de 6%. Puede haber riesgos como la gripe aviar si llega a impactar en la producción de pollos y huevos”, advirtió Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra.
“Marzo suele ser un mes por cuestiones estacionales con una inflación más alta en promedio. A esto se suman otros factores que hacen difícil desactivar la inercia alcista: la sequía va a seguir impactando en el precio de alimentos, la carne vacuna probablemente siga transando al consumidor final, los ajustes salariales van a seguir su curso. Y con un Gobierno que va a intentar que el crawling peg (devaluaciones) siga más alineado con la inflación y con restricciones a las importaciones”, enumeró Santiago Manoukian, de Ecolatina.
Marzo suele ser un mes por cuestiones estacionales con una inflación más alta en promedio. A esto se suman otros factores que hacen difícil desactivar la inercia alcista (Manoukian)
Con todo, los especialistas coinciden en que el nuevo sistema de control de precios -con los rubros que se sumaron al programa de Precios Justos- está teniendo un éxito relativo y con fórceps. “Es un acuerdo amplio, con varios sectores, distintos a otras épocas y acompañando por una política fiscal y monetaria contractiva pero al mismo tiempo se encuentra con un panorama de que el mayor acceso de las empresas a dólares se puede incumplir y que se resquebrajen los acuerdos”, advirtió Manoukian.
“La eficiencia de los controles de precios merma con fuerza a partir del tercer mes de su implementación. A partir de marzo, la autoridad económica se encontrará ante el desafío de sostener presiones inflacionarias crecientes en los alimentos con mecanismos de control erosionados en plena campaña electoral”, concluyó Pablo Besmedrisnik.
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