Otra vez el frente externo: además de la sequía, la suba de tasas en EEUU complica al Gobierno en un momento clave

Los bonos argentinos sufrieron ayer nuevas caídas y subió el riesgo país. Pero los renovados temores a nuevas subas de tasas en Estados Unidos también le pegan a la economía global y Argentina no quedará al margen

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Un operador del New York
Un operador del New York Stock Exchange (NYSE) con Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU de fondo (REUTERS/Andrew Kelly/File Photo)

Si la marcha de la economía es determinante para cualquier elección en Argentina, entonces el Gobierno enfrenta complicaciones. No solo por la inflación de tres dígitos y la caída del salario real. La sequía podría restarle más de USD 10.000 millones a la economía respecto a los ingresos del año pasado. Pero ya en las últimas jornadas apareció otro frente de tormenta: el renovado ciclo de suba de tasas en Estados Unidos y la amenaza de nuevos incrementos por delante.

Los bonos argentinos están sintiendo de manera directa el impacto. Ayer, en la reapertura del mercado en Wall Street, sufrieron caídas de entre 2% y 3%, profundizando las pérdidas de las últimas semanas. Esta debilidad le pega de lleno a la estrategia del ministerio de Economía de salir a recomprar deuda, para lo cual ya se utilizaron unos USD 510 millones de las reservas. Claro que hacia adelante podría continuar la operación a precios más bajos, ya que las cotizaciones vuelven a ubicarse por debajo de los 30 dólares.

El impacto para la Argentina es en primera medida financiero, con debilidad en el precio de los bonos y aumento del riesgo país

El rendimiento de los bonos del Tesoro norteamericano a diez años tuvieron ayer un fuerte incremento y terminaron muy cerca del 4% anual. Por otra parte, se estima que las nuevas subas de tasas de corto plazo llegará a cerca de 5,5% anual, valores que prácticamente no se daban desde la década de 1980.

En este escenario, las inversiones de riesgo se ven muy golpeadas, como ya sucedió a lo largo del año pasado y empieza a ocurrir nuevamente ahora.

Alberto Fernández y Sergio Massa
Alberto Fernández y Sergio Massa

El impacto para la Argentina es en primera medida financiero, con debilidad en el precio de los bonos y aumento del riesgo país. Además también se vería afectado el rally de las acciones argentinas, que en los últimos seis meses lograron subas que en algunas casos superaron el 200% en dólares.

Es difícil medir ahora si esto tendrá o no un efecto directo en los bolsillos, pero claramente no son buenas noticias para la marcha de la economía, en especial si el escenario internacional se vuelve más recesivo. El viento de frente internacional cae en el peor momento para el Gobierno, justo cuando se aproxima el momento de definir candidaturas. Sin un repunte económico, por ejemplo, las posibilidades de Massa se reducen, aunque él viene manifestando que no está anotado en la carrera presidencial.

La renovada suba de tasas en EEUU ante los problemas para combatir la inflación ya le pegaron a los bonos y también podría impactar en el nivel de actividad

La caída de la paridad de los bonos también puede tener un impacto sobre las reservas, ya que complica el cierre del “repo”, es decir el préstamo de bancos internacionales contra garantía de títulos. La fuerte disminución en la paridad de los bonos complica el cierre de esta operación, que estaba previsto que aporte arriba de los USD 1.000 millones.

Otra cuestión central para seguir de cerca es qué impacto tendrán las próximas subas de tasas en los precios de las materias primas, especialmente de las exportaciones del agro argentino. En este caso la respuesta no es tan sencilla. En el corto plazo, se ve un efecto de apreciación del dólar contra la canasta de las principales monedas del mundo. En principio esto debería jugar en contra de los precios de los productos primarios y afectar los precios de exportación.

Sin embargo, la expectativa es que en un contexto de gran incertidumbre global, las materias primas vuelvan a ser un refugio, parecido a lo ocurrido a lo largo de 2022. Por lo tanto, este factor podría al menos no jugar en contra del ingreso de divisas estimado para el año, más allá de la merma ya inevitable por la sequía que afectó a una buena parte de la superficie cultivable del país.

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