Mientras la inflación sigue en altos niveles -entre 5% y 6% mensual- se encuentran cada vez más dispersiones en los precios, los cuales determinan muy diferentes tasas de inflación en distribución regional que informa el Indec. El caso más marcado en enero fue el de la brecha entre 7,3% que midió la Dirección de Estadística de CABA y 6% que arrojó GBA que comunicó el organismo nacional de estadística.
En una observación específica de precios de alimentos y productos de higiene y limpieza, se estima una brecha promedio de 25% entre grandes cadenas y comercios de cercanía de la misma zona, y también existen amplias variaciones entre las distintas provincias del país.
Según los artículos seleccionados que releva el Indec para elaborar el Índice de Precios al Consumidor, esas diferencias entre zonas del país van del 5% al 100% en algunos casos. Un detergente cuesta $219 en el Gran Buenos Aires y $449 en la Patagonia, más del doble.
Otros ejemplos:
- Un pollo entero: $453 en el GBA y $744 en la Patagonia, una diferencia de 64 pr ciento
- Un kilo de carne picada: $750,60 en el GBA y $1.133 en la Patagonia, una diferencia de casi 51 por ciento
- Un kilo de papas: $227,50 en el Noroeste y $310 en la Patagonia, una diferencia de 36 por ciento
- Aceite de girasol de 1,5 litros: $744 en la Patagonia y $1.004 en el Noroeste, una diferencia de 35 por ciento
- Un kilo de pan francés: $331 en Cuyo y $436 en el GBA, una diferencia del 31,5 por ciento
La brecha de precios también impacta entre los distintos canales de venta. Como consecuencia de las diferentes formas de abastecimiento a las que pueden acceder las grandes cadenas y los pequeños comercios siempre hubo diferencias de los precios, pero desde la implementación de acuerdos oficiales -como el actual Precios Justos- se fue incrementando. Los acuerdos de precios incluyen solo a los grandes supermercados.
La consultora Scentia, especializada en consumo masivo, realizó en 2022 una comparación entre una canasta de productos y sus precios en supermercados y autoservicios: esa brecha se ubicaba en 25%. Ese es uno de los motivos que explica la caída de ventas en los comercios de cercanía.
El año pasado, las ventas en las grandes cadenas de supermercados crecieron 3,1%, mientras que en los autoservicios -supermercados asiáticos, comercios de cercanía, almacenes- el porcentaje fue menor, con 0,8%. Si se toman los establecimientos del AMBA, hubo caída de 4,5% en autoservicios y suba de 2,8% en grandes cadenas.
La brecha negativa de precios es una de los motivos que explica la caída de ventas en los comercios de cercanía
Según datos de la consultora Nielsen, las grandes cadenas concentran el 31% de las ventas de consumo masivo (alimentos, bebidas, tocador y limpieza). Y destaca que los almacenes y comercios de cercanía son los formatos donde compran las personas de menores ingresos.
“La diferencia de precios, así, castiga en forma involuntaria a los sectores informales, que efectúan sus gastos diarios, de dos a tres artículos, en promedio, en negocios y tiendas cercanas”, precisaron fuentes de la consultora de marras. Y coincidieron que en 2022 el consumo en grandes cadenas se mantuvo, pero cayó muy fuerte en los autoservicios independientes y chinos.
Relevamiento oficial
Con datos tomados de la página oficial Precios Claros, que muestra los precios de un mismo artículo en cadenas de supermercados de una zona (sin contar comercios de cercanías o supermercados asiáticos), se pueden observar brechas notables.
Algunos ejemplos en locales de Barrio Norte, en la ciudad de Buenos Aires:
- Aceite de girasol Pureza 900 ml: de $495 a $763,44, según datos de 15 comercios
- Puré de tomate en Tetrabrik La Campagnola 520 gramos: de $171 a $209,75, en 12 comercios
- Harina leudante Cañuelas 1 kilo: de $147,78 a $161, en 17 comercios
- Papas Fritas Clasicas Lay’s 145 gramos: de $510,75 a $677,59, en 17 comercios
- Gaseosa Sprite Zero 500 Cc: de $116,94 a $252,00, en 24 comercios
- Desodorante en Aerosol Nivea Silver Sensitive: de $480 a $594,50, en 26 comercios
Según los analistas del mercado, diversos factores provocan semejante dispersión de precios, entre los que se destacan la capacidad de cada punto de venta de trabajar con mucho o poca cantidad de producto, porque determina la rotación de la mercadería más rápida o más lenta, y consecuentemente la actualización de los valores ofrecidos; los costos del establecimiento, como si es propio o alquilado; si tiene personal a cargo o es atendido por los dueños, entre otras variables.
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