(Enviado especial a Bengaluru, India) El ministro de Economía, Sergio Massa, y el subsecretario para Asuntos Internacionales de la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Jay Shambaugh, se tomaron una hora de su apretada agenda para analizar el plan de estabilidad económica, la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los cambios en el Banco Mundial tras la renuncia anticipada de su presidente, David Malpass.
La reunión sucedió en el centro de Convenciones del Hotel Hilton, adonde delibera la cumbre de Ministros de Finanzas y Presidentes de los Bancos Centrales del G20. El lugar está protegido por las fuerzas de seguridad de la India, mientras afuera las vacas sagradas duermen su siesta a la sombra y decenas de triciclos verdes y amarillos intentan avanzar en el caótico transito de las calles de Bengaluru.
Shambaugh reconoció al jefe del Palacio de Hacienda los esfuerzos que está haciendo la Argentina para ordenar su economía en un contexto de inflación y la fuerte suba de los comodities como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania. Al lado de Massa estaba Marco Lavagna, director del INDEC y secretario de Relaciones Internacionales del Ministerio de Economía.
En este contexto, el ministro de Economía describió todas las medidas que está implementando para ordenar la economía, aplacar la inflación y cumplir con las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Massa comentó a Shambaugh que un equipo técnico del Palacio de Hacienda se encuentra en Washington para cerrar con el staff del Fondo la aprobación de las metas previstas para el cuarto trimestre.
Shambaugh se encontró con Massa por indicación de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, que tiene acceso diario al despacho oval de Joseph Biden. Yellen juega un papel clave en el diseño de la agenda económica y financiera de la Casa Blanca. Y está aquí en Bengaluru para explicitar la posición de Biden ante los ministros de Finanzas del G20. Sin el apoyo de Yellen, la Argentina no hubiera podido refinanciar la deuda de 44.000 millones de dólares que dejó Mauricio Macri hacia fines de 2019.
La administración demócrata observa la situación económica y financiera de la Argentina. En Washington conocen el track record de la economía nacional, y Biden no quiere repetir los sofocones geopolíticos que sufrieron -por ejemplo- George Bush (h) y Donald Trump con los gobiernos de Fernando de la Rua y Macri.
Massa tiene crédito político en la Casa Blanca, pero desde la avenida Pensilvania al 1600 se observan las luces amarillas que están encendidas en la city porteña. Argentina no accede a los mercados internacionales para obtener divisas frescas y las consecuencias coyunturales de la postpandemia, la sequía y la guerra en Ucrania añaden más tensión a una débil estructura financiera que está dañada desde hace muchos años.
Shambaugh escuchó con atención los planteos de Massa. El subsecretario de Asuntos Internacionales conoce las trabas financieras de la Argentina y entiende la compleja lógica de sus mercados. Asesor económico del Barack Obama, profesor en la Universidad George Washington y con sucesivas colaboraciones académicas en Brookings Institute -un think tank muy prestigioso en DC-, Shambaugh entendió los argumentos de Massa respecto al escenario global y su impacto en el país.
Tras describir las medidas y los objetivos del plan de estabilidad, el jefe del Palacio de Hacienda explicitó a Shambaugh su preocupación por las consecuencias económicas de la sequía que afecta la producción agropecuaria en la Argentina. El comentario Massa tiene una lógica implícita: Estados Unidos maneja el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y allí hay un fondo millonario que podría servir a la Argentina para aplacar los efectos de la falta de agua de riego en zonas claves del país.
Hace una semana, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, adelantó su renuncia. Malpass es republicano y niega el cambio climático, un asunto clave para la agenda internacional de Biden. Ahora, el presidente de los Estados Unidos tiene el camino despejado y se apresta a nombrar a su sucesor.
Shambaugh trajo este asunto durante el cónclave que protagonizó con Massa. En la tradición de los organismos multilaterales, Europa designa a la principal autoridad del FMI -en este caso, Kristalina Georgieva-, y Estados Unidos nombra al presidente del BM. Dos horas después de este encuentro, Biden anunciaba que Ajay Banga -ex CEO de Mastercard- sería el sucesor de Malpass al frente del Banco Mundial..