En uno de los barrios porteños de mayor progreso de las últimas tres décadas salió en venta una joya oculta que con 109 años de vida es un fiel testimonio del avance edilicio que registró Palermo. Sobre José Antonio Cabrera al 5600 se comercializa un PH que está muy vinculado con la historia de este trazado, un inmueble muy reconocido por los vecinos que vivieron en las cercanías y por otros que lo visitaron con frecuencia en otros tiempos.
El lugar tiene protección de Patrimonio Histórico por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por lo cual su fachada dispone de preservación y no puede demolerse si quien lo compra decide transformarlo en un proyecto de mayor superficie.
Este PH de 5 unidades funcionales, 656 metros cuadrados entre cubiertos y descubiertos, 19 dormitorios en total, 5 baños y tres toilettes. Data de 1913, pero se hizo famoso luego de varios años por ser la vivienda de Dora Bazzoli, una modista italiana que llegó a la Argentina junto con su marido Antonio desde la región de Lombardía, más precisamente de la zona del Lago Di Como en el norte del país de Europa. Ellos se instalaron en la propiedad que tiene dos ingresos diferentes y dos pisos.
Dora cosía y por su gran destreza manual poco a poco fue ganando muchas clientas. Así, con el correr del tiempo, se posicionó como la modista de muchas familias de la aristocracia (sobre todo hasta la década del ‘50 del siglo XX).
Dicen que era muy detallista y hacía unos vestidos que deslumbraban a quienes podían pagar muy buen dinero.
A medida que fue sumando ahorros pudo ir comprando más unidades del PH hasta poder adquirir todo el edificio.
En ese entonces las viviendas de Palermo no eran tan caras como lo son en la actualidad.
Era común que la gente golpeara las manos hasta la década del ‘70 y muchos en el barrio recuerdan que llegaba en muy buenos autos cuando iban por primera vez y preguntaban: ¿Por aquí es lo de Dora?. Se decía que no había mejor modista que ella.
Hoy los propietarios son los nietos de Dora, quienes aún conservan el maniquí y la máquina de coser que su abuela usaba con tanto afán.
La reconocida modista del Buenos Aires del ayer falleció hace 8 años y su esposo hace tres. Sus herederos venden la propiedad.
Cómo es la vivienda
El PH que está muy ligado con la impronta del barrio palermitano posee 5 unidades funcionales (4 se encuentran recicladas, faltaría aggiornar una sola) que se levantaron sobre un lote de 250 m2. Dispone de una superficie cubierta de 436 m2 con amplia conexión exterior formada por patio, terraza y balcones que suman 220 m2.
Fue cotizado en USD 1.400.000 y por su distribución además de vivienda, “podría transformarse en un hotel boutique, en un complejo para alquileres temporarios o darle un giro comercial y cultural ya que se encuentra dentro del Distrito Audiovisual y próximo con las zonas de fuerte oferta gastronómica de Palermo”, detalló a Infobae Graciela Yolanda Menazzi, martillera y experta del mercado inmobiliario de Buenos Aires.
Cuatro de las unidades tienen acceso por una entrada en común y a la principal vivienda se ingresa por otra entrada independiente con escalera.
Esa es la construcción principal que también cuenta con terraza que permite muy buenas vistas del barrio.
La vivienda principal conserva todas sus aberturas originales.
Elizabeth Casini, otra especialista del Real Estate porteño, detalló a Infobae que “se hizo un gran trabajo para conservarlas intactas y que luzcan relucientes. Posee molduras. También impactan las escaleras de mármol que conectan la propiedad. Hay vitraux y herrajes importados desde Europa. Se observa que cuando edificaron el PH no hubo problemas económicos y se hizo con todo el lujo posible”.
Los pisos de living y dormitorio son de madera y están en perfecto estado. Se renovaron tanto las cañerías e instalaciones eléctricas como las cocinas y baños.
“Se mantuvo todo lo que se pudo de lo original y el resto se adaptó con la vida moderna pero siempre conservando el estilo de la época. De hecho, los nuevos muebles en cocinas y otros ambientes ofrecen mucho lugar de guardado”, amplió Menazzi.
En frente de la propiedad que ahora se vende hay una edificación similar que hace poco tiempo se reformó y en su mayoría propone viviendas para alquilar a extranjeros.
Casini, concluyó: “Por cómo está edificado y por muchos que valoran las construcciones de más de 100 años pero súper bien conservadas es ideal para un público exigente. Al poco de publicarse hemos recibido el interés de una empresa multinacional japonesa cuyos principales negocios son la electrónica, producción musical y cinematográfica que estimamos que querrá aprovechar las ventajas fiscales al radicarse en el Distrito Audiovisual. También la visitó una diseñadora de ropa oriunda de Suiza que quiere tener su residencia en el barrio. Conservando su frente podría transformarse en un proyecto residencial de lujo y utilizarse para alquilar temporalmente”.
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