Una insólita situación se produjo este fin de semana en Catamarca cuando al finalizar una competencia de rally, oficiales de la Aduana confiscaron el automóvil del equipo que había concluido la clasificación con el quinto mejor tiempo.
El secuestro del vehículo de competición del tipo UTV (Utility Terrain Vehicle) obedeció a que los controles aduaneros detectaron que el automóvil se encontraba con una doble infracción.
El vehículo rojo, azul y negro que los fanáticos del rally vieron pasar a gran velocidad por las sierras con el número 205 en su costado había sido importado de forma temporal y con una clausula de exclusividad que sólo le permitía ser empleado en el Rally Cordobés, por lo que el hecho de participar del South American Rally Race (SARR) 2023 de Catamarca, lugar en donde fue secuestrado el UTV, ya componía una infracción.
En un video que compartió la Aduana se puede ver la largada del vehículo 205; es decir que los agentes ya sabían sobre la posibilidad de que ese automóvil vaya a competir en el SARR de Catamarca 2023, hasta que el UTV no participase de la carrera, la infracción no había sido consumada.
La restricción de competir en una única competencia corresponde al régimen de importación temporal, según el cual el país exime de pagar tributos siempre y cuando se respeten las condiciones establecidas, en este caso sólo se permitiría que el auto participe del Rally Cordobés; la mencionada infracción se encuentra tipificada en el artócilo 970 del Código Aduanero.
Pero esto no fue todo ya que al secuestrar el UTV la Aduana también detectó que el vehículo había sido declarado ante la Aduana por un valor de USD 15.000, pero tras una investigación llevada a cabo por agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP, se determinó que su valor real es más del doble de lo que se dijo al ingresarlo al país.
Según el detalle de la investigación, por haber declarado un valor inferior al real, podría computarse una multa superior a los 14 millones de pesos.
El piloto del vehículo en cuestión, el argentino Nicolás Zingoni, realizó una buena performance en la competencia terminando con el quinto mejor tiempo de su categoría, de todas formas, cuando finalizó la carrera el automóvil fue incautado por la Aduana y él y su equipo se quedaron sin la herramienta principal de su trabajo.
En el documento que compartió la Aduana sobre el secuestro dijeron que el vehículo no ingresó al país “en forma directa”, sino que el Polaris modelo RZR Pro había pasado por Chile en primer lugar, y luego ingresado a Argentina con una restricción para competir y con una declaración de su valor más baja que la real.
En caso de haberlo hecho de forma directa y pagando los tributos correspondientes, la Aduana asegura que el vehículo podría haber participado del South American Rally Race de Catamarca 2023 “sin problemas”.
Además, los agentes aduaneros detallaron que esta es una maniobra que ya detectaron en el pasado, “se observa con frecuencia que muchos equipos registran sus automotores en Chile para luego ingresarlos a la Argentina con autorizaciones temporales”, dijeron.
“Esto ocurre porque, teniendo en cuenta que el país trasandino carece de una industria automotriz propia, tiene derechos de importación sumamente bajos para automóviles”, concluyeron en el comunicado.
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