Desde el próximo 1 de marzo, el sector panadero prevé que no habrá pan en varias provincias del interior del país debido a una medida de fuerza gremial. Reclaman por la falta de recomposición salarial en el interior del país desde el año 2020, lo que ha generado malestar entre los trabajadores del sector.
Actualmente, el salario promedio de los panaderos en las provincias es de 70.000 pesos, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, es casi del doble.
En 2023, según el acuerdo que se firmó entre el Gobierno, la CGT y el sector empresarial, el salario mínimo aumentará un 20% entre diciembre y marzo, y un 110,5% en el año paritario, de marzo de 2022 a marzo de este año.
El salario promedio de los panaderos en las provincias es de 70.000 pesos, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, es casi del doble
Por otra parte, en todo 2022, el precio del kilo de pan francés aumentó 113 por ciento, casi veinte puntos por encima de la inflación general y es uno de los alimentos que en promedio más subió. En los grandes centros urbanos el kilo puede llegar a superar los 500 pesos.
Mientras esto sucede, los salarios en el interior siguen sin un aumento homologado, y el dirigente Gastón Frutos es señalado como el principal responsable. Frutos, que también es Tesorero de la CGT, fue blanco de numerosas críticas en los últimos meses. Una de ellas tiene que ver con que, en medio de esta situación, en enero viajó a Abu Dhabi para ver el partido de Boca y Racing con 20 miembros de la barrabrava del club de Avellaneda, mostrando una bandera de Panaderos.
También se lo cuestiona porque Frutos se presenta como secretario general de la Federación de Panaderos, pese a que la Justicia declaró fraudulentas las elecciones a través de un fallo de la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo a mediados del año pasado.
Hoy la Federación, que agrupa unos 12.000 trabajadores, se encuentra en crisis de acefalía, al igual que la Obra Social de los panaderos, lo que ha impedido la homologación de los acuerdos salariales y prolongado la crisis.
Esta situación genera indignación entre los trabajadores, quienes han decidido llevar adelante ahora esta medida de fuerza para reclamar por sus derechos. Desde el sector aseguran que esperan que las autoridades tomen medidas para solucionar el conflicto, intervengan la Federación para normalizarla, y celebren las paritarias del sector para evitar la falta de pan en las provincias.
“Necesitamos hacer valer los derechos de los trabajadores, y para eso es fundamental defender la democracia sindical en el sector”, advirtió Ernesto Coronel, secretario general de Mar del Plata. Mientras que Julio Herrera, titular del sindicato en Jujuy afirmó que “llevamos casi tres años ya sin solución, con salarios muy atrasados y sin representación gremial a nivel nacional”.
Finalmente, Miguel Ángel Rodríguez, del sindicato platense, afirmó: “Lamentablemente las autoridades necesitan un paro para involucrarse y resolver lo que la Justicia determinó hace más de seis meses”.
Impacto de la sequía
Semanas atrás y en un fuerte contexto de impacto por la dura sequía en enfrentó el país, el Gobierno aseguró que la provisión de trigo para el mercado interno estaba asegurada, por lo que descartan una escalada en los valores de productos derivados, como pan, harina o fideos.
“La cuestión del precio está sujeta a vaivenes de mercado. Vemos que hay una tendencia a sostener precio de los commodities, con precios no tan buenos como en los inicios de la guerra el año pasado, pero se van a sostener”, apuntó entonces Bahillo. De todas formas, aseguró que la superficie sembrada será mucho menor este año por la sequía. “El primer dato es qué cantidad sembrada y después la evolución de los cultivos. El maíz de primera tuvo una afectación importantísima, el de segunda se está sembrando”, mencionó el funcionario.
En ese sentido, también estimó que hubo una marcada pérdida de la superficie forrajera, lo que impactó en el nivel de alimentación del ganado, y que hubo volúmenes de pérdida considerables en el trigo. Es en ese punto en que existe preocupación por un posible impacto en los precios de los alimentos.
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